Games Workshop intenta cada vez con más afán acercar sus propiedades intelectuales (tanto Warhammer Fantasy como para Warhammer 40.000) a nuevos públicos, para lo que está lanzando una ofensiva en frentes como el cine o los videojuegos siempre intentando que los universos que proponen sean atractivos y más accesibles a quienes no los conozcan.
Las figuras de Games Workshop se mueven con bastante soltura en los videojuegos, sobre todo en el terreno de la estrategia. Tras el lanzamiento del excelente Total War: Warhammer de Creative Assembly el año pasado, ahora le toca el turno a Relic Entertainment con un nuevo capítulo de la serie Dawn of War, un juego desarrollado con todo mimo que recupera lo que más gustó a los jugadores de los capítulos anteriores y les añade unas cuantas novedades.
Una campaña diseñada como puerta de entrada a Warhammer y a la estrategia en tiempo real
En la campaña de Warhammer 40.000: Dawn of War III es donde Relic ha intentado acercar la franquicia a un público nuevo que no conozca a los marines espaciales, orkos y eldar o que no esté muy versado en la estrategia en tiempo real. "Queríamos que fuera una puerta de entrada", nos dice la diseñadora del juego, Caro Mastretta, y por eso el estudio ha apostado por personajes potentes con personalidades muy diversas que hagan que la historia sea más atractiva a los novicios.
Profundizando en esa intención, esos protagonistas pertenecen a las tres facciones y el jugador irá controlando a las tres en distintos capítulos. "Creíamos que la campaña sería mejor si contribuían a la historia los tres ejércitos, que tendría más impacto en la historia, pero no queríamos que pareciera una mera excusa.
Hay una buena razón para que cada ejército esté ahí y todos tienen un papel en la historia", explica Mastretta.
Jugar con distintas facciones tiene un segundo objetivo, muy importante para el multijugador: al controlar los tres ejércitos mientras juegas la campaña aprendes todas las características de las unidades disponibles y, más importante aún, aprendes a contrarrestar sus puntos fuertes. De ahí que sea aconsejable probar primero la campaña.
Así, cuando el jugador entre en el multijugador estará preparado, porque controlar el intenso y completo multijugador de Dawn of War III no es fácil. Que Relic quiera ampliar el abanico de jugadores no implica en ningún caso que haya simplificado el PvP. Al contrario, este modo es profundo y complejo inicialmente, por lo que es recomendable familiarizarse con -sobre todo- las nuevas unidades en la campaña y seguir los tutoriales del multijugador. Damos fe porque nos lanzamos a él sin el paso previo de jugar a la campaña.
Esos tutoriales comprenderán tanto el control de las tropas como la economía del juego ya que Dawn of War III recupera la gestión del primer juego y hay que conseguir tres tipos de recursos.
Cada partida se disputa en tres fases, cada una con un objetivo. El primero es romper el generador enemigo para conseguir que sus torres sean vulnerables, el segundo es acabar con la torre en sí y la tercera fase consiste en hacer estallar el núcleo de la base rival.
Los marines espaciales son la facción más fácil de entender, con cápsulas desplegables
Las tres facciones son radicalmente distintas entre sí. La más fácil de entender y controlar son los marines espaciales, con la posibilidad de atrincherarse. Cuentas con tres cápsulas en cuyo interior, cuando avanza la partida, puedes introducir unidades para luego desplegarlas en cualquier punto del campo de batalla de forma instantánea.
Los eldar utilizan el sigilo para avanzar, atacar rápidamente y desaparecer, y los orkos son muy gratificantes pero difíciles de controlar, y sus unidades mejoran rebuscando en la chatarra.
En la demo que jugamos había cinco líderes disponibles de cada facción, aunque en la versión final habrá más. Es importante decidir qué tres líderes eliges para cada partida. Cada uno de ellos consume unos puntos de liderazgo, en función de su potencia y sus habilidades especiales. Por ejemplo, el bibliotecario Jonah Orion consume 3 puntos de líder (los mismos que la eldar Farseer Macha), mientras que un exterminador utiliza 7 y hacen falta 10 puntos de líder para unir a tu ejército a Solaria.
