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Género/s: Acción / Hack and Slash
PS4:
PS5, XSX, PC, XBOne:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Capcom
Producción: Capcom
Distribución: PS Store
Precio: 49,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Inglés/Japonés
ANÁLISIS

Ha llegado casi por sorpresa y ha resultado ser un juegazo: No deberías dejar pasar Kunitsu-Gami: Path of the Goddess - Análisis (PS5, Xbox Series X/S, PC, Xbox One, PS4)

Casi de la nada ha aparecido Kunitsu-Gami: Path of the Goddess, un juego de Capcom que combina de forma brillante la acción directa de un hack and slash con la estrategia, gestión y folclore japonés.
Análisis de versiones PS5, Xbox Series X/S, PC, Xbox One y PS4.

Puede que Kunitsu-Gami: Path of the Goddess sea algo difícil de explicar y encajar en las etiquetas habituales, pero donde más cómodo es situar este nuevo videojuego de Capcom probablemente sea en la intersección entre los espadazos de un hack and slash y la estrategia pausada (que no pasiva) de un tower defense. De ahí parte un camino que se ramifica desvelando muchos más detalles que nutren a este proyecto hasta convertirlo en algo único que merece la pena probar, esquivando cualquier barrera que pueda plantearnos su propuesta.

Kunitsu-Gami: Path of the Goddess llega esta semana (19 de julio) a PlayStation, Xbox y PC, en estas dos últimas plataformas disponibles a través de la suscripción de Xbox Game Pass. Es un singular videojuego que ha desarrollado en tres años la Development Division 1 de Capcom, responsable sobre todo de trabajar con Resident Evil y Devil May Cry, y bajo la dirección de Shuuichi Kawata, que también fue director de arte del curioso metroidvania Shinsekai: Into the Depths, el cual comparte similitudes con este nuevo juego.

Una doncella, un guerrero y una montaña asolada por la corrupción

La ambientación de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess nos lleva hasta una montaña japonesa envuelta en una corrupción que ha asolado pueblos y aldeas. Nosotros controlamos a Soh, un guerrero que acompaña a Yoshiro, la doncella de la montaña, en una aventura para purificar estos lugares y recuperar la vida que había en ellos. Esta ambientación, inspirada en la mitología japonesa, propicia la aparición de espacios y personajes que conocemos bien en el videojuego, pero a los que se les da una interesante perspectiva propia: yokais, arcos Torii, santuarios, amuletos… La cultura nipona se refleja aquí no sólo con una dirección artística apasionante, sino también desde un punto de vista que miniaturiza escenarios y personajes hasta convertirlos casi en dioramas preciosos, exhuberantes e interesantes a nivel de diseño.

Porque, en términos de jugabilidad, esa purificación se traduce en que cada nivel nos desafía a llegar el punto A al punto B para romper la maldición de una puerta Torii de la que por la noche salen monstruos que intentarán atacarnos y a los que no nos enfrentaremos en solitario, sino con la ayuda de aldeanos a los que iremos rescatando y dándole nuevos roles para formar un equipo con arqueros, guerreros, chamanes y muchos más perfiles. Lo que puede parecer simple, se va complicando principalmente de dos maneras: para llegar hasta el arco necesitamos dibujar un camino en el suelo por el que debe pasar la doncella, el cual requiere unos consumibles que nos limitan la distancia del recorrido, y esta camina a un ritmo tan lento que casi nunca vamos a poder alcanzar el final sin que nos pille la noche.

Lo brillante de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es que desde esas dos limitaciones básicas despliega todo un abanico de matices que consiguen hacer de cada nivel un reto mucho más estimulante de lo que pueda parecer en un principio. El juego con el uso de los recursos, la colocación de unidades, la decisión de detener o continuar la marcha de la doncella… Toda esa gama de acciones y opciones nos permiten establecer una estrategia que, además, permite una improvisación ágil y constante gracias no sólo al fantástico sistema de combate directo del guerrero Soh, a quien podemos controlar libremente en el campo de batalla, sino también a los menús de cambio de roles y posicionamiento de los aldeanos reconvertidos en unidades de batalla.

