Análisis de Forza Motorsport 7 (Xbox One, PC)
La desarrolladora norteamericana Turn 10 lleva más de una década ligada a la franquicia Forza Motorsport, no solo con entregas numeradas que han marcado un antes y un después en plataformas como Xbox, Xbox 360 y ahora Xbox One y Windows 10, sino también con la divertida y frenética vertiente Horizon, que desde hace unos años se intercala con la franquicia principal. En Forza Motorsport 7 se mantiene toda la esencia competitiva y la exigente jugabilidad que ha caracterizado a la saga, sin embargo, también se aprecia un ligero cambio de rumbo hacia la organización, emoción y diversión de los festivales Horizon.
Listos para competir
En el apartado jugable, lo cierto es que Forza Motorsport 7 es tan exigente como nosotros queramos. El título incluye muchas opciones de configuración para eliminar ayudas como el control de tracción, la asistencia de frenado o los daños, así como multitud de ajustes para que podamos modificar el coche a nuestro gusto en partes tan importantes como el motor, los neumáticos o la suspensión. Obviamente, a medida que vayamos ajustando estos parámetros iremos viendo cómo el control cambia sustancialmente.
En caso de optar por un acercamiento más próximo a la simulación, notaremos un feedback directo del comportamiento de los vehículos, ofreciendo cada uno de ellos sensaciones diferentes y muy realistas. Debido a esto, tendremos que controlar el agarre de los neumáticos, medir bien la frenada, acelerar con precaución al salir de las curvas e intentar no tener accidentes. En este sentido, Turn 10 ha hecho un gran trabajo y, aunque el nuevo Forza no pretende ser un simulador al uso, lo cierto es que consigue que los jugadores más exigentes tengan una experiencia muy inmersiva.
Si, por el contrario, queremos despreocuparnos de tantas exigencias en el control y disfrutar más de la competición (abriéndose aquí un abanico muy amplio de opciones según la configuración), lo cierto es que el título funciona de maravilla y permite el equilibrio justo entre sentir que debemos controlar la potencia de los coches y dominar lo que sucede en la pista y disfrutar conduciendo a velocidades de infarto y derrapando en las curvas.
Gracias a lo bien que funciona Forza Motorsport 7 en ambos frentes, encontramos una jugabilidad que se adapta a cualquier tipo de jugador. Esta versatilidad también es aplicable a los modos de control. Si optamos por jugar con volante disfrutaremos de una gran inmersión, siendo los coches y la pista capaces de transmitirnos enormes cantidades de información para disfrutar de una conducción creíble. Sin embargo, y esto es algo realmente complicado de conseguir, si preferimos jugar con mando el videojuego sigue siendo igual de divertido.
Con el periférico entre nuestras manos tendremos un gran control sobre el coche en la pista y podremos incluso conducir con múltiples ayudas desactivadas sin que esto nos impida rendir al máximo nivel. Obviamente, en los niveles más altos de realismo el volante es más práctico, pero Forza 7 ofrece el mejor control con mando que hemos podido probar hasta la fecha en este tipo de videojuegos, haciendo además un uso fantástico de la vibración y los gatillos.
Agresivos y competitivos
Una de las principales bazas de Forza 7 es su estilo de conducción que, aunque puede ser realmente exigente en términos de control, sobre la pista es bastante desenfadado. Al contrario de lo que sucede en títulos como Project Cars 2, donde el mínimo contacto con otro piloto o sobrepasar los límites de la pista nos supone una sanción, aquí podremos ir más relajados. En las carreras será habitual ver a coches chocar entre sí, salirse de la pista sin ser sancionados e incluso realizar movimientos poco legales para ganar tiempo, algo impensable en un verdadero simulador.
En parte, todo esto viene provocado por la actitud de los rivales, los cuales marcan en gran medida el estilo de pilotaje en cualquier videojuego. Los drivatars (con un sistema de aprendizaje que ha demostrado ser tremendamente competitivo) vuelven a ofrecer un nivel de pilotaje muy realista y, aunque podremos escoger que no sean muy violentos, lo cierto es que estarán lejos de ser respetuosos. Además, existen distintos niveles de dificultad bien ajustados, mostrando en los más altos un mayor nivel de agresividad.
Este enfoque jugable no convierte al videojuego en Mad Max, al contrario, consigue que las carreras sean más emocionantes y tengan ese toque agresivo que tan bien le sienta al título. Lógicamente, esto no gustará a los amantes de la simulación que, acostumbrados al respeto competitivo presente en otras propuestas, aquí se encontrarán un ambiente menos amigable. Sin embargo, esa mezcla entre competición y "simulación espectáculo" acaba siendo un cóctel perfecto que consigue que Forza Motorsport 7 sea una de las experiencias más divertidas y emocionantes que recordamos.
