Análisis Sherlock Holmes Chapter One, las aventuras del joven detective (PS5, PC, Xbox Series X/S)
El estudio ucraniano Frogwares se ha hecho un nombre con las adaptaciones de personajes literarios, en especial Sherlock Holmes, pero también con La vuelta al mundo en 80 días, Drácula o Viaje al centro de la Tierra; The Sinking City, su trabajo más reciente, estaba inspirado en el terror de H. P. Lovecraft. No era de extrañar que tras Sherlock Holmes: The Devil's Daughter (2016) el estudio retomase de nuevo al detective más famoso de todos los tiempos.
Sherlock Holmes Chapter One es una nueva aventura que vuelve a reinventa al personaje de Arthur Conan Doyle. Esto lo hemos visto en multitud de adaptaciones, desde las más fieles, las que trasladan los acontecimientos a otra época –la serie Sherlock- a otras un poco más libres que exageran ciertos aspectos, como las películas de Guy Ritchie. Todas tienen cabida desde que los derechos de Holmes son de dominio público, aunque hay algo que nunca puede faltar: una gran dosis de misterio que sólo una mente privilegiada puede desenmarañar.
Las aventuras del joven Sherlock Holmes
Como el nombre del juego sugiere, Sherlock Holmes Chapter One narra una historia protagonizada por un joven Sherlock antes de convertirse en el respetado detective que fuma en pipa y siempre va acompañado de Watson. Aquí no es tampoco un completo novato: cuando lo descubrimos en Chapter One ya ha demostrado tener un enorme talento para la deducción y el análisis, pero con un exceso de arrogancia y confianza propia de su edad. Dado que esta historia es original y aspira a ser una precuela de lo que llegaría después se puede permitir algunas licencias que no chocan demasiado con la imagen más típica de Sherlock.
Chapter One narra el viaje del detective a la isla ficticia Cordona, una localización mediterránea casi paradisiaca con ese sol y arquitectura característica de la zona donde supuestamente Sherlock pasó su juventud. Allí visitará la tumba de su madre, fallecida en extrañas circunstancias, algo que abrirá viejas heridas y provocará emociones en un personaje que muchas veces se enorgullece de ser frío y calculador, pero también dará pie a tirar del hilo en una conspiración que va más allá de lo que podía imaginar. Y es que allá donde va Sherlock Holmes siempre hay un robo o un crimen que resolver. Ah, y nos acompañará el misterioso amigo Jon, una especie de sustituto de Watson, pero no queremos dar muchos más detalles de su trama.
Frogwares ha combinado los aspectos que más han gustado de antiguos juegos de Sherlock Holmes con algunas lecciones aprendidas en The Sinking City, lo que convierte al título en uno de los más innovadores y ambiciosos de la saga. Por una parte tenemos todo el pilar de investigación que como no podía ser de otra manera es lo más importante del juego, la evolución de las aventuras de puzles y point’n click a una vista en tercera persona.
Gran parte del tiempo y la jugabilidad lo pasaremos interactuando con objetos, rastros y preguntando a testigos sobre un suceso para corroborar coartadas o sospechas. Este aspecto es el que podíamos esperar de un juego de este tipo: explora la zona, acumula suficientes piezas del puzle para conseguir un concepto, une pistas en el "palacio mental" y forma unas conclusiones que te llevarán a avanzar en la investigación o dar con la respuesta al caso. Aquí se utilizan algunas herramientas propias de un detective como Holmes, desde un "radar" que señala los objetos importantes de la zona o una visión especial que, con sólo mirar unos instantes a cualquier NPC, te informa de la nacionalidad del personaje, dónde ha estado o algún rasgo de la personalidad, tal y como demuestra el detective en muchas de las novelas. Esto, naturalmente, servirá para encontrar más rápidamente al sujeto que nos interesa si tenemos suficientes datos de su descripción.
Estas ayudas y otras mecánicas, como seguir el rastro imaginario que ha seguido un personaje, imaginar la escena del crimen o fijar una pista para preguntar sobre ella, nos serán muy útiles para resolver unos crímenes que además aportan algún giro moral. Y es que Chapter One también permite equivocarse en las conclusiones, inculpar a un sospechoso inocente o "perdonar" al criminal si nos parece que su motivación estaba justificada. Incluso hace uso de los disfraces de Sherlock para engañar a la gente y así conseguir un efecto deseado o entrar en lugares vetados. El juego quiere dar más libertad –aunque sea aparente- y eso es algo que viene reforzado por su gran novedad: el mundo abierto.
Un Sherlock Holmes de mundo abierto… y con acción
Frogwares vuelve al mundo de Sherlock Holmes después de lanzar The Sinking City, un juego de investigación y exploración con pequeños toques de acción, así que Chapter One utiliza esta base pero sustituyendo el ambiente malsano de Lovecraft por un precioso mapa que nos permite recorrer diferentes barrios de la isla. Si lo comparamos con el tamaño de otros juegos quizás nos parezca hasta pequeño porque se puede correr de una punta a otra en no demasiados minutos, pero para este juego nos ha parecido muy interesante.
Cordona es una zona de juego donde podremos seguir el hilo de la misión principal, algo que nos llevará unas 15 horas –varía mucho según lo que tardemos con los puzles- pero también encontrar muchos otros casos secundarios, ya sea explorando pistas de las calles o escuchando casos que nos proporcionen personajes y la policía local. Quizás para el jugón de otros mundos abiertos de acción el mapa no ofrezca tanta interactividad o contenido como podía esperar, pero ayuda a dar una sensación menos encorsetada que otros juegos de Sherlock y al final potencia la exploración que a fin de cuentas tiene mucho sentido para un detective. Además de los puntos clave de la ciudad, donde suele haber alguna misión cercana, también encontraremos las tiendas de ropa para conseguir nueva vestimenta y maquillaje que se combina para causar la impresión deseada, o tiendas de muebles para decorar nuestro antiguo hogar.
