Somos muchos los aquí presentes que disfrutaron en su momento con los Pokémon Rojo y Azul en la Game Boy original –o con sus escasos colores en la Game Boy Color–, y si bien no podemos negar que la saga ha ido evolucionando visualmente, la transición nunca ha sido tan latente como ahora. De los que disfrutaron en su momento con los Pokémon Rojo y Azul, también hay muchos que no se podían creer lo que veían cuando los Pokémon en 3D combatían en Pokémon Stadium en Nintendo 64.
Ahora, por fin, ambas experiencias se fusionan, y tenemos un nuevo título que, con toda la profundidad de las entregas portátiles, se apoya en unos gráficos dignos de alabar para conseguir crear una experiencia mucho más inmersiva y atractiva.
Los que siempre soñaron con ese Pokémon portátil "con buenos gráficos" probablemente van a llevarse una grandísima sorpresa con lo que Pokémon X/Y tiene preparado, que sorprende incluso más en persona que en los diferentes tráilers publicados.
Revolución visual
La demostración que pudimos probar estaba bastante limitada, y era más una toma de contacto concebida a modo de exposición de las características de juego, pensada para poder disfrutar de ella rápidamente en lugar de pasar horas intentando averiguar qué hacer en medio un escenario desconocido. Es por esto que nos centraremos en el aspecto gráfico, que fue lo más resultón de nuestro encuentro con la nueva entrega de la saga, y lo que más percibimos en una toma de contacto como ésta. Y es que desde que comenzamos a andar, nos damos cuenta de el tremendo salto que ha dado Pokémon X/Y.
Tan sólo ver la animación del personaje protagonista, ya es una ruptura total con todo lo visto hasta el momento en entregas portátiles. Podemos movernos cómodamente en cualquier dirección, e incluso vemos diferentes animaciones al atravesar las hierbas altas donde se esconden los Pokémon, al andar, o al desplazarnos con unos patines que permiten cubrir mayores distancias en menor tiempo. Si pensamos en esos sprites que sólo se movían en cuatro direcciones, os aseguramos que la mejora va más allá de lo visual, permitiéndonos sentirnos más libres y vivos dentro del escenario.
Quisimos también comprobar el efecto tridimensional en la pantalla de la consola, y, quizás porque Pokémon X/Y no es un juego pensado para maximizar las posibilidades de esta función, no pasaba de correcto. En las batallas, por ejemplo, dota de profundidad a los contendientes, pero nos ha parecido algo un tanto anecdótico. Esto no tiene que ser algo negativo, ni mucho menos, ya que encaja bien con la naturaleza visual de juego.
Combates animados
Nuestra primera batalla, fue contra un Pikachu salvaje –que sospechamos que no nos aparecía por casualidad, sino por la popularidad del personaje– y nos volvió a sorprender lo bien diseñados que están los personajes. Pikachu lucía genial, con un nivel de detalle más que razonable para la pantalla de Nintendo 3DS, y no tardó en prepararse para una "animada" batalla. Animada, entre comillas, porque veíamos diferentes animaciones para ataques, con Pokémon que ya no son imágenes estáticas, sino que están más inmersos en la batalla como casi cualquier otro juego de rol por turnos en tres dimensiones.
Todo está mucho más elaborado gracias a las tres dimensiones, y cosas que podrían parecer irrelevantes, como ver a los entrenadores que nos encontramos en primer plano, contar con secuencias de los protagonistas lanzando sus Pokéballs, las animaciones para los ataques –algunas realmente atractivas –y mil y un pequeños detalles, le sientan genial al juego, y le ayudan a transmitir un salto generacional sin perder su esencia de ataño, además de, en cierta manera, acercarse a la serie de televisión.
Saliendo por la puerta grande
La demo terminaba con una secuencia totalmente fuera de contexto, pero que agradecimos totalmente. En ella recibíamos un Mewtwo con el único objetivo de verlo megaevolucionar y ponerlo a prueba en un devastador combate en el que nuestro rival no tenía nada que hacer. Como decimos, esta demo era bastante limitada –o si lo preferís, organizada–, y el objetivo era que pudiésemos ver algunas de las características más novedosas de Pokémon X/Y.
Pokémon, por suerte, nunca ha sido un juego que haya necesitado grandes gráficos para triunfar, sino una fuerte base jugable, mucha adictividad y carisma a hectolitros. Una demostración como ésta no revela demasiado de estos aspectos, pero la verdad es que las impresiones que nos ha trasmitido han sido de lo mejor. El salto gráfico ya es razón más que suficiente para llamar nuestra atención, y sin duda es algo que la saga necesitaba. Pero tenemos la sensación de que no se quedará ahí, y que Pokémon X/Y hará honor a su nombre y plataforma.
Para cerrar estas impresiones, comentar que la demo que jugamos en la gamescom estaba traducida a varios idiomas, incluido el español, por lo que parece que todo va en marcha para que llegue a Europa el 12 de octubre, tal y como se planea. Pokémon X/Y promete crecer en todos sus aspectos, y a falta de pasar más tiempo con él, diríamos que va por el buen camino.