Disfrutando en solitario
Buscando sacar el máximo provecho a este brillante estilo de pilotaje se ha creado Forza Driver's Cup, una competición para un jugador en la que podremos disfrutar de una experiencia sobresaliente. En total existen 6 divisiones, teniendo que desbloquear paulatinamente cada una de ellas según los resultados obtenidos. Es por ello que, aunque cada división contará con multitud de campeonatos y eventos especiales, dependerá de nuestra habilidad y gustos personales el elegir una u otra prueba para avanzar más o menos rápido en el modo.
A medida que subamos de división iremos encontrando competiciones y coches más exigentes, aunque desde el primer momento disfrutaremos conduciendo auténticas joyas del automovilismo. La limitación para hacer el aprendizaje más paulatino llegará con las restricciones de potencia por categoría, algo habitual en la saga y que asegura carreras muy igualadas. También existen distintas disciplinas (Gran Turismo, Fórmula, Camiones…) y podremos disfrutar de Eventos Especiales que, aunque no son tan numerosos, ofrecen experiencias realmente divertidas y emocionantes, como competir contra Ken Block, pilotar monoplazas antiguos, realizar pruebas de adelantamiento e incluso derribar bolos con una limusina en el circuito de Top Gear.
De esta forma, a medida que vayamos compitiendo iremos obteniendo SP (para desbloquear nuevas divisiones) y XP (para subir el nivel de nuestro piloto y obtener recompensas en forma de coches, créditos o apariencias). Para mejorar la obtención de XP podremos utilizar Mods, cartas especiales que conseguiremos aleatoriamente en las Cajas de Contenido. Con la posibilidad de activar hasta un máximo de tres, estos modificadores temporales cambiarán nuestra experiencia de juego con todo tipo de retos.
El último factor importante es el sistema de coleccionismo de coches que tendrá su propio medidor de nivel. Este apartado se estructura en cinco categorías: Frecuente, Infrecuente, Exclusivo, Superexclusivo y Legendario, desbloqueando nuevas divisiones al llenar nuestro garaje con todo tipo de vehículos. Muchos de ellos se desbloquearán automáticamente jugando a Forza Drive's Cup, mientras que el resto los podremos comprar con créditos o mediante cajas, eventos o vendedores especiales.
En total Forza Motorsport 7 cuenta con 700 vehículos de marcas tan prestigiosas como Ferrari, McLaren o Porsche, contando todos ellos con un modelado exterior e interior muy detallado. A nivel de rendimiento, ya hemos comentado que son todos diferentes entre sí y que ofrecen una experiencia de conducción única, lo que demuestra el enorme trabajo realizado teniendo en cuenta la gran cantidad de vehículos disponibles. Todos estos coches contarán con daños visuales y mecánicos en las colisiones, siendo los primeros poco realistas y los segundos algo más detallados. Además, como es habitual en la franquicia, podremos personalizar los coches con multitud de diseños y modificar ciertas piezas para mejorar su rendimiento.
Para dar rienda suelta a esta inmensa cantidad de vehículos también tendremos acceso a varios modos muy interesantes como Partida Libre, pudiendo elegir coche, circuito, rivales o condiciones climáticas; Eventos, para competir en distintas pruebas especiales y Pantalla Dividida, una opción genial que nos permitirá competir con un amigo en la misma consola.
El mundo de la competición
Las competiciones online son cada vez más importantes dentro del género y Forza Motorsport 7 ha hecho un gran trabajo en este sentido. Lo primero que vamos a encontrar es la posibilidad de disputar multitud de carreras con hasta 24 jugadores en pista. Aquí, además de crear nuestras propias experiencias, podremos unirnos a Partidas Públicas para disfrutar rápidamente de la competición; Eventos Especiales, con propuestas muy divertidas; Forzathon, una modalidad temporal muy emocionante y con suculentas recompensas para los participantes y Ligas, una opción que todavía no está disponible. En términos generales el servicio es muy estable y, gracias a que Xbox One y Windows 10 comparten servidores, lo cierto es que se encuentra partida con facilidad y no hay ningún tipo de lag.
En el apartado de circuitos es donde el título presenta su gran carencia, y no por la calidad de los mismos que es brillante, sino por su escasez. En total contamos con 32 trazados, algunos tan emblemáticos como Brands Hatch, Spa-Francorchamps, Monza, Le Mans o Top Gear. Para compensar la ausencia de nuevas incorporaciones han hecho un gran trabajo creando trazados alternativos dentro de estas pistas, consiguiendo más de 200 variantes que, aunque aportan variedad, acaban siendo una solución poco efectiva debido a lo repetitivo de trazar siempre las mismas curvas.
Sin embargo, todos los emplazamientos tienen un acabado excepcional: lo cierto es que hemos quedado muy sorprendidos con el nivel de detalle que ha alcanzado el título en cuanto al sistema de partículas e iluminación, encontrando tormentas de arena, lluvias torrenciales y preciosas iluminaciones que van modificándose en tiempo real. Además, todos los trazados han sido recreados con todo lujo de detalles, encontrando en ellos una gran ambientación.