Uno de los puntos positivos de Chapter One es que no guía al jugador de la mano, pero lo equilibra con suficientes indicaciones para que nadie quede bloqueado. Esto es válido tanto para la fase de investigación, donde un indicador en el mapa nos dice si hemos obtenido todas las pistas o no, y para explorar la ciudad, ya que a veces nos darán indicaciones un poco vagas de un lugar –siempre puedes consultar a la población por este sitio-. Es decir, que no tendrás iconos visuales de los metros que faltan para llegar a tal mansión ni una avalancha de alertas en la interfaz. Cierto, como hemos mencionado Cordona es más un decorado donde transcurren los casos y no una ciudad que se sienta auténticamente viva, pero tampoco esperábamos que se codease con aventuras más rodadas en este planteamiento y quizás no necesite mucho más por el momento.
A lo largo del mapa encontraremos algunas guaridas de maleantes y ciertas misiones requerirán más fuerza que mañana, es decir, poner en práctica otro de los aspectos no siempre contemplado en los juegos de Sherlock: el combate. Como no tendría mucho sentido ver al detective encadenando tiros a la cabeza, Frogwares ha dado una pequeña vuelta a los tiroteos en tercera persona: la opción de disparar sin intención a matar. Para derrotar a nuestros enemigos hay que disparar a ciertas defensas o puntos débiles, protecciones y cascos, y aprovechar el entorno –si bien también puedes causar bajas, esto trae alguna consecuencia-. Cuando se desenfunda la pistola el tiempo se ralentiza unos instantes, se resaltan cañerías, barriles u objetos que pueden actuar de trampas que incapacitan al oponente, momento en el que se puede pasar a golpear al oponente con un pequeño QTE o pulsación de botones.
Hay que alabar la intención del equipo por intentar hacer algo diferente con Sherlock Holmes, y que dada la vitalidad y energía de su versión joven se puede aceptar; de hecho, Robert Downey Jr. interpretó a un Holmes que no rehuía el combate si era necesario. ¿En la práctica? Son unos tiroteos menos frenéticos que los que encontraríamos en shooters de coberturas y ciertamente le da un punto de estrategia, pero no es el apartado donde más se luzca y no pasa de una jugabilidad correcta; sencillamente hay multitud de mejores opciones si lo que queremos es apretar el gatillo.
Por suerte Frogwares sabe que muchos jugadores interesados en la aventura de puzles rechazarán este componente de acción y Sherlock Holmes Chapter One ofrece varios ajustes para la experiencia, tanto para modificar el grado de dificultad de la investigación, con más o menos ayudas, como con la opción para omitir completamente el combate –sin las recompensas asociadas-, y se puede ajustar una vez hemos empezado la partida. Nuestra opinión es que pruebes la acción porque al menos pretende dar un aire nuevo dentro de un juego que abarcará varias decenas horas -si te propones ver absolutamente todo- de diálogos y análisis de pistas, pero ciertamente es lo menos interesante a nivel jugable.
Cordona, el lugar perfecto para pasar tus vacaciones
The Sinking City ya nos impresionó en su momento, y Sherlock Holmes Chapter One vuelve a destacar en su apartado gráfico más por la dirección artística que por los aspectos técnicos, que no se aleja mucho de lo visto en Sherlock Holmes: The Devil's Daughter pero claro, todo con la ambición de un mundo interconectado. De hecho sólo podríamos poner de pega algún pequeño tirón en el rendimiento en determinadas calles de la ciudad, el pop-up visible en vegetación y que en alguna ocasión veremos texturas que desentonan con la calidad del resto –quizás sea un problema de carga-, como rocas. Frogwares ha prometido algunos cambios con una actualización de lanzamiento entre los que se habla de optimizaciones en el rendimiento, así que podría estar más pulido en los próximos días.
Por lo demás es un juego con unas vistas maravillosas, tanto en el exterior como el interior de las mansiones, el aspecto de los personajes es más que correcto para una producción intermedia como esta y aunque hay animaciones mejorables –por ejemplo en las expresiones faciales- tampoco desentonan mucho. La verdad es que nos ha sorprendido gratamente.
El sonido destaca por las voces, con perfecto acento británico –textos en español- entre los que destaca el actor Alex Jordan que repite en su papel de Sherlock, mientras que la música suele pasar bastante desapercibida. Hay algún problema con la repetición de diálogos de los NPC, pues tienden a repetir el mismo tipo de frases genéricas cuando la población no tiene respuesta a nuestra pregunta, y además es fácil reconocer la misma voz para varios personajes.
Conclusiones
Chapter One es un buen paso adelante para renovar el interés por Holmes. Tiene varias decisiones positivas, empezando por la elección del joven detective que permite explorar aspectos de su personalidad e infancia que, si bien no es estrictamente canon, aporta frescura al personaje. El mundo abierto, incluso si se toma sólo como un recorrido para ir de un punto a otro, invita a descubrir nuevos casos alejados de la trama principal y no deja de ser el concepto de Sherlock Holmes: The Devil's Daughter pero más elaborado. El tema más polémico –la acción- es literalmente opcional. En definitiva, una precuela que se construye con los cimientos de anteriores juegos y, aunque no todas las novedades supongan una revolución real de la fórmula habitual de Frogwares, encantará a los fans de la saga.
Hemos realizado este análisis en PS5 con un código proporcionado por Frogwares.