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Fecha de lanzamiento:
PS4:
PC:
Switch:
XSX, XBOne:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Mossmouth / BlitWorks
Producción: Mossmouth
Distribución: PlayStation Network
Precio: 19,99 €
Jugadores: 1-4
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: -
Online: Sí
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Análisis Spelunky 2, 1001 maneras de morir (PS4, Switch, Xbox Series X/S, Xbox One, PC)

Llega la secuela de uno de los mejores roguelites de todos los tiempos para convertirse en un nuevo imprescindible y en todo un referente del género.
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Actualizado: 17:39 17/9/2020
Análisis de versiones PS4, Switch, Xbox Series X/S, Xbox One y PC.

Spelunky es, sin lugar a dudas, uno de los mejores roguelites que se han hecho nunca y uno de los principales responsables de que el género se pusiese tan de moda hace casi una década. Aunque su versión comercial no llegaría hasta 2012, sus orígenes se remontan hasta 2008, cuando se lanzó como un indie de descarga gratuita que ya apuntaba maneras por su adictiva jugabilidad y su desquiciante dificultad. Desde entonces, no ha parado de sumar fans y ganarse el reconocimiento de todo aquel que se atrevía a darle una oportunidad, creando una comunidad de aficionados ávida de nuevos retos y desafíos en su encantador mundo.

Sin embargo, los años pasaban y su secuela parecía que no iba a llegar nunca, hasta que finalmente fue anunciada en 2017 para PS4 y PC. Ahora, tras un largo y complicado desarrollo, por fin tenemos a Spelunky 2 entre nosotros, un auténtico juegazo y una segunda parte con todas las de la ley que ha resultado ser todo lo que podíamos soñar que sería y a la que difícilmente le podríamos pedir más.

Una aventura descomunal y repleta de secretos

Así pues, volveremos a embarcarnos en una aventura de plataformas y acción 2D al más puro estilo roguelite en la que, látigo en mano, deberemos explorar unas antiguas ruinas situadas en la luna. Nuestro objetivo aquí es simplemente llegar hasta el final, una tarea que os podemos asegurar que será de todo menos sencilla.

La fórmula respecto a su predecesor apenas ha variado, así que podéis esperar una dificultad endiablada en la que prácticamente cualquier cosa os puede matar de forma horrible, fases generadas aleatoriamente para que cada partida sea distinta, bombas con las que destruir zonas del escenario para abrir atajos, trampas de todo tipo, valiosos tesoros que nos darán grandes ventajas y, por supuesto, muerte permanente. Y todo ello mientras buscamos la puerta que hay al fondo de cada nivel para que nos lleve a la siguiente fase.

Sí, incluso en el primer mundo podrán acabar con vuestra vida en menos de diez segundos si no tenéis cuidado.

Sin embargo, todo esto se ha multiplicado exponencialmente y ahora hay muchísimo más de todo: más objetos y potenciadores con efectos únicos y sorprendentes, más mundos, más enemigos, más trampas, más secretos, más personajes, más aliados, más eventos, más monturas, etcétera. Estamos ante una secuela gigantesca y descomunal que hace parecer un juego pequeño a su antecesor, pues ahora nos brindan tantísimas posibilidades, herramientas y variables que pasarán cientos de horas y seguiremos descubriendo nuevas cosas en cada partida. Esto, además de ayudar a mantener las cosas siempre frescas durante muchísimo tiempo, también nos ofrece una jugabilidad mucho más profunda y rica, ya que ahora hay infinidad de objetos y armas útiles que deberemos aprender a usar para adaptarnos a lo que nos vayamos encontrando durante nuestro periplo.

Por supuesto, esto va acompañado por unos controles maravillosos y que no podrían ser más precisos, así como por un elaborado sistema de físicas que propicia todo tipo de sorprendentes situaciones, incluyendo espectaculares y frustrantes muertes por el error más tonto que podamos cometer. De hecho, es aquí donde encontramos uno de los puntos más fuertes del juego, ya que todo lo que hagamos tiene su correspondiente reacción, abriéndonos un sinfín de posibilidades a la hora de plantear nuestras estrategias y decidir cómo vamos afrontar cada obstáculo que se nos presente. Podéis agarrar y lanzar prácticamente cualquier ítem que se os ocurra (algo extremadamente útil y necesario) y los escenarios son tan susceptibles de ser destruidos que siempre tendréis montones de formas de actuar y avanzar por los niveles.

Además de todo lo comentado, existen algunas novedades de peso, como el hecho de que ahora existan diferentes rutas a la hora de avanzar y progresar. A diferencia del primero, aquí la sucesión de mundos ya no es tan lineal y al llegar al final de cualquiera de ellos podremos escoger entre varias opciones distintas para continuar nuestra aventura. De esta manera, tendremos una gran flexibilidad para decidir nuestro camino ideal y muchas más regiones con sus particularidades y secretos únicos.

