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Fecha de lanzamiento:
Switch, PC, XBOne, PS4:
También en: PC XBOne Switch PS4
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Focus Entertainment
Producción: Focus Entertainment
Distribución: eShop
Jugadores: 1
Formato: Digital
Textos: Español
Voces: -
Online: No
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Análisis Chants of Sennaar, una brillante aventura inspirada en el mito de la torre de Babel (Switch, PC, Xbox One, PS4)

En Chants of Sennaar tenemos que traducir idiomas desconocidos a base de descifrar glifos con nuestra intuición, pistas y conversaciones como únicas herramientas. Un vibrante y recomendable indie.
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Actualizado: 17:42 10/10/2023
Análisis de versiones Switch, PC, Xbox One, PS4.

El primer desafío al que nos enfrentamos en Chants of Sennaar es abrir una puerta. No tenemos ni idea del idioma en el que está escrito el cartel que hay justo a su lado, pero parece claro que los glifos que aparecen en él indican que la palanca hacia arriba mantiene la puerta cerrada y si la bajamos conseguiremos abrirla. De la nada, hemos aprendido cómo se dicen tres palabras de un idioma que no conocemos: abrir, cerrar y puerta. Anotamos la traducción de los glifos en nuestra libreta, abrimos la puerta y seguimos adelante.

Lo que sucede en las horas posteriores es una constante reinterpretación de este puzle básico, enrevesándolo cada vez más y profundizando en la manera en la que descubrimos el significado de cada uno de los glifos. Con esa premisa, Chants of Sennaar, desarrollado por Rundisc y editado por Focus Entertainment, se ha convertido en una de las propuestas independientes más interesantes de este año: consigue convertir un mito, el de la torre de Babel, en un videojuego de investigación emergente salpicada de puzles, secciones de sigilo y, lo más evidente, un apartado visual elegante e impactante al mismo tiempo.

Una curiosa reinterpretación del mito de la torre de Babel

Chants of Sennaar nos traslada a una estilizada versión de la torre de Babel después de que los pueblos que comenzaron a construirla quedasen separados por sus diferencias lingüísticas. Ahora hay unas barreras entre todos ellos (no sólo idiomáticas, sino también físicas) que nosotros vamos a destruir aprendiendo cada uno de los idiomas de los Pueblos de la Torre en nuestro peligroso camino de ascenso.

La aventura nos llevará alrededor de unas 8-10 horas, aunque el tiempo de juego puede variar mucho dependiendo de si nos quedamos atascados o no (cosa que es bastante probable).

Tendrás que encontrar pistas para traducir los idiomas en cualquier sitio, desde conversaciones hasta elementos del escenario.

Al principio, eso sí, no tenemos ni idea de nada de esto. Llegamos a un lugar del que no sabemos nada y tenemos que apañárnoslas como podamos; esa es la gracia de Chants of Sennaar, que nos ofrece libertad para enfrentarnos a la tarea de descifrar qué significa cada glifo. Para ello nos da un menú en el que se van guardando todos los símbolos que vamos viendo y desde ahí podemos escribir (a mano, con el teclado) lo que nosotros creamos que significa. Como podemos escribir cualquier cosa es posible que nos equivoquemos (y el juego no avisa, ojo).

Magnífica fórmula de deducción emergente

En cada glifo que encontramos podemos anotar cualquier palabra que creamos que puede tener sentido como traducción y, aunque esa anotación puede no ser correcta, el significado pasará a mostrarse en cada interacción con ese glifo en el mundo del juego. Si hemos marcado que una palabra significa "avanzar", en cada conversación o cartel aparecerá esa traducción; puede que tenga sentido o puede que no, y precisamente eso es una de las pistas que nos da el juego para indicarnos si nuestra traducción está cerca de la real o no. También la propia comunicación no verbal de los interlocutores, los sitios en los que vemos usados esos glifos o la semejanza con otros que ya hemos traducido son formas de descubrir el significado de cada símbolo.

Si aciertas al relacionar todos los glifos de una página con sus correspondientes dibujos obtendrás el significado real de todos ellos.

Chants of Sennaar también dispone de hay un sistema que, llegados a un punto, certifica si nuestras elucubraciones son correctas o no: en varios momentos de cada uno de los cinco niveles que hay disponibles veremos cómo el personaje protagonista esboza unos dibujos en su libreta. Estos dibujos representan acciones, personas, lugares, adjetivos y otros términos. Si conseguimos relacionar todos los dibujos de una página con su correspondiente glifo el juego nos ofrecerá la traducción correcta, sirviendo como una manera bastante buena (aunque poco diegética) de estructurar el progreso tanto de la partida como del proceso de traducción de cada idioma.