Cada nuevo nivel pone sobre la mesa un nuevo diseño del escenario y unas situaciones o normas únicas que despiertan nuestra inventiva estratégica: ¿cómo resuelvo este desafío en concreto? ¿En qué debo priorizar para lograr purificar este poblado? Kunitsu-Gami: Path of the Goddess pone buenas ideas unas detrás de otras sin perder ritmo, pero tampoco dejando de lado la rejugabilidad de cada fase, aunque sustentada sobre todo en la obtención de todas las recompensas extra que hay por cada nivel; estas, de paso, fomentan la exploración de los preciosos entornos del juego y añaden otra capa al desafío retándonos en muchas ocasiones a sobrevivir una noche más si queremos obtener dichas recompensas adicionales.

Estrategia, gestión y combates dinámicos contra hordas y jefes finales

Pero es que además, fuera de este sistema de niveles que parece troncal, hay más espacio de juego: por un lado tenemos que ayudar a reconstruir todas las bases que hayamos purificado, entrando en cada una de ellas y ordenando reparaciones en un sistema de gestión básico pero más o menos funcional que además nos otorga más recompensas y mejoras, y por otro lado tenemos fases de enfrentamientos contra grandes jefes que rompen con la ya de por sí poco pausada estrategia del juego y buscan darle un extra de agilidad a los combates, forzándonos a ser más directos sin descuidar la colocación táctica de unidades.

Tanto en los excelentes jefes como en las fases de enfrentamientos contra hordas de variados Yokais, Kunitsu-Gami: Path of the Goddess demuestra tener mucha confianza en su sistema de combate que, además, podemos ir mejorando y ampliando a medida que avanzamos en el juego. Con apenas un par de inputs sencillos (golpe básico, golpe ‘dancístico’, defensa…) podemos realizar toda una serie de combos no sólo espectaculares por sus animaciones y efectos visuales, sino también muy definidos para enfrentar a cada clase de enemigos. A eso hay que sumarle habilidades especiales que podemos equipar, mejoras y un gameplay tan satisfactorio que es fácil olvidar que estamos en un juego de estrategia.

En general, cada aspecto de Kunitsu-Gami: Path of the Goddess goza de una profundidad y un detallismo muy interesantes y cautivadores, con un montón de pormenores perfectamente remachados que le dan al conjunto un aire de solidez que es fácil de pasar por alto en un primer momento o desde fuera. Hay además un aura de celebración de la cultura y la mitología japonesas, y un trabajazo en todo lo que respecta a la dirección artística del videojuego, que refuerza mucho más la sensación de no querer dejar de jugar, de querer explorar todo lo que tiene que ofrecer este singular proyecto.

Conclusiones

Kunitsu-Gami: Path of the Goddess es un destello de creatividad en una industria que teme explorar nuevos formatos y estructuras de videojuegos. El equipo liderado por Shuuichi Kawata ha sabido encontrar su propio camino entre dos géneros tan asentados como el hack and slash y el tower defense, sin quedarse atascado en ninguno de ellos y ofreciendo una experiencia verdaderamente desafiante, satisfactoria y cautivadora, en la que es fácil quedarte atrapado durante horas tanto por la profundidad que propician sus múltiples capas estratégicas como por lo evocador de su precioso mundo inspirado por la mitología japonesa, de la que realiza una verdadera celebración. Capcom ha dado hueco y publicado un videojuego no sólo original, sino también brillante, cuyos defectos apenan empañan un conjunto que es mucho más que la suma de sus partes; un juego a reivindicar ahora, no dentro de unos años ya reconvertido en juego de culto.

Hemos realizado este análisis en PC con un código para la app de Xbox ofrecido por Plaion.

Redactor

NOTA

9

Puntos positivos

No sólo es un juego original y creativo, sino ejecutado de manera brillante.
Su dirección artística es fabulosa.
Jugabilidad variada: estrategia con múltiples capas y acción frenética, ágil.

Puntos negativos

Su rejugabilidad se sustenta sobre todo en objetivos adicionales.
La gestión de las bases es quizás demasiado simple.

En resumen

Mezclando estrategia profunda y una frenética acción directa, este singular proyecto de Capcom es toda una grata sorpresa y un soplo de aire fresco en una industria que parece estancada en las mismas ideas.