Un título prometedor
Midnight Club 3 se ha convertido en el gran "tapado" en cuanto a juegos de modificación de coches. El testeo que tuvimos hace poco gracias a Take Two España, nos lo ha mostrado como un competidor serio a todos los niveles no ya sólo del género del "tuneo", sino también en el de la conducción en general en PS2. Auque quizás el referente más actual sea Need for Speed Underground, los juegos con énfasis en la modificación de los vehículos han sido una constante a lo largo de la historia del género de conducción. Desde aquellos Lotus para compatibles, hasta Gran Turismo, siempre hubo una escuela donde la simulación era lo más importante a la hora de jugar. No obstante, fue el título de Polyphony el que masificó este mercado, y quizás el padre de todo el género en la actualidad.El juego de Rockstar está plagado de licencias conocidas. Quizás la más importante es la presencia en el subtítulo del juego de Dub, la mejor revista americana de tendencias en cuanto a la modificación de los coches. Dub realmente no es una revista de coches, sino que realmente está basada en como viven ciertos famosos los coches. De hecho, no hay entrevistas a los grandes fabricantes, sino a los conductores de los vehículos. Esto se transmite en el juego gracias a un marcado componente de lujo, en el cual están situados todos los coches. Luego están las carrocerías, como Cadillac, Mercedes o Ducatti, que podrán ser modificadas con accesorios como Bomex o APC. Es bastante posible que MC III sea uno de los mejores juegos en modificación de vehículos, puesto que la mayoría de accesorios están presentes y tienen su representación visual en el vehículo. Todo un arsenal de marcas que servirán para que el conocedor del mundillo se vea esta vez atraído a la franquicia de Rockstar.
Espectacular apartado visual
No exageramos si decimos que la tercera edición de Midnight Club es posiblemente una de las cimas técnicas de PlayStation 2. Aunque sale también en Xbox, donde es absolutamente increíble el trabajo de Rockstar es en la entrega de la consola de Sony, ya que consiguen vencer miles de taras clásicas como la resolución o la calidad de las texturas. Rondando los límites poligonales de las dos maquinas, Midnight Club III es un juego que realmente abre nuevos estándares en la conducción. Rockstar San Diego ha sabido crear una ciudad casi del tamaño del primer GTA, con la sensación de velocidad de la franquicia, y todo ello sin sacrificar para nada del motor gráfico, que muestra mil y un elementos. La única tara que vimos fueron pequeñas caídas del número de fotogramas por segundo, todas ellas circunstanciales y no precisamente notorias. Pero ¿Qué más da si tenemos una ciudad de formas gigantescas, con texturas de altísimo nivel y un bonito efecto de difuminado? Sin duda MC3 es casi un milagro, y diríamos un anticipo de lo que será la siguiente generación.El sonido en el juego estaba de manera preliminar, así que mientras el sonido FX estaba completado y es continuista respecto a la edición anterior, la banda sonora no está completada. Esperemos que Rockstar pueda licenciar música de calidad para el lanzamiento, lo que daría mayor "feeling" al juego.
Muchas opciones
Hay cuatro modos principales en el juego: Carrera, Arcade, Cruise y Online, todos ellos estaban en anterior entregas. El primero es el más importante, y te encuadra en una de las bandas de gamberros de las ciudades. Aunque no tiene tantas posibilidades como Juiced, es una buena muestra de cómo darle profundidad y cierto "modo historia". Arcade es la típica competición de coches, mientras que Cruise es la oportunidad de recorrer libremente al estilo GTA las ciudades. El modo online ofrece competiciones por Internet, tanto en PlayStation 2 como en Xbox. Todos los modos han sido expandidos de alguna u otra manera, pero no han sido precisamente el objeto de referencia de Rockstar San Diego en la mejora.El sistema de carreras se mantiene casi sin modificar, y tendrás que esquivar coches y las diversas construcciones a lo largo del recorrido. El control ha sido bastante mejorado, y a la hora de tomar curvas no tendremos muchos problemas, puesto que la física ha mejorado bastante. Aquí es muy importante lo bien que se han adaptado las motos, ya no tienen el mismo manejo de los coches y aparte sus colisiones son bastante más espectaculares. Con la licencia DUB, no sólo se han incorporado coches prefabricados, sino también todos los accesorios del apasionante mundo del tuning. Desde los componentes hidráulicos, a los tubos de escape, pasando por los trabajos más horteras de pintura, casi todo es posible en el juego. De hecho, en la reciente prueba que tuvimos del título, el Tester de Rockstar nos enseñó muchas modificaciones del vehículo, y que son realmente visibles en el coche a posteriori como líneas de fuego, dobles motores o los imprescindibles alerones. Por supuesto, esto da pie a monstruos del automovilismo, como los que mostraban los grandes jugadores de la NBA como Shaquille O’Neal en la revista DUB. Y es que la modificación o personalización de los vehículos es toda una cultura en Estados Unidos que sólo esta revista ha sabido recoger. En ese sentido, y a diferencia de Underground, Midnight Club 3 no pretende tener los coches más rápidos, sino tener los coches con más estilo, puesto que ese es el espíritu de la revista DUB y de la modificación de automóviles por grandes estrellas de la farándula norteamericana.
Todo este estilo no es gratis, y para obtener la mayoría de accesorios deberás correr como un auténtico profesional a lo largo de los circuitos. La modificación permite que los modos online del juego tengan cierto interés, ya que las increíbles combinaciones que puedes crear son prácticamente inabarcables.
Múltiples ciudades
Como en casi todo el género, las carreras discurren a lo largo de ciudades representativas. Aquí están presentes Detroit (la gran ciudad del motor, donde están las grandes marcas), Atlanta (donde se presentan los prototipos futuristas) y San Diego (hogar de las carreras suicidas entre los conductores de los vehículos). Las ciudades son un espectáculo de neón, transparencia y anuncios que ponen las dos maquinas al máximo. Tiene también un cierto toque de Arcade clásico, puesto que al igual que los títulos más locos de conducción de Sega o Namco, los atajos están a la orden del día. Así pues los coches pueden hacer los saltos más absolutamente imposibles, y sin tener que usar el coche más veloz del juego, todo ello para fomentar la jugabilidad del nuevo título de Rockstar San Diego.El juego cuenta con distintos tipos de vehículos, que van desde autos modificados profesionales, pasando por coches de menor cilindrada pero que respetan una marca determinada, y por supuesto las imprescindibles motos. Quizás la novedad sea la incorporación de furgonetas como una Escalade Cadillac, y que incorporan los pseudos-camiones en el juego. Eso sí, para amantes de la antiguallas podemos encontrar los míticos Cadillac de los años 60, prototipos de la nueva riqueza y que consumían cantidades industriales de gasolina. El juego está diseñado, sin ningún lugar a duda, para dar la oportunidad de probar grandes vehículos a gente sin tantos medios. Es como una especie de colección de coches de lujo, tal como se presentan en la revista DUB. Y todo ello con daños en los vehículos, incluso los licenciados, toda una muestra de respeto al espíritu original de la saga Midnight Club.