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Género/s: Shoot'em up / Shooter
Fecha de lanzamiento:
PC, XSX, XBOne, PS5, PS4:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Deep Silver Fishlabs
Producción: Deep Silver
Distribución: Steam
Precio: 39.99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: -
ANÁLISIS

Impresiones Chorus: Batallas espaciales con un toque de rol

Los creadores de Galaxy on Fire dan el salto a consolas y PC con una aventura galáctica de redención donde destaca el control de una nave con entidad propia.
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Actualizado: 16:12 25/9/2021
Versiones PC, Xbox Series X/S, PS5, Xbox One, PS4. También disponible en Xbox Series X/S, Xbox One, PlayStation 5 y PlayStation 4.

El género de los juegos de combates de naves espaciales, fuera de la escena más independiente, no vive su mejor momento. De hecho, lleva muchos años sin hacerlo. Por eso, cuando en el Inside Xbox de mayo de 2020 se mostró Chorus, llamó la atención de muchos; probablemente de los mismos que a finales del mismo año alabaron el sorpresivo Star Wars: Squadrons. Más de año y medio después, el próximo 3 de diciembre, el shooter espacial de Fishlabs llegará a PC, PS5, PS4, Xbox Series X/S, Xbox One y Google Stadia.

En Vandal hemos charlado con sus creadores, los mismos que lanzaron en móviles y Switch Galaxy on Fire, y hemos tenido la oportunidad de probar una demo de una hora que nos ha dejado con ganas de seguir descubriendo más de su universo, del dúo protagonista, y sobre todo, de sus batallas. Nos han convencido muchas cosas y nos han dejado con dudas otras tantas, pero es innegable que la propuesta, con un acabado a medio camino entre el AA y la superproducción, se percibe fresca en 2021.

Nara: una historia de rendención

La trama de Chorus es una historia de redención, de cómo seguir adelante cuando el pasado te atormenta, de venganza y de liberación de yugos. El protagonismo se comparte, aunque controlamos a los dos individuos a la vez en todo momento. Nara es una poderosa mujer que ha pasado los últimos años en el exilio tras hacer algo horrible cuando pertenecía al Culto, una organización religiosa que domina toda la galaxia y apacigua los conflictos con puño de hierro. Forsaken es su nave sintiente, única, abandonada y encerrada por Nara durante su exilio.

Juntas tienen el objetivo de acabar con el Culto que tanto dolor ha causado a ambas y a toda la galaxia. Por ello ayudarán a los miembros de la diezmada resistencia a alzarse contra la tiranía de una organización que promete un mundo pacífico y homogéneo. La narración se articula a través de escenas cinematográficas, de conversaciones por radio con otras naves y de charlas entre Nara y Forsaken. Tampoco le falta su toque de misterio: Nara tiene constantemente visiones de un templo alienígena que la llama y parece que será una piedra angular de la historia.

Nara y Forsaken se vengarán del Culto usando sus poderes y sus armas.

No es un argumento tremendamente original, pero tiene los mimbres para funcionar, para conseguir que un juego de batallas de naves nos implique de manera emocional. Sin embargo, lo que hemos podido ver hasta ahora del guion nos ha parecido bastante flojo, sobre todo en lo que respecta a Nara. Replicando en cierto modo a juegos como Hellblade: Senua’s Sacrifice, a veces oímos los pensamientos de la atormentada protagonista, pero no nos acaban de funcionar: se perciben como demasiado intensitos. Aunque, claro, en nuestra demo nos faltó el contexto del inicio de la aventura y el posterior desarrollo del personaje.

Forsaken: una nave ágil en una galaxia quebrada

La dualidad protagonista se refleja también en el gameplay. Mientras que Forsaken, a quien controlamos directamente (nunca bajamos de la nave más allá de en algunas escenas cinematográficas), lleva la artillería, Nora tiene sus poderes. Aunque no tuvimos la oportunidad de trastear con ello, desde Fishlabs nos adelantaron que habrá que encontrar una mezcla apropiada para cada jugador entre la cantidad de armas y la cantidad de poderes que podemos equipar.

La Galaxia intenta recuperarse tras una larga guerra.

Entre las armas tenemos un cañón láser, un lanzador de misiles y una ametralladora, y podemos cambiar al vuelo entre ellas, algo que se exigía en las batallas. Los distintos tipos de enemigos, de naves de diferente tamaño a torretas instaladas en rascacielos estelares, son más vulnerables a un arma u otra. Además, en el garaje disponible en la estación de cada mundo se puede ajustar la potencia, la cadencia de disparo, el enfriamiento y otras características de las armas.

