Análisis Madden NFL 23, football para todos los gustos pero falto de lustre (PS5, PC, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4)
Como con cada nueva temporada de fútbol americano, Madden de EA Sports llega arrasando. El videojuego deportivo del gigante del ocio electrónico es toda una institución, el epítome de lo que puede llegar a ser una saga centrada en esta disciplina, capaz de conquistar listas de ventas y levantar pasiones -y desilusiones- entre sus aficionados año tras año. Madden NFL 23, en esta ocasión, quiere hacer dos cosas: arreglar los evidentes y numerosos problemas de la versión anterior y rendir tributo al mítico entrenador de los Raiders, John Madden, fallecido en diciembre a los 85 años de edad. Lo segundo lo consigue sin lugar a dudas, pero de lo primero tenemos algunas dudas. Madden NFL 23 es mejor que su antecesor en muchos aspectos, pero seguimos sin descubrir en él las virtudes que sí logró alcanzar hace unos años en el terreno de consolas muy trilladas a estas alturas como PlayStation 4 y Xbox One. La nueva generación, pese a todos los esfuerzos de sus responsables, se le sigue atragantando.
Un homenaje a John Madden
Madden nos permite, desde hace cierto tiempo, disfrutar del último partido de la Superbowl para que nos hagamos a los controles, disfrutemos de las novedades o nos hagamos una idea de los gráficos de la versión recién lanzada al mercado. Es una toma de contacto agradecida, inteligente, que muchos otros juegos han intentado imitar a su manera. Pero esta edición es distinta.
En esta ocasión, Madden NFL 23 ha querido centrarse en la figura del entrenador desde el minuto uno, rindiendo un sentido homenaje a la primera entrega de la saga, con un icono en el dashboard diferente, que es una referencia directa a la versión original de 1988 en su edición All Madden, con una locución en el preciso instante que aparece el logo de EA Sports y con una intro llena de imágenes de archivo del entrenador que se fusionan con recreaciones del entrenador en tres dimensiones.
Pero como os decíamos, en lugar de ponernos a los mandos de los equipos que llegaron a la Superbowl el año pasado -cosa que sí podemos hacer más adelante-, en EA han decidido darnos un chute de nostalgia al ofrecernos en bandeja de plata un primer partido del Madden Legacy Game, una suerte de lección de historia deportiva interactiva, con dos escuadras de jugadores míticos de la liga nacional de fútbol. De esta manera, y en el Oakland Coliseum de los setenta, jugaremos con y contra figuras de distintas épocas de este deporte de la talla de Brett Favre, Ray Lewis, Tim Brown, Barry Sanders, Randy Moss o Tom Brady, todo ello con la estética del primer videojuego de la licencia. Si amáis la saga desde sus raíces, y os interesa la historia del fútbol americano en todas sus variantes, creemos que este detalle en la presentación, así como el propio modo en sí, os gustará especialmente.
Un nuevo sistema de pase y una mejorada simulación de choques y placajes
Madden NFL 23 basa su jugabilidad en un cúmulo de adiciones, ajustes y cambios dentro y fuera del terreno de juego. EA Sports ha afirmado haber tomado nota de las críticas del año pasado, sobre todo en lo relativo a los problemas durante los partidos, confirmándonos que incluso habían leído los comentarios de la comunidad a la hora de solucionar bugs y glitches heredaros de ediciones pasadas y que seguían haciendo acto de aparición en las versiones más modernas. Tenemos que decir que se han ajustado cosas como las coberturas defensivas, la contención de los quarterbacks más móviles o dinámicos e incluso el pass rush, haciéndolo todo más orgánico y parecido a lo que es el fútbol en la actualidad, sin caer en los automatismos de otras ediciones -que sí, siguen estando presentes-. Pero el primer cambio que nos llama la atención, y quizás el más importante a nivel global, es FieldSENSE, una renovación profunda en la jugabilidad que abarca desde los golpes y placajes a los pases basados en la habilidad.
Un aspecto que salta a la vista nada más ponernos a los mandos del primer partido es que la animación de los jugadores, en términos generales, está más depurada y mejor integrada en el juego. Con esta nueva tecnología de simulación, presente solo en PlayStation 5 y Xbox Series X/S, podemos ver cómo los jugadores ofensivos y defensivos chocan de una manera más realista, se comportan como esperamos o nos encontramos con combinaciones de movimientos, knockouts o tackles que antes eran imposibles. Por ejemplo, podemos forzar pérdidas de balón en el aire de una manera más creíble, interceptar pases con rutas que antes no se contemplaban o incluso observar una melee menos confusa y más consistente.
