Análisis de Go Vacation (Switch)

Una de las tendencias más en boga en los videojuegos los últimos tiempos es recuperar juegos que tienen ya unos años y actualizarlos en las consolas actuales. A veces la apuesta sale muy bien, y otras no tanto como sería deseable. Go Vacation está más cerca de este segundo caso que del primero. El juego original salió en Wii en 2011 como uno de los múltiples títulos con minijuegos deportivos que seguían la estela de Wii Sports y con un cierto aire lejano a Mario Party en los minijuegos con aire divertido, pero sobresalía de entre los juegos de este estilo por su mundo abierto inmenso dividido en cuatro zonas: marina, urbana, nevada y montaña Había una cantidad inmensa de actividades y de terreno diferente para recorrer, ya sea al principio para ir desbloqueando todas las actividades o porque queremos hacer algo más que un minijuego tras otro. Son tan grandes los centros que a veces conviene coger una telesilla o un barco para viajar casi instantáneamente a otra parte.

Se puede elegir entre jugar con una gran variedad de personajes (niño, niña, mujer y hombre con múltiples variaciones) o con miis que haya en la consola. Esto le da un toque nostálgico porque hoy pocos juegos dan esta opción que tanto remite a los orígenes en Wii del título.
La ambientación de los cuatro centros es muy adecuada y logra que el juego no sea monótono, aunque se echa en falta algo más que viajar de un punto a otro para desbloquear las actividades en las primeras horas de juego, ni el aliciente de conseguir los sellos y desbloquear áreas ni conseguir recompensas diarias aumentan la sensación de aventura y las opciones de personalización tampoco son emocionantes y las vacaciones acaban pareciendo más un trabajo, sobre todo cuando para ir de una actividad a la siguiente que hay que desbloquear es necesario recorrerse medio mapa. Pero sí es divertido explorar ese mismo mapa por placer, porque queremos encontrar un animal nuevo para fotografiarlo e incorporarlo al álbum o para explorar un camino nuevo.

Un mundo abierto con decenas de actividades

Todo esto ha llegado casi calcado a Switch, pero en la consola actual de Nintendo no encaja igual de bien. Sigue siendo un gran mundo abierto que tienen decenas de actividades pero hay pruebas que se convierten en aburridas al pulsar prácticamente un botón (dos a lo sumo), en otras el control es incómodo o absurdo, como si el estudio hubiera intentado superar la excesiva sencillez a base de sorprender con la elección de botones.

Además, hay muchos minijuegos demasiado parecidos. No hay gran diferencia entre conducir en una carrera una moto de agua o un quad. Otros quedarían graciosos porque tienen una mecánica sencilla, pero Go Vacation en Switch no les saca el partido suficiente y acaban siendo en ocasiones aburridos al alargar la duración. La ventaja es que hay tantas actividades que es raro que no acaben gustando las suficientes para echar un rato con los amigos.

También hay que decir que todos estos deportes ganan mucho jugando en multijugador. Pueden jugar hasta cuatro personas, y uno de los puntos fuertes del juego es que pueden hacerlo usando distinto tipos de control: un par de joy-cons cada uno, usando un solo joy-con por jugador o empleando una Switch cada una mediante juego local, aunque hubiera sido de agradecer que se hubiese dado la opción de cambiar de un modo de control a otro dentro del mismo menú. Si no se elige esta última opción para varios jugadores es recomendable usar la pantalla del televisor si queremos ver bien lo que estamos haciendo. Cada uno puede incluso estar en un sitio diferente del centro explorando la zona, aunque cuando uno inicia una actividad todos se suman.

Una mejora gráfica insuficiente

La mejora más notable de Go Vacation para Switch es la gráfica; el juego se ve mucho mejor que en Wii, pero la diferencia visual no es lo suficientemente relevante. En el modo portátil puede que sea pasable, pero en la televisión es bastante mediocre y, dado el tipo de control de los juegos, Go Vacacion es mucho más disfrutable en la pantalla grande, sobre todo en los minijuegos en los que hay que sacudir los joy-con y que son algo incómodos en el modo portátil. En realidad, a los gráficos les sucede lo que al resto del juego, que se notan que no están en su época. La jugabilidad de Wii no resulta tan divertida en Switch aunque también haya control de movimiento, pero se nota más forzado al intentar remedar el de Wii, y los gráficos parecen también de otra época. En algunas ocasiones los tiempos de carga son bastante largos.

La banda sonora es ligera y no siempre queda bien en los minijuegos, quitando emoción a algunos. Más que doblaje hay algunas expresiones en español pero parecen insertadas al azar y normalmente no tiene mucho sentido el momento en que se escuchan, pero la traducción sí es correcta en general.

Probablemente sobre el papel la idea de llevar Go Vacation a Switch era mucho mejor de lo que resulta al encender la consola. No es que se trate de un juego aburrido ni que viajar por la isla Kawawii no tenga su parte bonita, es solo que las vacaciones ya no son lo que eran.

Este análisis se ha escrito después de jugar con una copia del juego enviada por Bandai Namco