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Género/s: Action-RPG
PC:
Switch:
PS4:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Capcom
Producción: Capcom
Distribución: Nintendo
Precio: 59,99 €
Jugadores: 1
Formato: Tarjeta
Textos: Español
Voces: Inglés/Japonés
Online: Sí
ANÁLISIS

Análisis Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin, una bonita aventura en el mundo de Monster Hunter (Switch, PS4, PC)

Monster Hunter regresa con un entrañable y divertido JRPG con combates por turnos en el que podremos vivir una gran aventura en compañía de los monstruos más carismáticos de Capcom.
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Actualizado: 17:10 7/7/2021
Análisis de versiones Switch, PS4 y PC.

Lejos quedan aquellos tiempos en los que Monster Hunter era poco más que un producto de nicho en Occidente cuyas nuevas entregas nos llegaban años después de haberse lanzado en Japón. Ahora la serie es un auténtico bombazo a nivel internacional que vende millones y millones de copias, por lo que a nadie le debería resultar extraño que uno de sus spin-offs se haya convertido en uno de los lanzamientos más importantes de Capcom para este 2021. Por supuesto, hablamos de Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin, un JRPG muy especial que, sin necesidad de ser perfecto, nos lo ha hecho pasar realmente bien viviendo todo tipo de aventuras en este fascinante universo.

La vida de un rider

Como podréis suponer, en esta secuela del título original de Nintendo 3DS volveremos a encarnar a un rider, por lo que nuestro objetivo no será únicamente eliminar a los monstruos que den problemas y amenacen el equilibrio natural, sino también crear vínculos con muchas de las criaturas que pueblan este mundo para así sumarlas a nuestro equipo y que nos ayuden tanto a la hora de luchar como a la de explorar.

Aunque no vamos a daros detalles concretos sobre su historia para no destriparos ninguna sorpresa, sí que queremos confirmaros que nos ha gustado mucho todo lo que nos han contado: plantea conflictos y dilemas morales muy llamativos, la narrativa está cuidadísima, sabe mantener el interés de principio a fin para regalarnos una recta final tremendamente épica e intensa con unos cuantos giros muy bien llevados y la puesta en escena de los vídeos es simplemente sobresaliente.

Y todo ello mientras expande el universo de la serie y nos lo muestra desde un punto de vista muy diferente al habitual. No es que su guion sea el más original o sorprendente, pero tiene "alma" y consigue implicarnos lo suficiente como para hacernos partícipes de una gran aventura que difícilmente podría resultar más disfrutable.

Luchando junto a nuestros Monsties

En lo que respecta a su jugabilidad, volvemos a encontrarnos ante un JRPG con combates por turnos que sigue muy de cerca la fórmula de su predecesor, por lo que deberemos explorar todo tipo de mazmorras, conseguir huevos de los que nacerán nuevas bestias que podremos sumar a nuestro grupo, cumplir multitud de misiones opcionales, subir de nivel, mejorar nuestro equipamiento y luchar contra muchos de los monstruos más icónicos y representativos de la saga.

Cada monstruo cuenta con unas habilidades propias que nos servirán a la hora de explorar para llegar a lugares que de otro modo no serían accesibles.

Hablando de los enfrentamientos, comentar que estos vuelven a apostar por una mecánica central basada en el clásico juego de Piedra, Papel y Tijeras, por lo que nuestros ataques y los de las criaturas pueden ser de tres colores distintos. Cada uno de ellos pierde contra otro color y gana contra el restante, algo que se aplica cuando vamos a atacar al enemigo que nos tiene fijados como blancos, momento en el que se produce un duelo cara a cara. Si nuestro color tiene ventaja, aumentaremos el daño que hacemos y reduciremos el que recibimos.

Partiendo de esta base tan simple, el título va añadiendo diferentes capas de profundidad que nos tocará tener en cuenta para luchar eficientemente, como el hecho de que si nuestro monstruo también ataca al rival con el mismo color que nosotros durante un cara a cara, haremos una poderosa técnica combinada junto a él que anulará la acción del contrario, algo importantísimo que nos ahorrará recibir un buen número de heridas.