Es aquí cuando luce mejor Madden NFL 23 y su Hit Stick, que presenta más libertad a la hora de realizar esos placajes que antes parecían más automáticos y predefinidos. También se han incluido cortes de 360º, un aspecto que ofrece a los receptores y portadores del balón mucha más libertad a la hora de ejecutar sus rutas y movimientos, con giros menos artificiales y carreras en profundidad más sutiles. Ligado a este sistema tenemos otra mecánica, Stand Up Tackles, que si bien nos ha parecido un tanto anecdótica, nos permite ungirnos de una fuerza extra a la hora de resistirnos al placaje de nuestro rival y avanzar unas cuentas yardas extra pulsando repetidas veces algún botón. Si fracasamos, nuestro jugador será derribado por la defensa, pero si tenemos suerte y respondemos bien a los estímulos de la pantalla, podemos recorrer alguna que otra yarda más y posicionarnos mejor en el campo.
Madden NFL 23 también tiende la mano a los jugadores que pedían más dosis de simulación. EA Sports ha incluido la que es, para nosotros, la novedad más interesante e inteligente de todas las relacionadas con la jugabilidad. Se trata de un nuevo sistema de pase basado en la habilidad, que ofrece un enorme conjunto de opciones personalizables que permiten a los jugadores decidir cómo quieren disfrutar de su propia experiencia Madden. Con el nuevo sistema, podemos tener el control absoluto de los pases del quarterback, decidiendo con más exactitud que en versiones anteriores del videojuego dónde queremos colocar el balón. Es un sistema francamente profundo, ya que ahora podemos alejar a los receptores de la presión de los rivales, buscando pases estrechos y muy ajustados, todo ello con un sistema de estímulos visuales que permiten controlar la potencia y la precisión.
Al principio, os confesamos, este sistema nos desbordó. Es mucho más complejo de lo que ha ido presentando la licencia hasta la fecha, ya que se deja de pulsar un botón y ahora tenemos que controlar la potencia con la que lanzamos el balón, ajustando con los gatillos la altitud o el efecto del balón y calculando, con una pequeña retícula y área de efecto, hacia dónde debe dirigirse. El medidor de fuerza se posicionará encima del receptor al que dirigimos el balón, y desde ahí, se nos permitirá calcular la precisión con el stick izquierdo, que será el momento fundamental para comprobar si nuestro quarterback ha calculado bien el drive. En el modo offline, el tiempo se ralentizará un momento, dándonos algo más de cancha para procesar y pensar la jugada que vamos a ejecutar, aunque podemos desactivarlo si queremos tener una experiencia más exigente y realista.
Los nuevos pases basados en la habilidad, con toda la retahíla de características asociadas como la potencia, precisión e incluso distancia o efecto, nos han encantado. Es un sistema que nos ha parecido fresco, distinto y todo un reto para los jugadores más veteranos. Pero no os preocupéis si en vuestra primera toma de contacto no os termina de convencer. Cada jugador puede ajustar el nivel de esta mecánica, aceptándola con todas sus variantes y mejoras, desactivándola parcialmente o incluso eliminándola y optando por el control tradicional de Madden en los últimos años. Lógicamente, para los novatos o los que aún no se han hecho del todo a este deporte y sus videojuegos oficiales, puede suponer un auténtico salto de gigante. Quizás lo más recomendable, y como ya os hemos explicado en otras ediciones, es que os dejéis caer por los innumerables tutoriales o incluso en probéis a jugar a vuestro aire seleccionando el modo Arcade en los partidos rápidos, ajustando y perfilando qué es aquello que os resulta más divertido y desactivando lo que menos os guste. Hay pocos videojuegos que exijan un nivel de compromiso y dedicación como Madden, sobre todo al principio o si no se tiene experiencia previa, pero EA Sports lleva varios años abriéndose a nuevas generaciones de jugadores y aficionados con estas opciones.
Una oferta abrumadora en modos de juego pero demasiado continuista
Si a nivel jugable y en simulación las cosas han mejorado, tenemos que decir que en lo referente a los modos de juego, la cosa sigue muy en consonancia a lo que vimos en Madden NFL 22 pero con el consiguiente ajuste o lavado de cara. Volvemos a tener el Modo Franquicia, que sn u tercer año incluye un sistema de Agencia Libre completamente nuevo, motivaciones para los jugadores, cambios en el sistema de ojeadores y algunos cambios en la utilización de las etiquetas y los draft. Quizás sea el modo más complejo, grande y divertido, aquel en el que podemos pasar horas y horas con nuestro equipo favorito, y aunque ha cambiado poco desde hace unos años, EA sigue mimándolo edición tras edición. No esperéis una revolución, no lo es, pero sí está aderezado con ajustes que creemos le hacen mucho bien a una base jugable sólida.
