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Fecha de lanzamiento:
GCN:
También en: PC
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Nintendo
Producción: Nintendo
Distribución: Nintendo
Precio: 59.95 €
Jugadores: 1-4
Formato: 1 GOD
Textos: Español
Voces: Inglés
ANÁLISIS

Avance Geist

Nintendo y N-Space preparan este poco convencional juego en primera persona en el que seremos... un espíritu.
Versión GameCube. También disponible en Ordenador.

Desde el lanzamiento de Nintendo Gamecube, sus máximos responsables, con Satoru Iwata y Shigeru Miyamoto a la cabeza, no se cansaron de repetir hasta la saciedad la temática adulta que iban a tener muchos de sus juegos, sin renunciar, eso si, a las señas de identidad de toda la vida. Querían quitarse ese sambenito que les había clasificado como infantiles en la generación anterior, con una consola que nos dejó obras maestras (infantiles o no caso aparte) como Super Mario 64, The Legend of Zelda: Ocarina of Time, y grandes juegos como Banjo & Kazooie, Diddy Kong Racing, Super Mario Kart 64 y un largo etcétera.

La primera tarea para ello, fue hacerse con la exclusividad (de "mentirillas" como se ha podido comprobar con el paso del tiempo) de la saga más terrorífica de Capcom: Resident Evil. También encargaron a los canadienses Silicon Knights la realización de un juego con un marcado carácter adulto como Eternal Darkness: Santity´s Réquiem. Sin embargo, no solo de "survival horrors" y aventuras con sangre se nutre el videojugador "mature". En ese sentido, otro de los que géneros en los que tienen que existir títulos para dar y tomar si una compañía quiere que su consola esté destinada a público de todas las edades, es el de los FPS (first person shooter o juego de acción en primera persona, que aunque no tiene el mismo glamour dicho en castellano se entiende con menores problemas).

En Nintendo 64 se pudieron disfrutar de grandes joyas del género con cartuchos tan inolvidables como Goldeneye 64 o Perfect Dark, que dejaron un inmejorable sabor en el paladar de sus usuarios. Las secuelas o nuevas creaciones de los mismos desarrolladores (Rare), quedaron en agua de borrajas al materializarse la compra de la compañía británica por parte de Microsoft. Ante este panorama, y con el eterno dilema de las dificultades que tiene Nintendo para que terceras compañías desarrollen en su plataforma, la desarrolladora japonesa se encontró con un vacío significativo en el futuro más inmediato de su catálogo de juegos.

Lo cierto es que, a medida que nos hemos ido introduciendo en la generación actual de consolas, han ido desembarcando diferentes títulos del género como Judge Dredd, Die Hard: Vendetta o Serious Sam: Next Encounter. Pero, tal vez, los FPS más meritorios con los que cuente Gamecube en su catálogo sean las dos entregas de Time Splitters de Free Radical, el juego de acción bélico ambientado en la segunda guerra mundial Call of Duty (Activision) y la saga Medal of Honor de Electronic Arts con las entregas Frontline y Rising Sun. Todos ellos multiplataforma, y con conversiones más o menos loables en los diferentes casos.

Para suplir esa carencia de títulos exclusivos en el género, se está terminando de completar una de las grandes apuestas de la gran N para su consola de sobremesa en el año 2.005, y uno de los títulos más esperados por sus usuarios (sobre todo después de que Resident Evil 4 haya sido puesto a la venta). Desarrollado por la casi desconocida n-Space, con la colaboración activa de Nintendo (se dice que el propio Miyamoto sigue de cerca el proyecto), Geist fue descubierto para parte del gran público en el E3 (Electronic Entertainment Expo) del año 2003. Un apartado gráfico que dejaba bastante que desear, y breves pinceladas acerca de su novedoso estilo de juego, mostraban a las claras lo primitivo de su estado de realización.

En la siguiente edición de la feria más importante de los videojuegos, Geist manifestaba una mejoría evidente, un aspecto técnico más avanzado, más acorde a lo que se le debe exigir a un proyecto de tal envergadura, y con un argumento mucho más definido en el que adoptamos el papel de John Raimi, un agente de "control de enfermedad" del gobierno federal, que ha sido enviado junto a su equipo para investigar la sombría Volks Corporation. Por circunstancias de la misión, las cosas se comienzan a torcer y John es secuestrado y sometido a un horroroso experimento que divide su cuerpo físico de su espíritu. Ahora con esta nueva forma espectral el agente tendrá la posibilidad de caminar como un fantasma por las localizaciones de la compañía para, asustando previamente a sus presas, poseer sus cuerpos, descubrir los secretos que encierra Volks Corporation y, sobre todo, volver a recuperar su forma humana.

