Análisis Street Power Football, fútbol callejero y arcade (PS4, PC, Xbox One, Switch)
El fútbol sigue desatando pasiones sea cual sea la situación, incluyendo la misma en la que nos encontramos. Basta con echar un vistazo a cualquier publicación (sea de lo que sea) para comprobar cómo, por ejemplo, la posible marcha de Messi del Barcelona aparece hasta en medios que nada tienen que ver con el deporte rey. Muchos usuarios aguardan la llegada de las versiones anuales correspondientes a las sagas consagradas FIFA y PES, las cuales llegarán a lo largo de las próximas semanas. Pero para abrir boca y dejando el también reciente Captain Tsubasa: Rise of New Champions, SFL Interactive ha querido desmarcarse con una interpretación del fútbol callejero bastante particular denominada Street Power Football.
Evidentemente y al leer esto último, seguramente a los usuarios más entusiastas (y también veteranos) les habrá venido a la mente la franquicia de EA Sports añorada por muchos de nosotros que nos hizo disfrutar de lo lindo hace ya bastantes años, FIFA Street. ¿A que sí? Pues sentimos aguaros la fiesta así de primeras pero creemos que es conveniente dejar claro lo antes posible que cualquier comparación que se podría llegar a establecer entre las dos propuestas relacionadas con el fútbol callejero se encuentran muy alejadas entre sí por diversos factores, siendo el más importante de todos ellos el nivel de calidad integrado en ambas.
Y es que mientras FIFA Street era un título bastante notable, en este caso nos encontramos con una obra de claro carácter independiente que ha intentado ofrecer una oferta lo más atractiva y variada posible pero que, lamentablemente, se ha quedado simplemente en el intento.
Acrobacias muy locas
Como ya sospecharéis, estamos ante un representante puro de los juegos de estilo arcade. Es decir, que cualquier parecido que queráis encontrar entre el fútbol callejero real y lo que nos invita a degustar esta obra de SFL Interactive es pura coincidencia… salvo por un par de aspectos concretos: la presencia de jugadores reales y canchas inspiradas en localizaciones que existen en la realidad. Eso sí, dichos personajes han sido realizados en plan dibujos animados, por lo que la estética realista y todo lo que tiene que ver con sus animaciones, expresividad corporal, etc. son de todo menos fehacientes.
El título integra un ramillete de modos de juego relativamente variado aunque no especialmente amplio, incluyendo opción para dos jugadores online y local. Quizá el modo más interesante sea Become King, una modalidad conducida por el propio Sean Garnier (uno de los mejores freestylers del mundo) que nos anima a convertirnos en los reyes de las canchas. Y para ello es necesario ir superando diferentes retos que están sacados del resto de modos de juego… que ciertamente no terminan dando como resultado una opción apasionante, más bien lo contrario. El problema es que con el resto de modos de juego sucede lo mismo: no acaban de llenar. Participar en una especie de competición de "caños", practicar nuestra precisión con tiros a diferentes objetos ubicados en los fondos o realizar acrobacias una tras otra como si se tratara de un título musical son opciones que vienen a ser como pequeños minijuegos que adolecen de cualquier profundidad. Para una tarde con alguno de nuestros amigos pueden cumplir, pero poco más.
Por lo tanto solo nos quedan los partidos en sí (1vs1, 2vs2 o 3vs3), los cuales poseen algo más de interés pero presentan diferentes irregularidades. Los puntos más llamativos tienen que ver con la fantástica variedad de regates y acrobacias que es posible efectuar con el balón, algo que satisfará a los usuarios más fans de este tipo de acciones. Pero por desgracia todo lo demás flojea: el ritmo al que suceden los partidos no es el adecuado, el control es impreciso, la física de la pelota es muy rara, los power ups que podemos utilizar durante los partidos no aportan gran cosa… No es que los partidos sean un desastre en sí mismos, pero gozan de tan poco interés que a las dos o tres pachangas te entrarán ganas de jugar a otra cosa.
Esta limitada jugabilidad también ha sido acompañada por un apartado técnico que no pasa de funcional siendo generosos. La recreación de los jugadores en plan dibujos animados es relativamente resultona y, también, algunas de las animaciones que podemos contemplar (sobre todo las que tienen que ver con los tricks más increíbles) son curiosas. Pero todo lo demás relacionado con la faceta técnica deja claro que estamos ante un título muy humilde con todo lo que eso conlleva en cuanto a la calidad de las texturas, empalmes entre animaciones, defectos como clipping y demás inconvenientes. Un apartado visual sin demasiados adornos al que se suma una vertiente sonora que nos ha parecido bastante mejor que el aspecto anterior, destacando la sugerente banda sonora que integra algún que otro tema licenciado de artistas como DJ Snake o Snap.
Fútbol callejero poco inspirado
Muchos de nosotros celebramos la llegada de títulos de fútbol arcade como si se trataran de un gol marcado por la escuadra y de chilena. Y es que de un tiempo a esta parte son muy escasas las propuestas de este estilo que terminan llegando a los diferentes formatos, quedando muy lejanos los gloriosos tiempos en los que no paraban de aparecer títulos como Super Sidekicks, Tecmo World Soccer, Kick Off y tantos y tantos juegos similares. Street Power Football es uno de esos escasos nuevos representantes, un título que desgraciadamente no está a la altura debido a sus diversos defectos jugables que dan como resultado una obra que no acaba de cuajar. Un jarro de agua fría para muchos usuarios.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por Best Vision PR.