Controlar la nave es satisfactorio, tanto por el comportamiento de la misma como por el diseño de los escenarios. Es un control totalmente arcade y muy ágil: el turbo ilimitado nos permite recorrer las grandes distancias que separan los puntos de interés de los mundos abiertos, de ciudades construidas en un cinturón de asteroides a estaciones mineras, áreas en las que movernos por libertad y que están conectadas a través de puertas de velocidad luz.

La esquiva es rápida, pero es necesario pulir cómo el juego te indica que vas a recibir un impacto. El desplazamiento en 360 grados puede desorientar, pero los escenarios están diseñados de modo que siempre haya algo que resalta para indicar dónde es arriba y dónde es abajo. El derrape permite maniobrar para colarse entre asteroides y en el interior de las grandes naves enemigas, pero su utilidad principal se desarrollará en el templo alienígena antes mencionado, y que nosotros no pudimos probar. Se trata de un área que recuerda a los elementos más alienígenas de Control: nos obligará a recorrer espacios muy estrechos y que, según Fishlabs, tiene una estructura de metroidvania: se van abriendo más zonas conforme consigamos los poderes, denominados Ritos, para acceder a ellas.

Los Ritos son las habilidades de Nara. En nuestra demo había dos, pero la interfaz dejaba claro que habrá varios más. Uno de ellos es una suerte de sonda. Al activarla, se resaltan en pantalla los puntos de interés: créditos dispersos por el escenario, posibles misiones secundarias, la zona o zonas a las que hay que acudir para continuar la misión activa y los enemigos. La otra es mucho más interesante. Un teletransporte que con una pulsación de botón nos coloca detrás de la nave que tengamos en el objetivo.

El templo alienígena promete ofrecer momentos con un ritmo más pausado y narrativo.

Esta habilidad es la que logra que los combates sean muy dinámicos: constantemente estamos utilizando el turbo para huir, cambiando de armas, esquivando láseres, derrapando (una vez dominado, pues no es fácil) y usando el teletransporte para cazar ese caza que se nos escapa; la dificultad está muy ajustada, quizá al alza, pero en algunos casos no se indica con precisión lo que hay que hacer en una misión o cómo derrotar a un enemigo, lo que genera situaciones frustrantes.

Los Ritos, que gastan una barra de poder que se va restaurando, prometen ser el elemento principal que refresque una fórmula, la del shooter de naves tridimensional, que está muy vista aunque algo olvidada; y si los siguientes por desbloquear son tan contundentes como el teletransporte, conseguirán mantener la atención del jugador.

Luce muy bien, sobre todo por el diseño de escenarios.

Decisiones y libertad en el espacio

También tiene potencial la vertiente rolera de Chorus, aunque en nuestra breve demo era muy superficial. No hablamos solo de la compra de mejoras y la personalización, sino de actividades secundarias y decisiones. A lo largo de los distintos mundos encontraremos gente con problemas o que simplemente nos proponen un reto. Así, habrá batallas opcionales, lugares recónditos que explorar gracias a una secundaria, actividades alternativas como carreras de naves… Algunas de ellas comenzarán con algo poco importante, pero según Fishlabs, pueden iniciar una cadena de misiones que lleve a situaciones de más peso.

Tendremos cierta potestad sobre el destino de la galaxia con algunas decisiones.

Respecto a las decisiones, en una de las misiones de la demo apoyamos a naves de refugiados eliminando a las naves del Culto que los perseguían; en una de ellas, unos piratas ingenieros se ofrecían a prestarles apoyo. Nara tiene la potestad de aceptar la ayuda o de eliminar a los piratas. Si hubiéramos elegido esta última opción, habría impactado al combate final de la prueba.

Con los pocos exponentes del género en la esfera del AA, y no digamos ya del AAA, Chorus promete ser una propuesta muy atractiva para todos aquellos que quieran un shooter de naves espaciales que vaya más allá en lo técnico y en su ambición de lo que un indie puede permitirse. Además, los Ritos o habilidades parece que aportarán variedad a la fórmula. Además, sus elementos RPG y una trama que tiene el potencial de tratar temas interesantes que pueden llamar la atención de todo tipo de jugadores. Habrá que estar pendientes al próximo 3 de diciembre.

Hemos realizado estas impresiones tras acudir a una presentación digital invitados por Koch Media y recibir un código para Steam. El PC utilizado tiene una Nvidia RTX 3070 8 GB, un AMD Ryzen 5600 X y 32 GB de RAM.