Desde luego que impresiona ver sobre el terreno a una de las súper unidades, que suelen aparecer cuando el juego ya está avanzado ya que necesitan bastantes puntos de líder, aunque no tienen necesariamente que ser decisivas
Hay varias formas de conseguir puntos de líder, pero ayuda bastante controlar los puntos de recursos en el mapa marcados con un diamante morado, que es como se representan los puntos elite y están bastante disputados. También se obtienen puntos con el tiempo y según vas cumpliendo los objetivos establecidos para la victoria.
Si muere un líder hay un tiempo de enfriamiento antes de que pueda volver a luchar a tu lado
Estas unidades de élite tienen un papel bastante relevante en el juego, y hay que saber bien cuál desplegar y el momento para hacerlo, y acompañarle por las unidades que contrarresten sus puntos débiles si quieres mantenerlo durante toda la partida, ya que, si muere un líder, hay un tiempo de enfriamiento en el que no puedes invocarlo.
Al utilizar una de estas unidades durante la partida va ganando puntos de experiencia con los que va subiendo de nivel. Por lo que hemos visto, habrá diez niveles para cada unidad elite, y en cada uno de ellos hay recompensas, aunque no suelen afectar a la jugabilidad, sino que son opciones estéticas como la opción de usar el icono del líder para tu ficha de jugador o comprar elites y doctrinas con las calaveras que consigues en cada partida.
Relic ha decidido incorporar una capa más a la jugabilidad que puede modificar todo lo anterior con las doctrinas. "No se trata tanto de que tus unidades sean más fuertes como de que tengas las mismas oportunidades que el resto de jugadores", explica Mastretta. Hay doctrinas que potencian o matizan el efecto de las habilidades de las unidades elite y otras que afectan a diversas unidades o incluso a los edificios.
Estas doctrinas tienen efectos muy diversos, algunas permiten silenciar al enemigo, con otras puedes utilizar antes el rayo orbital de los marine, otras dotan a ciertas unidades con un escudo regenerador o aumentan la velocidad de las tropas en ciertas circunstancias.
Las doctrinas afectan a las habilidades de los líderes o a las de otras unidades del ejército y estructuras
Antes de la partida eliges tres doctrinas intentando que establezcan una sinergia con las características de las unidades elite que hayas elegido. Al introducir este elemento, se personaliza mucho más la forma de jugar, de forma que una misma facción jugada por dos jugadores puede tener diferencias considerables.
En un principio hay doctrinas que van asociadas a un líder, pero cuando vas consiguiendo experiencia a base de jugar partidas y suben de nivel tanto los líderes como el jugador, pasan a ser doctrinas propias del ejército de la facción.
Visualmente la diferencia respecto al Dawn of War anterior es considerable (no en vano han transcurrido seis años entre los dos juegos); las superunidades de tamaño gigantesco dan mucha espectacularidad a la batalla y algunos combates son muy vistosos, con numerosa unidades en acción. Para el lanzamiento habrá partidas 1v1, 2v2 y 3v3. Aunque la demo era para partidas de dos contra dos, también vimos algún mapa de uno contra uno y en todos ellos las sensaciones fueron buenas, divertidos de jugar y equilibrados.
Todos estos elementos (la acción en distintas fases o la introducción de modificadores de las habilidades de los líderes) parecen estar inspirados en los MOBA, y se unen a los elementos recuperados de los juegos anteriores de la serie para conformar un multijugador completo y con una estrategia muy viva que hay que ir modificando en cada partida, ya que antes de la pantalla de carga ves las características del ejército de tu rival y hay que adaptarse a ellas a la hora de desarrollar tus tropas y gestionar los recursos; no parece que vaya muy eficiente tener una sola configuración para todas las partidas.
Unos ingredientes muy jugosos para un multijugador profundo
El multijugador de Warhammer 40.000: Dawn of War III tiene ingredientes muy jugosos por su altísimo nivel de personalización y su necesidad de adaptar cada partida al ejército de tus rivales. También exige un conocimiento muy alto de las características de cada unidad en las tres facciones.
Con el nuevo modelo de campaña probablemente se verá en las partidas más variedad en las facciones elegidas, lo que hace el juego más interesante aunque probablemente el nivel de entrada al PvP sea demasiado alto para los jugadores menos expertos. Dentro de unas semanas llegará el momento de probar todo con la profundidad que tiene, ya que el juego sale a la venta (con los textos en español) el 27 de abril.
Estas impresiones se han escrito después de probar el multijugador durante tres horas en un evento celebrado en Londres donde también pudimos entrevistar a la diseñadora del juego, Caro Mastretta.