No hay dudas de que Relic se ha convertido en uno de los equipos de desarrollo más importantes del momento. Dentro del campo de la estrategia en tiempo real, han sabido crear un estilo propio que les diferencia del resto de competidores diseñando títulos tan exitosos como Warhammer 40.000: Dawn of War con todas sus ampliaciones -en este último caso desarrollada por otro equipo- o Company of Heroes y su expansión, que se han ganado el favor del gran público y la crítica en general. Ahora, regresan al brutal universo de Warhammer 40.000 para remodelar por completo las bases jugables del título original ofreciendo un cambio que muy pocos esperaban.
Guerra por escuadras
Si el primer título de esta serie estratégica destacó por sus altas dosis de acción aderezadas por determinados elementos del género rol, en esta ocasión el equipo de desarrollo ha decidido apostar por completo por esta vía dejando al margen cualquier elemento relacionado con la gestión de recursos y construcción de campamentos. Ahora, por tanto, todo girará en torno a las batallas entre nuestras escuadras y las tropas enemigas que prometen ponernos las cosas realmente difíciles.
Como nos mostraron durante la presentación del juego –el modo campaña-, de nuevo volveremos a encontrarnos con una superficie planetaria a conquistar. Sin embargo, ahora las misiones no consistirán únicamente en aplastar al enemigo, sino que éstas se presentarán de una forma más tradicional, es decir; ahora se nos encomendará ir en busca de determinados objetos en el escenario, aniquilar a un grupo de enemigos específicos, etc. Al respecto, la historia promete volver a cobrar un gran protagonismo, como comentaron los miembros del equipo de desarrollo, integrándose diferentes secuencias cinemáticas en las misiones, a las que acompañarán las clásicas conversaciones entre soldados que se nos mostrarán mediante pequeñas ventanas.
Dicho esto, resulta necesario ahondar en el principal cambio con respecto a lo visto hasta la fecha. En Dawn of War 2 debemos olvidarnos por completo de construir edificios en los que entrenar a nuevas unidades de combate. En esta ocasión, contaremos con un grupo de escuadras lideradas por un héroe que estarán especializadas en un tipo de combate determinado. Así, nos encontraremos con las clásicas unidades de infantería, tropas especializadas en la exploración del entorno, unidades pesadas… y los comandantes, que serán una pieza clave en la mayoría de escenarios. Pero además, aparte de escoger los cuatro batallones que mejor van a funcionar en la misión, deberemos decidir el equipo con el que descenderán a la superficie, así como las habilidades que deseamos activar.
Todas estas opciones, que iremos desbloqueando conforme avancemos en la aventura, potenciarán tanto el componente táctico del juego como su faceta de rol al basarse también en un sistema de subida de niveles mediante el cual, podremos invertir los puntos de habilidad en diversas mejoras para nuestras unidades (ya sea más potencia de fuego, mayor velocidad, resistencia, etc.). Si a este hecho le sumamos, como decimos, la necesidad de tener que escoger un equipamiento y habilidades concretas –estamos limitados a una serie de casillas en blanco- antes de cada misión, tenemos como resultado un título que destacará por la libertad que concederá al jugador en el sentido de que, dependiendo de todas estas opciones, nuestra forma de afrontar una u otra misión, que además podremos seguir con cierta libertad siguiendo el orden que deseemos, se modificará considerablemente.
En el caso de la misión que nos mostraron, los Marines Espaciales debían localizar ciertos recursos necesarios para traer de vuelta a la vida a un gran héroe de esta facción. El problema, como os podéis imaginar, es que un grupo de enemigos, en este caso los Tiránidos –que no serán una de las tres razas jugables-, se encontraban fuertemente asentados en la región, por lo que ésta no iba a ser una tarea sencilla.