Todo este despliegue técnico va acompañado de un notable feedback de lo que sucede en la pista, pudiendo sentir la acumulación de lluvia, la pérdida de adherencia por la arena o el desgaste de las gomas por el calor. Para hacer este apartado todavía más real disfrutaremos de cambios climáticos y evolución temporal, lo cual nos permite disfrutar de una experiencia mucho más dinámica.
La parte negativa es que no todos los circuitos tienen capacidad para ofrecer distintas condiciones climáticas y temporales, algo muy importante en este tipo de videojuegos. Además, aunque notaremos cambios significativos en el control, lo cierto es que el espectáculo visual prima por encima de sus repercusiones jugables, por lo que ni el agua, ni las tormentas de arena ni el calor tendrán un reflejo totalmente creíble, algo que se entiende si tenemos en cuenta que Forza Motorsport 7 no busca ser un simulador de conducción.
Portento visual
Una de las grandes bazas de esta nueva entrega es su espectacular despliegue visual. Ya hemos hablado de la enorme calidad en el modelado interior y exterior de los 700 vehículos, del increíble despliegue visual de los circuitos en aspectos como iluminación, texturizado, animaciones, efectos de partículas o modelados, pero es que, además, el videojuego se mueve a unos estables 60 fotogramas por segundo en Xbox One, Xbox One X y Windows 10. Esto le otorga una fluidez sensacional e imprescindible en una experiencia de estas características.
Las versiones que hemos podido analizar han sido las de Xbox One y Windows 10, mostrando en ambas un acabado espectacular. Sin embargo, y a falta de probar en detalle las mejoras visuales incorporadas para la versión de Xbox One X, en PC, con la mejor configuración posible, hemos podido ver este videojuego a 4K, con HDR y 60 fps, y os aseguramos que es una auténtica maravilla.
En lo que respecta al sonido, el videojuego también ofrece un acabado sensacional, disfrutando de una sonorización individualizada de todos los vehículos, grandes efectos sonoros en los trazados y una banda sonora con grandes temas que acompañan bien la experiencia. El último detalle importante es que el videojuego llega en inglés con menús y subtítulos en castellano.
Una economía bien equilibrada
Forza Motorsport 7 incorpora un completo sistema de cajas (con diferentes rarezas y contenidos) que podremos comprar con créditos y que nos darán acceso a modificadores, coches o apariencias para nuestro piloto. Sin embargo, hay un muy buen equilibrio entre los créditos que obtenemos compitiendo y el valor de las cajas, algo que también es aplicable a la adquisición de coches. Por lo tanto, es un sistema que aporta algo de dinamismo a las pruebas y ofrece retos únicos, pero siempre sin exigirnos claramente su utilización, ni mucho menos pagar por ellos, algo que en los tiempos que corren es de agradecer.
Entre los extras disponibles en Forza 7 también encontramos un completo menú de personalización de apariencias para nuestro piloto. Además de poder elegir entre hombre o mujer (una decisión que nos parece muy acertada y un ejemplo que deberían seguir otros títulos de conducción), también contaremos con decenas de monos diferentes, algunos muy elegantes y otros realmente extravagantes, en un apartado que, sin tener relevancia a nivel competitivo, consigue un pequeño nivel de personalización. Una vez más, también contaremos con un completo modo foto y repeticiones espectaculares, pudiendo compartir todo este contenido instantáneamente con la comunidad.
Conclusión
Forza Motorsport 7 presenta una fórmula jugable igual de efectiva para los grandes amantes de la conducción con volante, como para aquellos jugadores que busque una experiencia emocionante y divertida con el mando. Obviamente, no estamos ante un simulador (ni lo pretende), por lo que encontramos competiciones más distendidas donde será habitual chocar contra otros rivales o superar los límites de la pista sin recibir sanciones, por lo que podremos disfrutar de carreras espectaculares desde el primer momento.
Para ello contamos con 700 vehículos perfectamente recreados a nivel visual y técnico y 32 trazados que, aunque ofrecen más de 200 variantes, siguen siendo un número muy escaso. Además, aunque los efectos climáticos y la iluminación son dinámicos y una auténtica maravilla visual, no todos los trazados cuentan con esta posibilidad, algo que lastra todavía más un apartado muy mejorable.
En cuanto a modos de juego, Forza Driver's Cup es ideal para jugar en solitario, incluyendo eventos especiales realmente geniales y una experiencia final muy completa. Por último, además de contar con pantalla dividida (algo que siempre nos gusta ver en este tipo de videojuegos) y carreras personalizables, se incluye un completo modo online con carreras, ligas y eventos.
Por último, técnicamente estamos ante un auténtico prodigio visual, con un acabado sensacional en todas las plataformas, pero cuyo máximo potencial aparece al disfrutar del título a 4K y con HDR, manteniendo siempre estables los 60 fotogramas por segundo. No cabe ninguna duda de que Forza Motorsport 7 es un videojuego sobresaliente que, no solo consigue transmitir la emoción y el espectáculo de la competición, sino que también está perfectamente diseñado para que puedan disfrutarlo todo tipo de jugadores.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox One y Windows 10 con un código de descarga que nos ha proporcionado Microsoft.