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Plataformas
Género/s: Acción / Arcade
Fecha de lanzamiento:
Switch, PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Queen Bee Games
Producción: Queen Bee Games
Distribución: eShop
Precio: 12,49 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Inglés
Voces: No
Online: No
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Análisis Spinch, explosión de color en un plataformas para jugones (Switch, PC)

Un plataformas sin grandes novedades que derrocha carisma y presenta un desafío sólo apto para los más habilidosos.
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Actualizado: 17:49 13/9/2020
Análisis de versiones Switch y PC.

La distribución digital ha revitalizado los plataformas 2D y desde hace años es fácil encontrar muchos y muy buenos representantes del género, con gráficos 3D, pixel-art, imitando la animación tradicional… Algunos incluso se postulan seriamente a juegos del año, como sucedió con Celeste. Seguro que Spinch, ya disponible en PC y Nintendo Switch, no alcanza la repercusión del título de Matt Makes Games, pero es una buena opción para quienes busquen un indie desenfado y sencillo de aprender pero que a la vez ofrece toda la complejidad y desafío de los plataformas más duros, esos donde reflejos y precisión son imprescindibles para sobrevivir a las trampas o saltos. Que no te engañe su apariencia infantil, sudarás más de la cuenta incluso si empiezas a peinar canas.

¡Cuidado con el color!

Somos un Spinch, una pequeña pelota con extremidades que tiene como misión rescatar a sus crías de unas extrañas criaturas multicolor. Detrás de esa fachada tan psicodélica, de la que hablaremos más adelante, se esconde un juego bastante clásico del género. Disponemos de un botón de salto y otro para el movimiento de carrera para avanzar rápidamente por el suelo –una carrera para saltar más lejos- o para aumentar la distancia en el aire si lo ejecutamos durante un salto. Además, tenemos el habitual rebote contra las paredes que nos facilita trepar por una superficie en vertical o ascender en zonas estrechas, lo cual se pone en práctica en unos diseños de niveles lineales –no hablamos de metroidvania- con cierta verticalidad. Todo muy conocido y tan divertido como se esperaría gracias a un buen control y bastante flexibilidad para corregir distancias en el aire.

Encuentra a tus crías -un objetivo opcional en los niveles-, algunas a simple vista y otras en localizaciones un poco más secretas.

Si bien las primeras fases son fáciles, la dificultad no tardará en mostrar sus dientes. No es un juego imposible, pero si no tienes mucha práctica o estás desentrenado es posible que te frustre en más de un momento, aunque esta arma de doble filo es parte de la diversión; de mitad del juego a la parte final te pondrá en serios aprietos y asustará al público más casual que simplemente quiere pasar un buen rato frente a la pantalla, no desesperarse con saltos que piden una precisión milimétrica. Por supuesto, cada fase está cronometrada para mejorar la rejugabilidad y con coleccionables, incluyendo algunos de estos bebés perdidos –útiles para los enfrentamientos contra los jefes-. Consiguiendo 50 cubos se nos recompensa con invencibilidad temporal, pero se activa automáticamente en ese momento y por tanto habrá situaciones en las que sea de gran ayuda para avanzar con más seguridad y otras en las que se derroche a lo tonto.

Muchos de estos peligros tienen formas multicolores, y un pequeño fallo de diseño está en que los arcoíris animados forman parte tanto de la decoración inofensiva –elementos en segundo plano- como peligros dañinos para nuestro personaje; también hay inconsistencias en el daño que causan enemigos y trampas –unos restan un corazón, otros te matan definitivamente-. Te acostumbrarás rápido a reconocer el peligro letal aunque sea por las malas, pero por lo demás, estamos ante un estupendo plataformas que no pretende reinventar nada, con un ritmo ocasionalmente rápido. Esto se da en secciones donde nos persigue un enemigo por áreas laberínticas –una demostración de que hemos aprendido los movimientos básicos-, pero esto no es siempre así, no llega hasta el punto de obligar al jugador a pasar Spinch a toda velocidad; si lo deseas, puede ser más pausado en muchos de los niveles o tramos.

