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Fecha de lanzamiento:
PS4, XBOne, PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Arkane Studios
Producción: Bethesda
Distribución: Koch Media
Precio: 64,95 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: No
ANÁLISIS

Análisis de Prey (PS4, Xbox One, PC)

Un apasionante thriller de ciencia ficción que pese a recoger influencias de muchas otras aventuras, tiene una gran personalidad y ofrece una enorme cantidad de posibilidades jugables.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versiones PS4, Xbox One y PC.

Es muy práctico a la hora de explicar rápidamente en qué consiste un nuevo juego mencionar sus referentes o los títulos a los que más se parece. Estos días a la hora de hablar de Prey, lo nuevo Bethesda, se va mencionar mucho a System Shock, Deus Ex, BioShock o Dishonored, todos pertenecientes a un género al que nadie se ha atrevido a poner una etiqueta, y en el que Arkane Studios se han convertido en unos auténticos expertos, con Harvey Smith y Raphael Colantonio a la cabeza, dos de los más importantes precursores de este tipo de aventuras.

Con este nuevo Prey, que nada tiene que ver con el juego de acción que se lanzó en 2006 para PC y Xbox 360, Arkane vuelve a demostrar su talento a la hora de crear experiencias profundas y complejas, que te atrapan con sus mecánicas, ambientación y una enorme cantidad de posibilidades jugables.

Un juego que va a encantar a los amantes de este tipo de aventuras, que no suelen tener un público muy numeroso, pero sí apasionado y agradecido.

Bienvenidos a la Talos I

Sin entrar en demasiados detalles del argumento, ya que este cuenta con grandes sorpresas y revelaciones desde los primeros minutos, la historia de Prey sucede en una realidad alternativa, en la que la carrera espacial y la Guerra Fría tuvieron un desarrollo diferente, que llevó a los seres humanos a conquistar el espacio de una manera más rápida y efectiva que la que conocemos.

El espectacular escenario donde se desarrolla el juego es uno de los grandes protagonistas de esta aventura.

En 2032 ya existe una gigantesca y espectacular estación espacial, la Talos I, donde se están desarrollando unos extraños experimentos, que como es habitual en los thrillers de ciencia ficción, acaban saliendo mal. Una especie de extraños alienígenas se han escapado del control de los científicos, y están aniquilando a todos los trabajadores de la Talos I. Nuestro objetivo principal será descubrir qué ha sucedido, intentar escapar del lugar y en el proceso ayudar (o no) a los pocos supervivientes que quedan, recorriendo las estancias de un hito de la humanidad que ahora se ha convertido en un infierno, algo que recuerda mucho a la Rapture de BioShock.

Aunque no se puede considerar un juego de terror, los enemigos de 'Prey' nunca te permiten bajar la guardia, algo que genera bastante tensión.

El lugar donde se desarrolla Prey es uno de los escenarios más fascinantes que hemos visitado nunca en un videojuego, y con el que Arkane vuelve a demostrar que son unos maestros en el diseño de niveles, algo en lo que ahora mismo prácticamente no tienen rival. Un lugar coherente, complejo, lleno de caminos, con múltiples maneras de llegar a un mismo lugar, y que pese a la gran cantidad de herramientas y extraños poderes que obtenemos a lo largo del juego, este tiene un diseño tan sólido que parece que nunca podemos "romperlo", y nos invita constantemente a experimentar con sus mecánicas y el entorno.

A diferencia de sus juegos anteriores, los dos Dishonored, que apostaban por misiones que se desarrollaban en escenarios aislados del resto, en Prey podemos recorrer la enorme estación espacial al completo en cualquier momento, como si de un Metroid se tratara, y esto enriquece muchísimo la experiencia, ya que la exploración de los intrincados escenarios es una de las mayores virtudes del juego, y siempre estás tentando de volver atrás, a lugares a los que la primera vez no pudiste acceder.

Si disfrutáis en juegos como la saga Deus Ex de descubrir cada rincón y secreto de los escenarios, de leer documentos, piratear terminales informáticos, de forzar o conseguir las claves para abrir todo tipo de puertas o cajas fuertes, lo vais a pasar en grande explorando en Prey, de esas aventuras en las que es muy fácil perder la noción del tiempo. Y todo con las dosis justas de tensión (que no terror), ya que los enemigos a los que nos enfrentamos son cuanto menos peculiares, y son capaces de camuflarse en el entorno transformándose en objetos, lo que nos va a dar unos cuantos disgustos, sobre todo en las primeras horas.

Los Tifón han sido implacables con los habitantes de la Talos I, y explorando nos iremos encontrando todo un reguero de cadáveres, mientras descubrimos sus historias.

Hay una historia principal, un montón de misiones secundarias e infinitos motivos para perderse por la estación espacial. Es una aventura con una estructura muy abierta y versátil, y no solo en lo que se refiere a la exploración, sino también por la multitud de herramientas que ofrece al jugador para disfrutar de la experiencia como quiera. Por ejemplo, puedes apostar por jugar con sigilo y utilizar el entorno contra los enemigos, y centrarte en mejores las habilidades para piratear terminales o la fuerza para mover objetos y entrar en más lugares.

