Análisis She’s Leaving: terror íntimo, acecho constante y un misterio por resolver (PS5, PC, Xbox Series X)
El terror independiente en primera persona atraviesa un momento fascinante, donde estudios pequeños intentan siempre darle una pequeña vuelta a la fórmula. Lejos de las superproducciones, estas tienen más margen para la creatividad, y en el caso que hoy nos ocupa. intenta recuperar ideas y conceptos que han quedado un poco olvidados en los últimos años, como la investigación forense. Os contamos si lo han hecho con éxito.
Una atmósfera que domina la experiencia
She’s Leaving es juego de exploración y terror en primera persona que sirve como un debut pequeño pero muy seguro de su identidad: un thriller psicológico en primera persona donde la tensión no proviene de sustos, sino de la sensación de ser observado constantemente. Desde el primer minuto queda claro que, por decirlo de alguna manera, no quiere gritarte, quiere respirarte en la nuca. La historia sigue a Charles Dalton, un analista forense que investiga un crimen reciente dentro de la inquietante House Haywood, una mansión que parece más un archivo de memorias rotas que un simple escenario.
A nivel jugable, es muy Resident Evil clásico, en el sentido de que nos vamos a pasar una gran parte del tiempo buscando llaves para abrir nuevas zonas, con algunos puzles repartidos por aquí y por allí, aunque sin ningún tipo de combate «real».
Otro elemento de la saga de Capcom es el stalker, la figura de ese enemigo invencible e incansable que te persigue y que añade una capa de tensión adicional a la exploración. Además de esta exploración, hay un elemento más a tener en cuenta: la investigación.
Buenas ideas con mucho potencial desaprovechado
El enfoque forense es uno de los elementos más interesantes del planteamiento inicial. Analizar manchas, reconstruir pequeñas escenas y examinar detalles como investigador aporta una capa narrativa muy atractiva. Desgraciadamente, el sistema no termina de desarrollarse. Funciona bien durante los primeros minutos, pero pronto se diluye hasta quedar como un complemento ocasional.
Es una oportunidad perdida: esta mecánica podría haber diferenciado por completo a She’s Leaving del resto de juegos de terror, e incluso acercarse o expandir lo que vimos en juegos como el mítico Condemned. En lugar de ser un pilar, acaba siendo una herramienta puntual, un tanto simple y previsible, que quizás peca de no tener demasiada fe en la inteligencia del jugador.
De igual modo, el juego incluye varios puzles que funcionan como pequeñas pausas entre momentos de tensión. Son fáciles, rápidos y, si bien hay alguno que otro más inteligente, pecan de conservadores. Digamos que cumplen su cometido, pero tampoco sorprenden. En una obra tan centrada en la atmósfera, no era imprescindible que fueran complejos, pero sí habría sido deseable que estuvieran más ligados al perfil forense del protagonista.
El stalker, ese asesino silencioso que ronda la mansión, es otro de los pilares del juego. Sus apariciones al principio están medidas, tensas y bien integradas en la atmósfera. Susurros en galés, pasos amortiguados y un comportamiento que al principio resulta imprevisible logran construir una tensión muy
real durante la primera mitad de la experiencia. Sin embargo, una vez aprendes sus patrones, la amenaza pierde parte de su fuerza. Charles corre demasiado rápido, y la munición del táser –con el que podemos tumbarlo temporalmente– abunda en exceso. No llega a romper la experiencia, pero sí la hace menos opresiva de lo que podría haber sido.
La mansión: impresionante, pero demasiado segmentada
El mayor triunfo de She’s Leaving es su atmósfera: iluminación precisa, pasillos silenciosos, habitaciones cargadas de historia y un diseño visual que transmite decadencia sin exagerarla. El juego entiende perfectamente el poder del espacio vacío y del sonido contenido. Cada rincón de la mansión parece guardar un secreto pequeño, donde la casa no es decorado, sino un personaje más. Esa consistencia estética convierte House Haywood en uno de los elementos más memorables del juego.
Sin embargo –y es que siempre hay un pero–, su estructura es demasiado compartimentada. Para un juego que coquetea con el backtracking, habría sido ideal una mayor cohesión espacial, atajos o rutas alternativas, ya que al final nos pasamos casi todo el tiempo corriendo en círculos. Lo mismo pasa con la historia. El cierre del viaje mantiene el tono emocional, pero no alcanza el impacto de los mejores momentos del juego. No decepciona, pero tampoco deja la marca profunda que su primera mitad promete. Charles obtiene respuestas, aunque no todas, y la atmósfera se mantiene hasta los créditos, pero falta un giro o una revelación que termine de elevar el desenlace.
Muy efectivo en lo técnico
En lo meramente técnico, es un juego muy inteligente. Obviamente, los recursos de un estudio pequeño como este son muy limitados, y en lugar de cegarse con la ambición han preferido hacer un título muy recogido e «inteligente». Casi todo está hecho con una carga poligonal bajísima, pero muy bien iluminado y texturizado para «engañarnos». Si nos fijamos en el detalle de las cosas, se le ven las costuras rápidamente, pero si jugamos «con normalidad» se ve bastante bien.
En lo sonoro, creemos que también hace un muy buen trabajo, sobre todo porque nos sorprende con la inclusión de voces en galés para la criatura que nos persigue y para los maniquís de la casa. Teniendo en cuenta que es un idioma aún vivo en el Reino Unido pero desconocido para el resto del mundo. Su sonoridad antigua y sus fonemas desconocidos crean una sensación de 'extrañeza' y escuchar susurros en una lengua que no podemos descifrar, pero que suena tan humana y real, genera mucha más inquietud que el típico latín inventado y tiene ese toque inesperado que funciona muy bien. Por supuesto, los efectos de sonido también juegan un papel importante. Como nota, sólo tenemos textos en inglés y japonés, algo un tanto limitado.
Imperfecto pero absorbente
She’s Leaving es un juego pequeño, recogido y muy consciente de lo que quiere provocar. Tiene fallos claros —puzles flojos, un enemigo predecible y un uso limitado de su sistema forense—, pero su atmósfera es muy buena y tiene muy buen ritmo y, si bien es cierto que es breve, no te da tiempo a aburrirte. Si disfrutas de la parte de la exploración de Resident Evil, buscando llaves y abriendo puertas, así como de propuestas narrativas contenidas, aquí encontrarás una obra imperfecta pero muy disfrutable.
Hemos realizado este análisis en PS5 Pro con un código de descarga proporcionado por Perp Games.