Análisis The Pathless, una bella aventura (PS5, Xbox Series X/S, Xbox One, Switch, PS4, PC, iPhone)
No son demasiados los títulos que logran sorprender, ya sea por unos motivos u otros. Seguramente muchos usuarios que probaron la primera producción del estudio independiente Giant Squid, ABZU, experimentaron unas sensaciones increíbles al disfrutar de un sistema de juego relativamente original y muy llamativo. Un título relajante que tenía lugar en las profundidades oceánicas y que, en cierta forma, en su nueva producción es posible revivirlas… pero de manera bastante diferente. The Pathless es una producción que no se parece en demasía en su conjunto a prácticamente ningún otro título, aunque es cierto que emplea mecánicas y ciertos elementos disfrutados en diversos juegos conocidos como Zelda: Breath of the Wild o Shadow of the Colossus. Pero la forma de plantear la aventura es muy curiosa y acertada… al menos mientras dura.
Esta fascinante odisea nos traslada a un mundo de gran belleza que ha sido consumido por una maldición que ha contaminado a algunas de las criaturas que allí se dan cita y, también, ha traído a ciertos guardianes a los que hay que derrotar y que se convierten, a la postre, en nuestros grandes rivales. De hecho, son los únicos enemigos que se dejan ver en el título, siguiendo lo vivido en el citado clásico de Fumito Ueda para PS2. La protagonista es una experta en el uso del arco y las flechas, utensilios que curiosamente no suele emplear como arma sino más bien como utensilio.
Y nos explicamos. Una de las características más particulares que posee esta aventura tiene que ver con el desplazamiento de la protagonista, la cual es capaz de correr y deslizarse de una manera realmente grácil por los escenarios. Pero para eso necesita mantener la energía almacenada en el medidor de turno, y ahí es donde entra en juego su pericia con las flechas, dado que para tal fin debe ir acertando a unos iconos que se dan cita en los escenarios, una tarea que resulta muy simple pero que funciona realmente bien.
Equilibrio jugable
Merced a dicha mecánica resulta muy gratificante e incluso relajante atravesar los decorados mientras saltamos, corremos y nos deslizamos por los bellos parajes que se dan cita en esta obra. Sin duda esta faceta es la gran protagonista de este título y la que nos mantiene más tiempo ocupados, pero ha sido bien secundada por otros elementos, como por ejemplo la resolución de puzles. Sin ser los más variados ni, menos todavía, ingeniosos que hemos disfrutado nunca (activar interruptores, interactuar con objetos, etc.), estos rompecabezas aportan gracia al desarrollo del juego. Para que os hagáis una idea, recuerdan un tanto a los más sencillitos que suelen aparecer en la saga Zelda. Además no suelen romper demasiado con la dinámica global de la aventura, enriqueciéndola sin alcanzar demasiado protagonismo.
Pero nuestra meta final y prioritaria no es otra que la de dar con los enemigos finales de los que antes os hablábamos, que en líneas generales se convierten en los grandes protagonistas del juego… y a los que resulta un verdadero placer enfrentarse. Eso sí, antes de poder hacer frente a las cuatro bestias que nos aguardan, primeramente es necesario superar una especie de pequeño desafío en plan sigilo en el que debemos mantenernos fuera de su alcance para, ya después, poder acabar con ellos en unas batallas que a veces alcanzan tintes épicos. No vamos a ir más allá porque, sinceramente, pensamos que si lo hiciéramos torpedearíamos la gracia principal que encierra esta aventura… y más si tenemos en cuenta su trascendencia y, también, su breve duración: unas cinco horas. Pero os podemos asegurar que pensamos que merece la pena hacerse con este título solo por vivir dichas batallas.
Durante todo nuestro periplo vamos acompañados por un aliado muy especial: un águila. Este compañero de fatigas amplia considerablemente el rango de acciones que es posible realizar durante el juego, desde transportar objetos a alcanzar zonas muy elevadas de los decorados o planear durante largas distancias. Y justamente esta última habilidad es otra de las claves del juego, dado que nos permite disfrutar de unas estampas magníficas, heredando en este caso las experiencias que nos brindó el primer título de este estudio. Como veis estamos ante una obra que posee unos mimbres muy sólidos y que, pese a su simpleza y a su limitado presupuesto, se las ha ingeniado para dar vida a un juego al que merece la pena sumergirse porque nos permite experimentar grandes vivencias con el mando en nuestras manos.
Sin embargo uno de los grandes responsables de hacernos disfrutar de las vivencias tan magníficas de las que os hemos hablado en este artículo es su excelente acabado estético. Siguiendo la línea ya no solo de ABZU sino también de obras tan sobresalientes en este ámbito como Journey, es una delicia contemplar este título en movimiento. Y es que si bien las pantallas que podéis observar a lo largo de esta review son realmente bellas, os aseguramos que mejoran ostensiblemente cuando son contempladas en nuestra televisión. El mundo que recorremos rebosa belleza a manos llenas y, además, en muchas ocasiones nos transfiere cierta "serenidad", algo de lo que no demasiados juegos pueden presumir. Una vertiente gráfica muy humilde pero que ha sido cuidada hasta límites extremos y que se apoya en melodías ambientales bien compuestas y efectos sonoros más bien minimalistas. Un conjunto audiovisual que funciona de manera extraordinaria.
Una aventura muy bella
Si por algo destaca esta obra de Giant Squid (su segundo trabajo hasta la fecha) es por ofrecer experiencias difícilmente olvidables. Las imágenes que podemos contemplar mientras jugamos seguramente quedarán grabadas en las retinas de muchos usuarios por su carácter épico y majestuosa belleza artística, siguiendo en este caso lo marcado por otros títulos como ABZU o Journey, pero añadiendo mecánicas algo más "complejas" heredadas de clásicos como la saga Zelda. Es una pena que no dure más (unas cinco horas, aunque es rejugable) y que momentos muy puntuales, como el factor sigilo, no estén tan cuidados como el resto del juego, porque de haber sido así estaríamos hablando de una de las sorpresas más destacadas de la temporada. Un muy buen título en cualquier caso.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código proporcionado por Meridiem Games.