Se está comparando mucho Chants of Sennaar con The Case of the Golden Idol y es fácil entender por qué: aquí no investigamos crímenes sino idiomas, pero en ambos juegos lo hacemos de manera libre y utilizando nuestra intuición como principal herramienta de deducción. Además, los dos títulos están diseñados para favorecer esa investigación no lineal, permitiéndonos que nos equivoquemos, descartemos soluciones y vayamos aprendiendo a interactuar con el entorno para desenmarañar el misterio, ya sea tras las palabras o tras los asesinatos.

Buenas y originales ideas lastradas por estructuras clásicas

Lamentablemente, el ritmo del juego y la propia filosofía de su diseño ponen trabas a que la experiencia de investigación sea tan fluida como nos habría gustado. Hasta ahora prácticamente sólo hemos hablado del proceso de traducción de los idiomas, pero hay situaciones que se alejan de esta genial idea: por algún motivo, Chants of Sennaar introduce secciones de sigilo y puzles muy tradicionales, momentos que rompen la originalidad del conjunto obligándonos a utilizar mecánicas simples en desafíos muy básicos. Estas secciones están muy presentes en el juego y no son algo opcional, así que nos alejan durante bastante tiempo de esa mecánica troncal que tan bien llevada y diseñada está.

Los momentos en los que tenemos que colarnos en sitios son demasiado básicos y a veces incluso frustrantes.

Hay momentos en los que tenemos que evitar que los NPC nos vean haciendo uso de un sistema de sigilo muy simple que nos permite marcar coberturas, otras veces tenemos que resolver rompecabezas tan manidos que contrastan con la rompedora propuesta central. En general, Chants of Sennaar establece su progreso casi como una aventura gráfica, haciéndonos encontrar ítems que combinar con elementos del entorno; no es que esta faceta esté mal llevada o que sea negativa por sí misma, más bien que no encaja en un conjunto que parte de una premisa tan fresca y brillante como la de descubrir idiomas desconocidos a base de interactuar con la gente que los habla, llegando a quebrar la mística atmósfera que va creando con sus mecánicas principales.

Es de esos juegos de los que haces captura de pantalla en cada nuevo nivel que descubres.

También es cierto que patearse los enrevesados escenarios de Chants of Sennaar una y otra vez en busca de la solución que nos haga avanzar no es para nada desagradable, básicamente gracias a la magnífica dirección artística del juego. Como el genial Sable, el estilo gráfico de esta obra se inspira en el cómic europeo en general, y en la producción de Moebius en particular, con sólidos colores vivos combinados en estimulantes paletas, una para cada nivel del juego. La música (tiene una genial banda sonora) y los efectos de sonido también nos han gustado mucho, y mención especial para el trabajo de traducción que debe haber detrás de este juego: no nos imaginamos cómo ha debido ser localizar un proyecto así, que se basa tanto en palabras de significados moldeables, a más idiomas aparte del original (sí, está disponible tanto en español de España como de Latinoamérica).

Conclusiones

Chants of Sennaar es un ejercicio verdaderamente arriesgado que funciona de maravilla cuando se enfoca en la investigación del idioma, pero que flaquea cuando introduce mecánicas menos novedosas como puzles tradicionales o fases de sigilo. Es una pena que esos momentos enturbien la experiencia, porque todo lo que rodea la faceta de descubrimiento de nuevas lenguas a partir del puro empirismo es simplemente mágico: los malabares que hacemos en nuestra cabeza para descifrar los glifos prestando atención al entorno, a nuestro conocimiento previo y al comportamiento de los interlocutores demuestran un virtuosismo en el diseño que se va viendo atropellado por momentos mucho menos estimulantes que casi llegan a molestar. En cualquier caso, eso sólo significa que la fórmula troncal es tan buena que no quieres que nada te la interrumpa, por lo que incluso habla bien de la idea detrás de este recomendable juego. Entre eso y su atractiva dirección artística, tanto en lo visual como en lo sonoro, se hace difícil no celebrar un proyecto como este.

Hemos realizado este análisis en Switch gracias a un código de descarga proporcionado por Focus Entertainment.

Redactor

NOTA

8.2

Puntos positivos

Brillante diseño para representar el descubrimiento de idiomas desconocidos.
Un apartado gráfico vibrante y colorido.
Su banda sonora es de las que te pones en bucle cuando no estás jugando.

Puntos negativos

Las secciones de sigilo son básicas y a veces incluso frustrantes.
Introduce puzles tradicionales que también son demasiado básicos.
El ritmo en general puede resultar demasiado lento y enmarañado.

En resumen

Chants of Sennaar demuestra ser brillante e inteligente cuando se centra en la traducción de idiomas desconocidos, aunque tropieza al introducir sigilo y puzles demasiado clásicos.