X
Juegos
Foro
Plataformas
Fecha de lanzamiento:
PC:
PS5, Switch, XSX, XBOne, PS4:
También en: PC Switch XSX XBOne PS4 PS5
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Drakkar Dev
Producción: Blowfish Studios
Distribución: Meridiem Games
Precio: 29,99 €
Jugadores: 1-2
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: -
ANÁLISIS
Noticias
Avances
Análisis
Trucos
Vídeos

Análsisis Blackwind, un nuevo twin stick shooter indie (PS5, PC, Switch, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4)

Acción y aventura en un shooter arcade que no tiene miedo a introducir pequeños puzles y exploración.
·
Actualizado: 11:14 24/1/2022
Análisis de versiones PS5, PC, Switch, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4.

El mercado –y los jugadores- han contribuido a polarizar los lanzamientos en dos extremos: la superproducción de 40 horas, pulida en aspectos técnicos y géneros que "gustan a todos", o las genialidades indie que de vez en cuando se convierten en candidatos a Juego del año. Entre medias encontraríamos toda esa clase AA que hace más de 10 años daba cuerpo al catálogo, no eran juegos redondos pero entretenían sin complicaciones, sabían sus limitaciones jugables y gráficas. Blackwind de Drakkar Dev llega ahora a consolas y PC, y es precisamente una novedad que entra en esta última categoría.

James, sal a pilotar el mecha

Blackwind es una aventura de acción que combina varias influencias, aunque la más clara sería la de los twin stick shooter, ese género arcade donde un personaje puede apuntar en 360º de manera independiente a su movimiento para disparar oleadas de enemigos.

¿Con qué disparamos? Aquí entra la historia protagonizada por el joven James, que para salvar su vida es introducido en un Battle Frame, una armadura, exoesqueleto o mecha experimental que ha construido su padre. La nave en la que viajan los Hawkins sufre un grave accidente cuando estaban cerca de aterrizar en un planeta minero en el que, por alguna razón, parece que se necesitan fuerzas especiales.

'Blackwind' tiene alma arcade, aunque también podemos ver influencias de otros géneros para dar un respiro entre tantos tiros.

James sale airoso del incidente y conoce la inteligencia artificial de su traje, Blackwind, que será una aliada imprescindible para emprender el viaje por este extraño mundo con la intención de descubrir qué ha pasado con su padre y, de paso, luchar contra una especie alienígena que ha estado poniendo en serios aprietos a los soldados que se encuentran en Medusa-42.

En teoría Blackwind tiene muchas papeletas para encantar a los fans de los arcades. No hay ideas originales pero tenemos una especie de Alienation –el clásico de Housemarque- en versión reducida, puedes esperar hordas de criaturas que se lanzan a por ti a la mínima, a la vez que introduce algunas otras influencias para dar un poco más de variedad al gameplay. Este quizás sea su mayor error, ya que mientras Alienation era un juegazo en todo lo que hacía, Blackwind no termina por perfeccionar ninguno de sus apartados y varias mecánicas restan en lugar de aportar. No obstante, Blackwind sabe entretener sin problemas siendo conscientes de su ambición y presupuesto.

Si comenzamos por lo positivo se puede hablar de la acción que transcurre en el interior de instalaciones, en pasillos no demasiado laberínticos que en muchas ocasiones requieren abrir puertas con llaves o interruptores. Por supuesto en nuestro camino aparecerán las criaturas que se despachan con tiros pero también algunos ataques cuerpo a cuerpo que permiten combos cuando se acortan distancias, lanzamiento de misiles y otras técnicas que iremos consiguiendo poco a poco. Hay un sistema de mejoras para obtener más salud con cada eliminación o aumentar el movimiento de impulso, así que interesará gastar los puntos conseguidos tanto de enemigos como del escenario. Incluso hay apariencias para coleccionar y usar en nuestro traje.