Comienza sin grandes dificultades, pero la curva de dificultad irá subiendo paulativamente. La segunda mitad no es apta para jugadores 'casuales'.

A esta elevada dificultad se suma que los puntos de control están un poco espaciados y en los últimos mundos los errores nos devolverán a una zona bastante anterior. Probablemente este plataformas no sea mucho más complicado que los vistos en los 80 y 90, pero no se puede negar que el nivel ha bajado mucho en las últimas décadas y la mayoría de títulos modernos suelen contar con un retorno a escasos pasos de nuestra última muerte, algo que no sucede aquí. Una penalización que te hará tener mucho más cuidado la próxima vez.

Pese a que en el fondo todas sus ideas las conocemos de innumerables plataformas de hace 30 años, hay que admitir que es divertido y su punto justo de dificultad impide que nos lo terminemos en una tarde; no es un juego excesivamente largo, pero quedaremos atascados en algún obstáculo tarde o temprano. De alguna manera es un plataformas que puede dar mucho juego para fans del speedrun por su fluidez de movimientos, espectacularidad y la habilidad que pide para hacer partidas perfectas, algo que sólo conseguirás memorizando rutas y comportamientos enemigos, pues muchas de sus trampas son completamente imprevisibles.

No siempre es un juego que te imponga un ritmo alto, pero hay secciones con enemigos y otros peligros que te harán correr o saltar con velocidad y precisión.

Un bombardeo de color animado

Spinch no tiene los gráficos pixelados de más detalle, ni una gran animación fuera de su protagonista, pero tampoco dejará indiferente. Los escenarios –con una vista ligeramente inclinada para dar más sensación de volumen-, te inundan con un bombardeo de colores en movimiento, criaturas entre lo grotesco y cartoon que salen de la mente del artista y animador Jesse Jacobs, no sabemos si bajo los efectos del LSD o no. El resultado podría ser terrible y confuso, pero de alguna manera termina por funcionar y lucir mejor en movimiento de lo que se puede intuir en las imágenes, incluso recordará vagamente a series de animación modernas tipo Adventure Time. En una palabra: hipnótico.

En la música tenemos a James Kirkpatrick con sonidos retro y electrónicos que, como en otras producciones modernas inspiradas en los 8 y 16 bits, suenan con ese estilo inconfundible de la época; no por casualidad el compositor utilizó portátiles Game Boy modificadas y otras técnicas para conseguir unas melodías características. Lo dicho: hay plataformas con un envoltorio más redondo o impactante, pero Queen Bee Games ha sabido imprimir un estilo propio sin grandes virguerías técnicas.

¿Son los mejores gráficos de un plataformas indie? No, aunque su estética lo hace único.

Conclusiones

Este es otro de esos ejemplos donde el juego suma más que las partes que lo componen. Mecánicas de plataformas sin grandes sorpresas, unos gráficos vibrantes pero tampoco los más sorprendentes que recordamos –no es el trabajo de orfebrería con pixels de Owlboy- y unos temas musicales retro son aspectos que cumplen multitud de producciones indie; pero no todas enganchan tanto como Spinch ni presentan un estilo tan personal que los hace únicos. Está lejos de ser la sorpresa de la temporada, pero quien esté interesado en un juego de calidad alejado de las recomendaciones más típicas, no tiene que buscar más.

Hemos realizado este análisis en PC con un código que nos ha proporcionado Akupara Games.

NOTA

7.5

Puntos positivos

Un plataformas adictivo y simpático.
Derrocha personalidad en su presentación.
Música pegadiza estilo retro.

Puntos negativos

Pocas novedades en el género.
Basa su duración en la dificultad…
…y el pico que pega en la recta final es excesivo.

En resumen

Divertido plataformas que entra por los ojos gracias a su estética y convence por su jugabilidad, incluso si roza la frustración en más de un momento.