La mayoría de los monstruos tienen varias partes a las que podemos atacar. Si las rompemos, podremos anular algunos de sus ataques y conseguir que queden aturdidos.

Quizá esto os parezca algo injusto por ser demasiado dependiente del azar, pero nada más lejos de la realidad, ya que las criaturas son muy predecibles y siempre usarán los mismos colores a los que sean afines. Sí, el tipo de sus golpes puede variar dependiendo de sus mecánicas propias y estados de ánimo, pero siempre podremos saber qué es lo que van a hacer con tan solo prestar atención a sus comportamientos.

Otro detalle importante es que nuestras bestias actuarán por libre y tenderán a realizar ataques de su color favorito, aunque podremos escoger sus acciones con los puntos de vínculo que acumulemos durante un enfrentamiento al luchar junto a ellas, un recurso que también nos servirá para realizar las técnicas especiales de nuestras armas e incluso para montarnos sobre nuestro monstruo y desatar su movimiento definitivo. Evidentemente, también tendremos que estar pendientes del tipo de daño al que son débiles los rivales, tanto físico como elemental, para escoger el arma adecuada para cada ocasión.

Una de las grandes novedades de esta entrega la tenemos en el hecho de que ahora podremos ser acompañados por otro rider y su Monstie o por un cazador, quienes nos ayudarán a la hora de luchar y con quienes podremos realizar ataques cooperativos. Nuestros compañeros dependerán del instante de la historia en el que nos encontremos y son tremendamente útiles, aunque os avisamos que son controlados por la IA y que deberemos escoger nuestras acciones atendiendo a lo que van a hacer para así optimizar cada turno.

Las dos mitades de una gran aventura

En líneas generales, combatir es una experiencia que, dentro de su simpleza, resulta divertida y entretenida al obligarnos a conocer bien a nuestras presas y adaptarnos a sus diferentes mecánicas y patrones, algo que gana muchos enteros en la segunda mitad de la aventura, cuando aparecen los monstruos más poderosos y complicados. No es un título especialmente difícil, pero sí que castiga los errores y hay varias batallas que podrán ponernos contra las cuerdas si no vamos bien preparados y no aprendemos a identificar rápidamente los comportamientos de nuestros rivales.

Algunos ataques son incoloros, así que no provocarán duelos cara a cara con el enemigo. Esto hay que tenerlo muy en cuenta, ya que no podremos evitar fácilmente este tipo de técnicas cuando las hagan nuestros rivales.

Ya que hemos hecho referencia a la segunda mitad de este viaje, comentar que el desarrollo de la historia principal podríamos dividirlo en dos partes bien diferenciadas que nos han transmitido sensaciones muy distintas. La primera es la peor del conjunto por culpa de una estructura muy rígida y con muchísimo relleno que nos obligará a seguir los mismos pasos una y otra vez para que la historia avance, así que podéis esperar montones de mazmorras con un diseño muy pobre y demasiado parecidas entre sí que os harán caer fácilmente en el hastío, algo a lo que tampoco ayuda el hecho de que los combates empiecen siendo tan sencillos y simples.

Este es, sin duda, el gran talón de Aquiles del juego. Es una obra a la que le cuesta muchísimas horas arrancar y que nos hace sentir como auténticos recaderos mientras nos mandan de un lado a otro a hacer exactamente lo mismo para que nos dejen ver cómo avanza su interesante historia. Y todo ello siguiendo siempre el mismo esquema en un desarrollo tremendamente predecible e incapaz de sorprender.

No vamos a negar que esta parte se nos hizo muy cuesta arriba y tuvimos que dosificarla para no acabar hastiados de su propuesta, aunque esto cambió al llegar a cierto punto del juego, momento en el que el guion despega con fuerza y el título pasa a tener un enfoque mucho más aventurero y atractivo en todos los sentidos: las mazmorras mejoran considerablemente con mecánicas y diseños únicos que aportan variedad, se introducen nuevos sistemas relacionados con la exploración, empiezan a aparecer los monstruos más icónicos de la saga, los combates se endurecen y resultan más emocionantes y la trama principal avanza a un ritmo genial con cada pequeño paso que damos, culminando en una recta final muy épica y espectacular que nos ha impedido soltar el mando hasta llegar a los títulos de créditos.