La jugabilidad cumple, aunque no se siente el peso que debería tener un equipamiento como este ni el impacto que encontramos en otros arcades más trabajados –las ejecuciones por ejemplo son secuencias que tardan más segundos de los necesarios, no son esa subida de adrenalina de un Doom o God of War, y terminan por romper el ritmo-. Son estos flecos los que marcan diferencias, pero al menos Blackwind presenta un elenco de aliens que exigen distintas estrategias: unos disparan, otros van más al ataque físico, son explosivos, van protegidos por escudo… Sí, probablemente pasarás gran parte del juego –algo menos de 10 horas- disparando todo lo que se mueva, pero puedes ser creativo con las herramientas que te dan.

También habrá tiempo para puzles y pequeñas plataformas

Los desarrolladores de Blackwind pensaron que apostar únicamente por un gameplay arcade podría ser monótono –algo que no es cierto si se hace bien- y aquí es cuando entra otro tipo de ideas que pretenden dar un aire fresco. Unas funcionan, por ejemplo el uso de un pequeño dron que se cuela en lugares donde el personaje no puede pasar, abriendo más las posibilidades de exploración –ah, y al cooperativo, aunque únicamente en local-. Otras ideas en cambio no, en especial cuando la acción transcurre en el exterior y Blackwind se convierte más en una sucesión de arenas de combates y pequeños puzles de plataformas 3D.

De vez en cuando veremos pequeños puzles y algo más de exploración, pero no es el punto fuerte de la aventura.

Nuestro mecha dispone de saltos, saltos dobles y posibilidad de escalar algunas estructuras. Esto se aprovecha en zonas con algún tipo de interruptor que funciona durante segundos o para interactuar con la destrucción del entorno –quizás el detalle más trabajado en los gráficos- con la intención de crear un nuevo camino. La lástima es que por diseño un tanto confuso –a veces no está claro qué hacer o a dónde ir, el minimapa no se puede ampliar, no utiliza guías visuales para guiar nuestra atención a lo importante…-, escaso ingenio de pruebas y una cámara que no siempre se coloca bien –a diferencia de los tramos en mazmorras, que es cenital, aquí está más inclinada-, la acción en la superficie del planeta nos ha parecido bastante inferior a los claustrofóbicos pasillos. Un planteamiento similar a lo visto en algunas aventuras de principios de los 2000, tanto en lo bueno como en lo malo, que empaña las virtudes conseguidas en otros aspectos.

Por lo demás, en aspectos técnicos no sufre ningún problema grave. Lo hemos jugado en PlayStation 5 y Unity no da fallos de rendimiento –algo que sí hemos visto en otros juegos en este motor-; la destrucción de objetos y cantidad de explosiones o balas en pantalla hace más espectacular un juego que a veces peca de escenarios genéricos y poco variados. La música electrónica ambienta bien un juego de estas características mientras que los diálogos –voces en inglés, textos en español- del protagonista durante el combate tienden a ser repetitivos.

Tiene unos gráficos resultones, con la destrucción del mobiliario como efecto más llamativo.

Conclusiones

Blackwind nunca llega a destapar todo su potencial. Sufre algunas limitaciones en gameplay pese a que la base es buena –un shooter arcade- debido a la irregularidad: entre las secciones más brillantes encontramos otras que muestran más sus costuras ya sea por falta de experiencia, presupuesto o decisiones un poco intuitivas en el diseño. Si has disfrutado de los auténticos imprescindibles del género –Nex Machina, Helldivers, Assault Android Cactus, Ruiner…- y buscas algo diferente, no tan orientado a la acción pura, dale una oportunidad a Blackwind; aunque dista de ser redondo, definitivamente en algunos momentos da con la tecla.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código proporcionado por Meridiem Games.

NOTA

6

Puntos positivos

La acción shooter estilo arcade.
Sistema de progreso para mejorar habilidades.
Gráficos y música cumplen para una producción como esta.

Puntos negativos

Un diseño en ocasiones confuso e incómodo.
Los pequeños puzles y plataformas no terminan de funcionar.
La cámara no controlable a veces entorpece el combate.

En resumen

Una aventura que saca lo mejor de sí cuando se centra en el aspecto más arcade. Un poco irregular y lejos de los mejores exponentes del género, pero divertido dentro de sus posibilidades.