En el 2009, los jugadores de World of Warcraft estábamos inmersos en una gigantesca campaña por las frías tierras de Rasganorte (Northrend) para acabar de una vez por todas con el Rey Exánime. Antes de que se abrieran las puertas de su fortaleza, la Ciudadela Corona de Hielo, la Cruzada Argenta convocó un torneo especial tanto para la Horda como para la Alianza con el fin de entrenar y preparar a los héroes que liderarían el asalto (aunque como muchos sabréis, esta competición fue bastante accidentada), ofreciendo en los alrededores, además, todo tipo de actividades secundarias con las que pasar el tiempo.
Ahora ese nuevo y titánico éxito de Blizzard que es Hearthstone: Heroes of Warcraft, un título gratuito que en apenas un año ha conseguido superar los 30 millones de jugadores y de facturar mensualmente 20 millones de dólares, ha optado por escoger este momento de la longeva historia del exitoso MMORPG como inspiración para su segunda gran expansión de cartas (cuarta si queréis contar las dos aventuras para un jugador que se han lanzado hasta el momento).
Por lo tanto, gracias a El Gran Torneo se ha añadido la nada despreciable cifra de 132 nuevos naipes, o lo que es lo mismo, muchas herramientas más con las que desarrollar todo tipo de nuevas estrategias, dotando al título de una profundidad de juego mayor, algo que los usuarios más veteranos del género llevaban demandando desde hace tiempo.
Al igual que ocurrió con Goblins vs. Gnomos, los sobres en los que podremos conseguir las cartas de El Gran Torneo son independientes de los básicos (Clásicos) y de los de la expansión anteriormente mencionada. Su precio sigue siendo el de siempre: un sobre por 100 de oro, o dos o más a cambio de dinero real.
Un detalle muy interesante de esta expansión es que se ha querido recrear con ella la sensación de estar compitiendo en un duelo clásico medieval, aunque usando para ello cartas, por lo que se ha aprovechado la ocasión para incluir dos nuevas e interesantes mecánicas de juego que se suman a las ya existentes.
Para empezar tenemos un nuevo Grito de Batalla (las cartas que tienen esta habilidad hacen algo cuando las bajamos a la mesa) que cuando se activa hace que cada jugador tenga que revelar un esbirro de su mazo. Si somos nosotros quienes lo hemos utilizado y nuestro naipe tiene un coste mayor obtendremos algún tipo de ventaja, aunque si perdemos no tendremos ningún tipo de penalizador.
Este nuevo tipo de carta puede ser algo aleatoria, pero si nos sale bien la jugada nos permiten hacer cosas muy interesantes, por lo que siempre suele haber algo de emoción cuando las usamos, enfrentando nuestros naipes con los del rival como si de una justa medieval se tratara (además, casi todas las cartas que tienen este efecto suelen ser de algún jinete con su montura).
Por otra parte, la segunda mecánica de juego que se ha añadido (y la más importante desde nuestro punto de vista) es "Inspirar". Los esbirros aliados que tengamos en juego con esta habilidad realizarán un efecto especial cada vez que utilicemos nuestro poder de héroe, permitiéndonos invocar nuevas criaturas, que el resto de criaturas se potencien, etcétera, lo que da pie a muchas estrategias y a combos realmente devastadores si planificamos bien nuestro plan de acción y nos salen las cartas adecuadas.
Además de estas, también tenemos un buen puñado de cartas con efectos tradicionales y clásicos, aunque con los números lo suficientemente cambiados como para que no se sientan "repetidas" y tengan algo que ofrecer a la hora de construir nuestro mazo. En cuanto a las nuevas legendarias, casi todas son realmente buenas y en algunos casos, como la de Varian Wrynn (carta exclusiva para guerreros de coste diez, fuerza 7 y vida 7 que al entrar en el campo de batalla nos hace robar tres cartas y poner en juego los esbirros que nos hayan salido entre ellas) se convierten en auténticas imprescindibles para ciertos tipos de mazos, por lo que os recomendamos ahorrar unos cuantos polvos arcanos para crear las que necesitéis.
Otro cambio muy interesante lo encontramos en el nuevo sistema de recompensas por jugar en las partidas con rango. Para evitar que los usuarios lleguen a un rango determinado y dejen de jugar para evitar perder posiciones antes de que acabe la temporada, ahora nuestro registro mantendrá el puesto más alto al que hayamos llegado, incluso aunque bajemos de rango, por lo que podremos jugar sin miedo para intentar llegar lo más arriba que podamos.
Además, dependiendo de hasta donde hayamos llegado (empezando a partir del rango 20, por lo que al menos nos tocará subir cinco posiciones), al final de la temporada se nos entregará un cofre con cartas doradas, un dorso especial y varios polvos arcanos. Mientras más arriba lleguemos, mejores serán sus contenidos. Son cambios pequeños pero muy acertados que animan a jugar mucho más y sin tanta presión.
Finalmente, la última novedad de esta expansión la tenemos en la inclusión de un nuevo tablero temático en el que competir, algo que no afecta en nada a la jugabilidad, pero que nunca está de más a la hora de tener cierta variedad visual. Por cierto, compitiendo en la Arena también podréis obtener ahora sobres de El Gran Torneo, sumándose estos a los Clásicos y de Gnomos vs. Goblins.
En líneas generales, El Gran Torneo nos da justo lo que promete: más cartas, más posibilidades, nuevas estrategias y nuevas mecánicas que hacen de este nuevo éxito de Blizzard un juego todavía más completo y profundo que nunca. Quizás al haber tres tipos de sobres entre los que escoger, los nuevos usuarios se sientan un poco intimidados a la hora de ponerse al día, pero eso no quita que sigamos estando ante un título que no tarda ni cinco minutos en atraparnos para tenernos enganchados durante meses. Así pues, ¡a jugar!