Como os podéis imaginar, Madden NFL 23 vuelve a traernos el Face of the Franchise, el modo cinematográfico en el que encarnamos a un jugador en su periplo por la NFL, y que en esta ocasión busca darnos un ligero cambio en la presentación de su narrativa, invitándonos a firmar un contrato de un año con el club de nuestro sueños. Ya no empezamos desde cero o desde la universidad. Ya estamos entre los grandes y debemos hacernos un hueco para volar alto en el club de los 99. Hay una enorme cantidad de posiciones y aspectos a personalizar en nuestro jugador, desde posiciones como cornerback al uso de una nueva cámara defensiva que nos ha parecido un acierto. Además, más allá de los diálogos y conversaciones de nuestro avatar virtual, se han incluido las llamadas Actividades secundarias, que nos permiten desarrollar a nuestro jugador con actividades fuera del campo, implicándonos en la comunidad, ofreciéndonos tiempo libre, sesiones de entrenamiento y recuperación, etc. Da la sensación de que no saben qué hacer con este modo, que se hizo popular en los juegos de 2K Games y que incluso FIFA intentó copiar hace unos años, pero que no ha terminado de cuajar.
Y sí, Ultimate Team sigue teniendo su rincón. Aunque no llega al fenómeno de FIFA y tampoco está tan presente como en el juego de balompié de EA, parece que Madden sí ha querido copiar nuevas fórmulas y ajustar las ideas ya vistas en su otra saga deportiva, buscando formas más sencillas de desbloquear jugadores y sobres, cambiando la gestión de los equipos -es más fácil organizar escuadras y plantillas con nuestros cromos virtuales- y ampliando el sistema de recompensas en base a objetivos, algo que nos ha gustado especialmente en un modo que sigue pendiente de los micropagos y las monedas virtuales. Sí, hay mucho que hacer en Madden, pero, siendo honestos, nos sigue pareciendo que pese a que hay muchos modos de juego y que cada jugador puede más o menos seleccionar su experiencia, todo sigue más o menos igual que el año pasado. Y eso puede ser un problema.
Una presentación mejorada pero sigue sin sacarle partido a PS5 y Xbox Series S/X
Comencemos por lo obvio: los jugadores de Madden NFL 23 lucen mejor que nunca. Se han renovado los modelados de los cuerpos, sus rostros e incluso algunos gestos y animaciones propias, presentando en pantalla un mayor realismo con respecto a otras versiones anteriores. En cualquier caso, y pese a que hay dos modos gráficos en PlayStation 5 y Xbox Series S/X -uno enfocado a la fidelidad y otro al framerate-, sigue faltándole algo. Lo que el año pasado nos sorprendía, ahora ya está más que asimilado, pensamos que hay que exigirle algo más a un videojuego así. Sí, por momentos sigue siendo un exponente del fotorrealismo gracias a Frostbite en condiciones muy concretas -de noche, con la iluminación de los estadios y los reflejos en los cascos de los jugadores, brilla especialmente- pero hay algo que no termina de encajar. A finales de la pasada generación, EA logró un punto dulce entre presentación, modelados y efectos audiovisuales, que aquí parece que le está costando mucho conseguir.
Podemos tener un estadio perfectamente recreado, un buen número de jugadores saliendo al césped entre fuegos de artificio y, una vez arrancado el partido, verlos hacer cosas extrañas. Sí, el motor de física se ha mejorado, pero el juego sigue haciendo de las suyas. Hemos visto a un jugador retirarse a los vestuarios y atravesar a los miembros del equipo técnico, sillas o muros del estadio sin problemas o incluso, en un momento realmente cómico, a un wide receiver bailar sin parar en bucle después de haber anotado un touchdown. Creemos que Madden NFL 23 necesita todavía dar un salto gráfico importante, una evolución lógica tras más dos años desde el lanzamiento de las consolas actuales, que logre devolver a la saga a la primera línea del aspecto técnico en la que una vez estuvo. Y sí, como os podéis imaginar, sigue estando completamente en inglés.
Conclusiones finales
Madden NFL 23 es, sobre todo, un juego divertido y muy absorbente si nos gusta este deporte. Los aficionados al fútbol americano van a encontrar en esta entrega un videojuego continuista, que mejora algunos de los graves errores de la edición anterior y que se esfuerza por renovar las bases jugables de cara al futuro de la saga. Es al mismo tiempo un sentido homenaje a John Madden, figura legendaria de este deporte y cara visible durante años de la licencia. EA Sports ha conseguido refrescar las mecánicas de los pases haciéndolas más desafiantes, divertidas e interesantes para los veteranos de estos videojuegos, así como se ha molestado en buscar un desarrollo más orgánico de los partidos con situaciones más realistas basadas en los placajes. Sin embargo, y pese a la mejora en la simulación física, el título sigue arrastrando problemas, fallos y un apartado gráfico que necesita despegar y dejar huella en el jugador en plataformas muy capaces como PlayStation 5 y Xbox Series X/S.
Mención merecen los modos de juego, variados y llenos de posibilidades, pero con pocas novedades y cambios de peso, un aspecto que creemos acaba haciéndole pasar factura a la larga. Madden NFL 23 es un pequeño paso hacia la end zone, una declaración de intenciones en lo jugable y un compromiso de cara al mañana, pero insuficiente como para anotar y recibir el aplauso generalizado del público.
Hemos analizado el juego en su versión de PS5 con códigos proporcionados por Electronic Arts