Un gran ejemplo de esto lo tenemos al final del primer mundo, momento en el que podremos decidir si adentrarnos en una jungla o en un volcán. En el primer lugar hay pinchos por todas partes, trampas ocultas y bien camufladas, monos que nos roban objetos y chamanes que si dejamos que nos maldigan nos matarán al instante, mientras que en el otro sitio nos espera muchísima lava, robots explosivos, bolas de fuego saltarinas y plataformas con cintas transportadoras. Sumadle que en cada una de estas regiones hay tesoros y secretos exclusivos, y os podréis hacer una idea de lo diferente que será optar por un camino u otro.

Este adorable monito dorado caga oro y se ha convertido en uno de los secretos favoritos de la redacción de Vandal.

Como podréis intuir, especialmente al tratarse de un juego tan difícil, siempre tendremos que estar valorando los riesgos y recompensas de cada situación en la que nos encontremos para decidir el mejor curso de acción, algo que también se aplica a las rutas que escojamos. ¿Queremos llegar lo más lejos que podamos en la partida que estamos jugando? Pues quizá nos interese tomar la vía que mejor conocemos y en la que más seguro nos sentimos, aunque las recompensas que haya en ella no nos parezcan demasiado atractivas. ¿Estamos mal de vida y nuestra mascota se encuentra en un lugar al que es difícil llegar? Quizá nos interese renunciar a ella e intentar sobrevivir en vez de arriesgarnos a una muerte muy probable por intentar rescatarla.

Al final lo que tenemos es un título fantásticamente construido y con un diseño exquisito que anima a reintentarlo una y otra vez, dejándonos claro que la culpa de nuestros fracasos es únicamente nuestra. A diferencia de otros títulos similares, aquí no conseguiremos mejoras para nuestro personaje que nos faciliten nuestras siguientes partidas, así que siempre dependeremos de nuestra habilidad y la única ayuda que encontraremos será la posibilidad de desbloquear una serie de atajos para empezar a jugar directamente desde ciertos mundos.

En este sentido se trata de un roguelite muy puro y os podemos asegurar que, aunque nuestro héroe no se vuelva más fuerte ni resistente y perdamos todos nuestros tesoros cada vez que nos matan, cada muerte se convierte en una valiosa lección que nos hace mejorar como jugadores. Pocas cosas hay más satisfactorias que sentir cómo progresamos y cómo esos retos y desafíos que antes nos parecían imposibles de superar, ahora apenas nos suponen una molestia que casi siempre completamos, llegando cada vez más lejos y de forma más consistente. Y si no nos creéis, os animamos que grabéis vuestras primeras partidas, en las que apenas duraréis 10 segundos con vida, y las volváis a ver tras una semana jugando.

También conviene destacar el hecho de que se han realizado pequeños ajustes que lo hacen más accesible, como la menor susceptibilidad de los tenderos para volverse agresivos contra nosotros, aunque sigue siendo infernalmente difícil y van a pasar muchísimas horas antes de que podáis completarlo del tirón y sin usar atajos.

Por supuesto, tampoco faltarán jefes que se interpondrán en nuestro camino.

A nivel visual tampoco se queda atrás gracias a unos gráficos 2D nitidísimos, muy detallados y genialmente animados, donde destaca su encantadora dirección artística y el diseño de los personajes. Dentro de su simpleza, se trata de un título que entra fácilmente por los ojos y cuyo salto respecto a su predecesor es más que notable. Finalmente, decir que la banda sonora es alegre y variada, y el hecho de que se comporte dinámicamente ayuda a meternos en situación, aunque acaba pasando un tanto desapercibida y le falta cierta chispa. Los efectos, por su parte, son numerosos y de calidad, y nos darán muchísimas pistas de lo que ocurre a nuestro alrededor.

Conclusiones

Spelunky 2 es un juegazo de tomo y lomo y uno de los mejores roguelites que se han hecho hasta la fecha. Un nuevo referente que ejemplifica a la perfección todo lo bueno del género y sus innumerables virtudes. Sí, su desesperante dificultad no lo hace apto para los menos pacientes, pero si lo que buscas es un reto a la altura y un título con una jugabilidad a prueba de bombas, repleto de posibilidades y contenidos, y en el que cada partida te descubre algo nuevo y sorprendente que te hace mejorar como jugador, aquí encontrarás una compra imprescindible que te ofrecerá cientos de horas de diversión. No lo dejéis escapar.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha facilitado PlayStation.

Redactor

NOTA

9

Puntos positivos

La cantidad de contenidos, secretos y novedades que tiene es descomunal.
Los controles son simplemente perfectos.
Está tan bien diseñado que es prácticamente imposible que haya dos partidas iguales.

Puntos negativos

El multijugador competitivo es solo local y resulta un tanto anecdótico.
La banda sonora, sin estar mal, pasa demasiado desapercibida.

En resumen

Una secuela sobresaliente de todo un clásico de los roguelite que se convierte automáticamente en un nuevo referente del género.