En total, llegar al final es una tarea que os llevará entre 35 y 40 horas dependiendo de lo que os queráis entretener con sus anodinas misiones secundarias (eliminar a una bestia determinada, entregar ciertos objetos, etcétera) y consiguiendo huevos para obtener monstruos cada vez mejores, una cifra más que adecuada y que puede aumentar muchísimo a poco que nos propongamos completarlo todo y derrotar a sus poderosísimos jefes opcionales.

Diversión multijugador

El multijugador también ha recibido interesantes novedades gracias a la inclusión de un modo cooperativo con el que podremos adentrarnos en unas incursiones para dos jugadores. Como podréis intuir, en ellas tendremos la posibilidad de explorar nuevas zonas y combatir junto a un amigo y su Monstie mientras conseguimos tesoros, recursos y, por supuesto, nos hacemos con nuevos huevos de monstruos, suponiendo así un añadido especialmente atractivo de cara al postgame. Por supuesto, tampoco faltarán las batallas competitivas, las cuales ahora han sido mejoradas con la introducción de enfrentamientos por equipos de dos jugadores, lo que abre un buen número de estrategias adicionales que aportan una capa extra de profundidad que les sienta fenomenal.

Un mundo de gran belleza

A nivel gráfico tenemos un juego que nos ha gustado mucho gracias a su espectacular y bonita dirección de arte. El diseño de los personajes y monstruos, las animaciones de los combates (ojo a las secuencias de los ataques definitivos) y los vídeos, los escenarios que visitamos... Es un título precioso y con mucha personalidad que ahora luce un aspecto algo más maduro que su predecesor, aunque manteniendo ese toque anime que tan bien le sentó y que tanto nos sigue convenciendo.

La dirección de arte del juego es todo un regalo para la vista.

Lamentablemente, en lo técnico no todo son buenas noticias (al menos en Nintendo Switch, la versión que hemos podido jugar), pues sufre de texturas de baja calidad, una distancia de dibujado algo limitada y con mucho pop-in, clipping bastante notorio y un rendimiento totalmente inestable y con bajones graves en la tasa de imágenes por segundo. Ojo, al tratarse de un JRPG con combates por turnos esto no afecta apenas a la hora de jugar, aunque sí que afea al conjunto. La buena noticia es que la imagen es bastante nítida tanto en sobremesa como en portátil.

El sonido sí que no decepciona lo más mínimo con una banda sonora genial que capta a las mil maravillas el tono épico y aventurero del juego, destacando especialmente su tema principal y las melodías de combate, tan movidas e intensas como podríais esperar. Los efectos son muy variados y reconocibles, y el doblaje nos llega tanto en inglés como en japonés, ambas opciones con unas interpretaciones sobresalientes. Evidentemente, los textos están fantásticamente traducidos y adaptados al español.

Conclusiones

Monster Hunter Stories 2: Wings of Ruin es un notable JRPG con el que nos lo hemos pasado genial y que nos ha dejado muy buenos momentos. Sí, le cuesta demasiado arrancar, pero una vez lo hace y pilla ritmo no para de mejorar hasta llegar al final, convirtiéndose en una aventura muy amena y entretenida que bien merece la pena a poco que nos atraiga este universo tan único y especial. Muy recomendable.

Hemos realizado este análisis gracias a un código para Nintendo Switch que nos ha facilitado Capcom.

Redactor

NOTA

8

Puntos positivos

La historia es entretenida, amena y está muy bien narrada.
La segunda mitad de la aventura mejora muchísimo hasta culminar en una gran recta final.
Los combates, dentro de su simpleza, resultan muy divertidos y espectaculares.

Puntos negativos

Le cuesta demasiadas horas arrancar y ponerse realmente interesante.
El diseño de mazmorras y secundarias tiene mucho margen de mejora.
Sus problemas técnicos y de rendimiento deslucen ligeramente su fantástica dirección de arte.

En resumen

Un entrañable y divertido JRPG con el que vivir una gran aventura en el fascinante mundo de Monster Hunter.