El pasado marzo os hablamos de Eiyuden Chronicle: Rising, una especie de aperitivo para Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes, el sucesor espiritual de Suikoden que triunfó en su campaña de financiación en Kickstarter gracias a que detrás tenía a algunos de los creadores de la serie de Konami, entre ellos Yoshitaka Murayama. Rising apenas era uno de los objetivos adicionales, lo cual hacía pensar que se trataba de algún tipo de minijuego o demo de Hundred Heroes. Nada más lejos de la realidad, Rising es un RPG 2’5D –gameplay 2D, gráficos 3D- que nos sorprendió en el primer contacto, quizás sin hacer nada especial, pero sí más de lo que esperábamos. Y con el juego final os podemos decir que esta aparente sencillez se convierte en uno de los aspectos que más nos ha gustado.
Tres héroes unen sus fuerzas
Eiyuden Chronicle: Rising comienza con CJ, una aventurera que llega a una pequeña aldea que ha sufrido terremotos y algunos desastres. No era el objetivo de la joven, pero por una razón u otra terminará ayudando a la población de la ciudad que anda necesitada de una mano extra. Puede ser para encontrar un gato extraviado en el bosque, un ciudadano o –en muchos casos-, recursos para mejorar los establecimientos de la zona. Sí, Rising nos permite recuperar las tiendas que en nuestro primer paseo aparecen completamente derruidas, de manera que todos esos materiales que vamos consiguiendo en la expedición por las "mazmorras" se pueden convertir en mejoras de armas, armaduras, alimentos, etc. una vez el establecimiento está en marcha.
Pero no hablamos de un complejo gestor de ciudad ni un completo RPG, ya que no hay elección por parte del usuario de qué mejorar con la subida de nivel y las misiones caen en su mayoría en la categoría de recadero. Lo que define el gameplay es la parte de acción y plataformas. Una vez la historia –con textos traducidos al español- o las misiones secundarias nos dan un tipo de encargo, la solución suele pasar por explorar las regiones más salvajes donde los ciudadanos no se atreven a entrar. Las plataformas son fáciles, este no es un juego de precisión, y el combate tampoco plantea grandes problemas siempre y cuando el nivel y equipo –que son los que dictan el daño que hacemos o resistimos- estén al día.
Estas cuevas o bosques tienen un toque metroidvania, pero al igual que otras mecánicas de Rising, todo muy ligero. El objetivo de cada misión es bastante concreto: conseguir una cantidad de materiales, derrotar a un jefe o encontrar a un personaje, y una misión posterior nos puede pedir avanzar un poco más en este bioma gracias a alguna herramienta o habilidad que antes no teníamos. De ahí ese diseño un poco abierto, pero a la vez, suficientemente guiado como para que no tengas que pelearte con mapas laberínticos; unos puntos de guardado y teletransporte también ayudarán a ir allí donde deseemos para, por ejemplo, romper una roca que obstaculizaba nuestro progreso.
CJ no es la protagonista de Eiyuden Chronicle: Rising pero no el único personaje jugable, pues hay dos más para controlar durante la acción, Garoo e Isha. Básicamente, cada uno se adapta a un estilo de juego concreto: CJ es rápida y cuenta con un desplazamiento para evadir ataques, mientras que Garoo golpea con fuerza gracias a su espada –que además abarca un área de daño importante- y bloquea ataques, pero es más lento y no resulta tan útil contra enemigos ágiles; Isha, en cambio, está dedicada a los ataques a distancia con magia. Todos serán necesarios para superar obstáculos del escenario o la colección de animales y monstruos más o menos agresivos, así que disponemos de un botón para intercambiar rápidamente de uno a otro.
Estas batallas pecan de simpleza por los escasos movimientos de ataque de los personajes, aunque debemos verlo más en su conjunto, con las combinaciones del trío protagonista. Existe una opción para que estos combos sean más automáticos, intercambiando personajes según el número de ataques, algo que destapa más las virguerías que se pueden hacer si alternamos al vuelo entre los compañeros. No llega a los niveles de un hack’n slash 2D, pero ciertamente deja espacio para ser creativos con nuestro grupo. Realmente el juego no arranca hasta pasadas varias horas, cuando disponemos de los tres personajes, las tiendas más importantes y empiezan a aparecer enemigos para los que ya no es aconsejable atacar a corta distancia.
Eiyuden Chronicle: Rising abarca un poco de rol, plataformas y combate, nada especialmente profundo o brillante, pero la acción directa de Rising sin duda va a encontrar su público. Tiene algunas particularidades que no gustarán a todos, como ese progreso con misiones de recadero y la cantidad de veces que vamos a pasar por los mismos escenarios para ir avanzando poco a poco; es inevitable pensar que está diseñado así para alcanzar las 15 horas con un contenido un poco limitado.
Entonces, ¿es un juego aburrido y genérico? Lo curioso del tema es que de alguna manera Natsume Atari ha logrado una sinergia con estas piezas para que la suma sea más positiva de lo que se podría pensar. Quizás sea por su trama simpática, con pequeños golpes de humor, que poco a poco nos va presentando el mundo y algunos personajes -que luego veremos en Hundred Heroes-, o porque tampoco hace falta más envoltorio para divertir, tal y como hacían muchas aventuras similares en los 32 bits –en las que se inspira en varios aspectos-.
Un juego muy alegre y colorido
Eiyuden Chronicle: Rising supone un giro de 180º respecto a la ambientación de otro lanzamiento indie de estas fechas, Trek to Yomi. El juego que nos ocupa presenta gráficos muy coloridos, y aunque no siempre mantiene el mismo nivel –no todas las localizaciones dan el mismo juego-, más de uno se sorprenderá por la belleza de sus bosques. Recuerda a esas aventuras 2,5D –también por su música- de finales de los 90 pero, obviamente, con una cantidad de detalle mucho mayor.
El único punto que no ha terminado de convencernos del todo quizás sea el de los personajes y enemigos, no porque sean 2D, sino por las animaciones que recordarán a aquellos juegos para web en Flash de hace unos años. Por supuesto animar con un estilo más tradicional –Indivisible, Cuphead, Jotun…- resulta más costoso, pero habría ganado en expresividad.
Conclusiones
Eiyuden Chronicle: Rising es más que un prólogo anecdótico de Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes y se puede jugar como un plataformas de acción independiente. Anda justo de ambición y varios aspectos –incluyendo el rol- son muy superficiales, pero las sensaciones son positivas siempre que sepamos qué exigir a una aventura de estas características que en ningún caso aspira a reinventar el género, sino a complementar al sucesor de Suikoden, tal y como hicieron anteriormente Gensō Suikogaiden, Suikoden Tactics u otros spin-off con la saga de Konami. Ahora queda lo más complicado: esperar la salida de Hundred Heroes en 2023.
Hemos realizado este análisis con un código de la versión PS5 facilitado por 505 Games.