Combina tus fuerzas
Con cuatro escuadras sobre la superficie planetaria, uno de los miembros del equipo de Relic inició la misión mostrándonos las diferencias entre cada una de las escuadras que había seleccionada. Éstas, que como decíamos estarán lideradas por grandes héroes de cada facción, contarán con su clásico repertorio de habilidades especiales que deberemos aprovechar al máximo para sortear cada uno de los obstáculos que tendremos que superar. Así, por ejemplo, si los enemigos se encuentran protegidos tras un muro, podremos ordenar a nuestras tropas especializadas en el combate pesado que lancen bombas sobre la posición reventando así la cobertura de los rivales. A partir de ese momento, tanto la infantería como las tropas de precisión podrán castigar con eficacia a todos sus enemigos desde la distancia, o en el caso de la infantería usar sus mochilas para impulsarse y caer brutalmente sobre los contrarios.
Al respecto, el motor de físicas resulta francamente espectacular, no ya solo porque los entornos sufrirán de una forma realista las devastadoras consecuencias de la guerra, sino también, porque gracias al mismo disfrutaremos de situaciones como el ver a los enemigos saltar por los aires, golpearse contra un muro, y ver como éste se derrumba. En este sentido, la figura del comandante se convirtió en una de las más espectaculares precisamente por efectuar una gran variedad de movimientos letales que jugaban con las físicas del juego.
No por nada, el comandante resulta vital en el desarrollo de cada misión. Como decíamos anteriormente, no tendremos edificios desde los que crear a nuevas tropas, y tampoco nuestros batallones se reforzarán indefinidamente como ocurría en el original. En este caso, deberemos acudir a unas zonas específicas para "comprar" un número muy limitado de unidades, lo que al final nos va a obligar a usar mucho la cabeza. Como destacaron en la presentación, no se busca crear otro título de estrategia en el que el jugador se dedica a lanzar unidades sin descanso sobre las posiciones enemigas. En este nuevo Warhammer 40.000 se pretende potenciar los combates tácticos, el que cada movimiento sea estudiado mínimamente para evitar bajas. Muertes que en algunos casos, como la caída de alguno de nuestros héroes, únicamente podrá reparar el comandante.
Especialmente relacionado con esta necesidad de combinar fuerzas, Dawn of War 2 contará con una opción de juego cooperativo que va a permitir a dos jugadores compartir fuerzas para superar cada misión. Aunque por supuesto, no se ha abandonado el clásico multijugador competitivo que sí nos lanzará de lleno en salvajes combates contra otros usuarios. Batallas que prometen ser realmente espectaculares, ya que el motor gráfico de esta nueva obra de Relic se muestra de lo más sólido, con unos entornos bien detallados, de grandes dimensiones, y que para colmo podremos destrozar. Igualmente, las tropas prometen ser tan fieles al juego de mesa como siempre, aunque en este caso sólo pudimos ver a los marines espaciales y a los tiránidos –Eldar y Orkos son las dos razas que podremos controlar junto a los marines-.
Por último, no faltarán tampoco los blindados, que sin duda serán nuestra mejor defensa contra alguno de los jefes finales que encontraremos en algunas misiones. En este caso, pudimos disfrutar de un enfrentamiento entre un tiránido realmente enorme, y uno de los tanques bípedos de los marines espaciales que con su lanzallamas, causó estragos entre las filas enemigas. También contaremos con algunas habilidades especiales devastadoras que podrán poner fin a la vida de muchos de nuestros enemigos en cuestión de segundos.
Opciones y más opciones para un título que, pese a conservar el espíritu del título original –básicamente todo se controla igual, y las unidades se comportan de forma similar-, ha sabido seguir adelante para presentarse como algo más que la típica continuación de un título de éxito. Y es posible que a muchos usuarios no les haga gracia el perder todo el sistema de gestión de recursos y construcción de centros de operaciones del original, pero verdaderamente, el juego promete seguir siendo tan divertido e intenso como siempre. Con un lanzamiento previsto para el tercer cuarto de 2009, el universo de Warhammer 40.000 volverá a ser sacudido por una cruenta guerra.