A diferencia de la mayoría de los shooters de la actualidad, Geist, trata de ir más allá en el apartado jugable incluyendo importantes novedades. En primer lugar, al manejar el alma de John Raimi, seremos capaces de introducirnos en cuerpos ajenos como los de soldados, perros o una especie de ratón hasta completar más de una docena de formas únicas, y manipular sus armas, sus habilidades e incluso su memoria para cumplir los objetivos propuestos, como puede ser el caso de pasar a un nuevo habitáculo por una puerta, que se abre con un escáner de retina de un agente de aduanas concreto (los fantasmas de Geist, no pueden traspasar paredes, porque en los años en que se desarrolla el juego, se han implantado sistemas detectores para dicha función).

Sin embargo, capturar esas siluetas no será algo que se pueda hacer de buenas a primeras, sino que tendremos que asustarlas para posteriormente hacernos presa de ellas. Para meterles el miedo en el cuerpo, tendremos la posibilidad de utilizar diferentes técnicas, como manejar objetos, moverlos y crear así la incertidumbre en la forma humana que vayamos a poseer. Pero eso es solo un ejemplo, ya que también podremos interferir en la electrónica o filtrarnos por las grietas con el mismo objetivo. Es decir tendremos que explorar el entorno que nos rodea para intentar encontrar la solución más eficaz posible. De este modo, la exploración y el ingenio se complementarán a lo largo de muchas fases del juego, haciéndonos pensar cómo podemos abrir una puerta que tiene una única tarjeta de entrada, y que está en manos del guardia de seguridad de turno...

Por otra parte, cuando John no controle a ningún personaje, adquirirá su forma fantasmal, que seguirá teniendo vida propia y podrá ser asesinado. Además, si el humano o animal poseído está moribundo, el espíritu intentará liberarse de él, ya que si no es capaz de hacerlo antes de que éste fallezca, él también morirá terminando así la aventura. Este efecto, unido a que la fuerza espiritual del espectro irá perdiendo vida a medida que más tiempo pase fuera de una forma humana o animal, y viceversa, tratará de aportar mayor dinamismo al juego, y hará que el jugador esté en una continua búsqueda de nuevas formas a las que adherirse.

También tendremos fases de acción en las que nos abriremos paso ante los enemigos para poder continuar en nuestro proceso de "reintegración". Para ello contaremos con un arsenal del que se conoce que habrá disponibles una escopeta, una pistola y un rifle de asalto, aunque lógicamente su número será ostensiblemente superior en la versión final.

A nivel gráfico, Geist ha sufrido una notable evolución desde que se difundieran sus primeras imágenes allá por el año 2.003. Los modelados de los personajes se muestran mucho más definidos y mejor detallados, y las animaciones son más naturales. El juego en general goza de mayor nitidez, todo ello apoyado en el motor gráfico 3D que n-Space ha creado para la ocasión. La ambientación del juego es una de las cosas que destaca sobremanera. Una atmósfera tenebrosa nos dará pie a vivir situaciones que se sucederán en prisiones sucias rodeadas de elementos oxidados o en habitaciones con aparatos de alta tecnología. Además, las armas que recogeremos del suelo estarán bañadas en sangre creando un efecto mucho más realista en el juego, y la mayor parte del mismo se desarrollará por escenarios cerrados, dentro del laboratorio Volks Corporation.

Por otro lado, también se incorporarán numerosos efectos especiales, entre los que cabe destacar un filtro que, cuando estemos en forma "geist", difuminará la pantalla y se conseguirá un resultado más borroso tratando de crear una mayor sensación de inmersión en el juego. Finalmente, la última creación de los desarrolladores de Mary-Kate and Ashley: Sweet 16 y Duke Nukem: Time to Kill, incluirá un multijugador, en el que podremos jugar a modos de juego que combinarán los combates en primera persona, con la mecánica de posesión única de fantasmas, y que promete redondear una de las grandes esperanzas de Nintendo para relanzar el catálogo de su consola de sobremesa, Gamecube.

En definitiva, este juego incorporará un concepto de juego bastante novedoso a un sector que está muy necesitado de ideas frescas, y del que encontramos un único antecedente en la industria, Messiah de Shiny Entertainment. Geist no será un shooter al uso. Sus fases de exploración, sus resoluciones de puzzles y los toques de aventura, dotarán al juego de una profundidad, que en muchas ocasiones nos hará dudar si estamos delante de un FPS o de un FPA (first person adventure), género inaugurado en esta misma consola con Metroid Prime.