No vamos a negar que en Vandal tenemos cierta debilidad por los juegos de acción en primera persona de corte clásico. Tras toda la avalancha que hemos recibido en los últimos años de títulos orientados principalmente al multijugador y con campañas poco cuidadas que se limitan a repetir la misma fórmula una y otra vez, resulta muy refrescante cuando un estudio echa la vista atrás y nos trae juegos con acción desenfrenada, sin regeneración automática de vida, con niveles complejos, repletos de secretos y bien diseñados, y con la posibilidad de poder llevar encima todas las armas que queramos al mismo tiempo para así dar rienda suelta a todo nuestro potencial.
Por ello, no resulta de extrañar que juegos como el último Doom hayan tenido tanto éxito y se hayan convertido en nuevos referentes del género. Ahora 3D Realms, los creadores de Duke Nukem, han querido ir un paso más allá y crear un nuevo shooter totalmente retro y hasta las últimas consecuencias.
El resultado es Ion Maiden, un juego que ya está disponible en el Acceso Anticipado de Steam y que recupera el mítico Build Engine (el motor con el que se desarrollaron clásicos como Duke Nukem 3D, Blood o Shadow Warrior) para ofrecernos una frenética aventura con el mismo apartado audiovisual que predominaba a mediados y finales de los años 90, y, por supuesto, capaz de transmitir las mismas sensaciones en lo jugable.
En esta ocasión encarnaremos a Shelly "Bombshell" Harrison, una agente de la ley que debe detener a todo un ejército de robots asesinos que están desatando el caos por todo el mundo.
Como veis, el argumento es lo de menos y no deja de ser una mera excusa para contextualizar y justificar el hecho de que vayamos a liarnos a tiros con todo lo que se mueva durante las próximas horas.
En esta demo de Acceso Anticipado nos han permitido probar dos niveles, los cuales nos han parecido toda una declaración de intenciones de lo que pretenden conseguir con su versión final.
Como decimos, se trata de un juego de acción en primera persona muy clásico, de esos que ya casi no se hacen, por lo que tendremos todos los elementos que hicieron famoso al género durante sus primeros años de vida, es decir, multitud de armas que podemos llevar a la vez, acción frenética y constante, niveles laberínticos y repletos de secretos, gore sin tapujos, algunos puzles ligeros, llaves en forma de tarjetas de colores para abrir puertas y abrirnos camino, atajos, botiquines para recuperar salud y armaduras para aumentar nuestra defensa, etcétera.
Probablemente lo que más nos ha llamado la atención de todo el conjunto haya sido su diseño de niveles, realmente bueno. Las fases son gigantescas y no paramos de encontrar zonas ocultas u opcionales, multitud de caminos interconectados entre sí, zonas muy variadas (al aire libre, dentro de edificios, subterráneas, subacuáticas) que se van sucediendo entre sí con total naturalidad, atajos para llegar de un lado a otro, puzles (casi todos consistentes en encontrar alguna tarjeta llave o en pulsar interruptores), mucha verticalidad...
Es un auténtico gustazo recorrer sus mapeados, ya que están repletos de sorpresas y situaciones únicas que nos hacen estar en constante alerta y con el dedo preparado en el gatillo para llenar de plomo a todo aquel que ose cruzarse en nuestro camino.
A nivel jugable también funciona genial, ya que nuestra heroína se mueve a toda velocidad y hay tantos enemigos que no tendremos tiempo ni para respirar ni para aburrirnos mientras vigilamos nuestros medidores de salud, armadura y munición. Eso sí, aquí se ha implementado un pequeño detalle de "modernidad" al obligarnos a recargar las armas cuando se vacíen sus cargadores, algo que nos ha chocado un poco con el diseño tan retro que tiene el título.
Otro aspecto que no nos ha convencido demasiado es el diseño tan genérico que tienen tanto los enemigos como las armas que podemos llevar, demasiado simples y faltos de originalidad o personalidad, por lo que esperamos que esto sea algo que mejore de cara a su versión final. A fin de cuentas, uno de los grandes placeres de los juegos de la época lo teníamos en las armas tan locas y exageradas que podíamos llegar a utilizar (¿quién no recuerda ese Shrinker de Duke Nukem 3D para reducir el tamaño de nuestros enemigos y posteriormente aplastarlos de un pisotón?), por lo que nos extrañaría que lo aquí mostrado sea muy representativo del título completo, ya que todo son granadas, pistolas, ametralladoras y escopetas de toda la vida.
Por supuesto, tampoco faltarán grandes jefes finales y en esta demo ya hemos podido enfrentarnos a uno que parece sacado directamente de Robocop por su diseño. Esta batalla no tiene mucho misterio en cuanto a mecánicas, ya que se trata de una esponja de balas a la que tenemos que llenar de plomo sin poder pararnos ni un solo segundo para esquivar sus ataques al mismo tiempo que nos asedian hordas de enemigos comunes, dando como resultado un enfrentamiento muy intenso y entretenido.
En lo que respecta a su apartado gráfico, las imágenes que acompañan a este artículo hablan por sí solas. A pesar de su aspecto retro, también hay que destacar que se ve bastante mejor que los títulos de los 90, ya que incluye texturas mucho mejores y con más resolución, efectos más elaborados y compatibilidad con las resoluciones y formatos de pantalla actuales.
Finalmente, del sonido decir que tenemos una banda sonora más o menos movida que se limita a acompañar la acción sin muchas más pretensiones, efectos muy reconocibles de la época y un doblaje que nos permitirá escuchar a su protagonista realizando todo tipo de comentarios jocosos, socarrones e irónicos que hacen de ella una especie de versión femenina de Duke Nukem.
Como veis, nuestras primeras impresiones con Ion Maiden han sido muy positivas. Realmente transmite la sensación de ser un juego desarrollado a finales de los 90 y que ha viajado en el tiempo para lanzarse en pleno 2018, manteniendo intactas todas las virtudes de una de las eras doradas del género.
Tenemos muchas ganas de comprobar si realmente conseguirá estar a la altura de los clásicos a los que aspira a emular, pero, desde luego, lo mostrado hasta el momento ha conseguido ilusionarnos y hacernos pasar un muy buen rato.
Hemos realizado estas impresiones con un código de Acceso Anticipado que nos ha facilitado 3D Realms.