Aunque os pueda abrumar esta imagen con con tantos objetos, la gestión del inventario está muy bien llevaba, y siempre tenemos claro qué fin le debemos dar a cada elemento.

También puedes optar por ser un poco más agresivo, mejorar la resistencia y el uso de las armas de fuego, y plantarles cara a los alienígenas de una manera directa, pero en cualquier caso aquí no vas a encontrar un juego de acción puro, y exige más inteligencia y estrategia por parte del jugador que habilidad con el gatillo. Las armas y las balas escasean (apenas podemos utilizar una escopeta y una pistola), y vas a pasar una gran parte del juego recogiendo objetos y reciclándolos, para crear tus propios recursos, como balas y botiquines, en un sistema de creación sencillo y perfectamente integrado en la experiencia, como todo lo que ofrece el juego.

Que una de las "armas" más importantes del juego sea el cañón Gloo, que dispara una espuma incapacitadora, es toda una declaración de intenciones por parte de sus creadores. Es un arma que se usa tanto para congelar a los enemigos y así dispararles or golpearles a placer con una llave inglesa, como para apagar fuegos, tapar escapes de gas y hasta para improvisar caminos en los escenarios. Así podremos llegar a todo tipo de lugares elevados, en un diseño de escenarios en los que la verticalidad juega un papel más importante del que puede parecer a simple vista.

Nos devanaremos los sesos cada vez que desbloqueemos una habilidad, porque hay tantas y tan variadas, que cuesta decidirse.

Además de distintas armas y herramientas bastante peculiares, recogiendo o creando neuromods mejoramos las habilidades "humanas" (más fuerza, resistencia, capacidad del inventario, levantar objetos más pesados, piratear o arreglar dispositivos), y llegado a un punto de la aventura obtenemos el psicoscopio, una herramienta con la que podemos escanear a los enemigos, y así aprender sus poderes. A partir de este momento tenemos que pensar mucho en cómo gastamos los neuromods, si en habilidades humanas o en poderes alienígenas, y esto tiene un gran impacto en el desarrollo del juego, tanto en lo jugable como en lo argumental.

Hay una especie de sistema de riesgo y recompensa, ya que las habilidades alienígenas son muy poderosas, pero corremos el riesgo de que los sistemas de seguridad de la nave nos empiezan a considerar hostiles y nos ataquen. Asimilar estos poderes también tiene otras consecuencias peligrosas, pero es mejor que las descubráis por vosotros mismos.

Es con estos poderes con los que realizamos las mayores virguerías del juego. Convertirnos en objetos, lo que nos permite camuflarnos en los escenarios o meternos por sitios que de otra manera no sería posible; controlar mentalmente, suspender objetos y enemigos en el aire, reparar y mover elementos a distancia, ataques eléctricos, de fuego y cinéticos, crear señuelos o fantasmas aliados, y toda una serie de extrañas habilidades que ya os advertimos es imposible que desbloquéis todas en una sola partida.

Transformarnos en objetos puede servir para acceder por sitios muy pequeños.

Es un juego en el que tomamos constantes decisiones, siempre ofreciendo mucha libertad. Qué sitios queremos explorar, qué misiones queremos afrontar, cómo evolucionamos a nuestro personaje, e incluso tomamos decisiones argumentales, al decidir el destino de algunos personajes, y si queremos ayudarles o no. Hay muchos caminos y maneras diferentes de jugar a Prey, y ninguno es más válido que otro, algo que le encanta ofrecer a Arkane a los jugadores.

La escopeta, si la mejoramos lo suficiente, es probablemente el arma más letal de todo el juego.

No todo es perfecto, claro. La acción mediante el uso de las armas peca de ser un poco imprecisa y cuesta cogerle el punto, la historia es interesante pero nunca llega a ser brillante, y en el tramo final hay algunas situaciones alargadas más de la cuenta, cuando el juego ya no tiene mucho más que contar u ofrecer. Pero lo que más nos ha molestado son los prolongados tiempos de carga entre zonas, de casi un minuto, que en las primeras horas no molestan demasiado, pasas mucho tiempo en cada una de las partes de la nave, pero que en el tramo final, cuando te hacen moverte mucho entre zonas, o simplemente quieres explorar y completar misiones secundarias, estos parones acaban afectando seriamente al ritmo, y rompiendo la ilusión de estar en un mundo enorme perfectamente conectado.

A nosotros nos ha durado unas 20 horas, con un gran porcentaje de las misiones secundarias resueltas, pero el que quiere exprimirlo al máximo y disfrutarlo con mucha calma se le irá más bien a las 25 o 30 horas, además habiendo motivos de sobra para jugar una segunda partida. Tanto por probar todas las habilidades y jugar de otras maneras, como por las decisiones argumentales, o para sacarse todos los logros y trofeos.

A todo esto le acompaña un apartado visual muy competente, que puede no parecer brillante en un primer vistazo, ni las texturas ni la iluminación destacan, pero que luego demuestra detalles técnicos bastante meritorios, además de una ambientación genial, algo en lo que nunca falla Arkane. Por ejemplo, todos los desperfectos que causamos en las instalaciones, o los pegotes de cañón Gloo que dejamos en los escenarios, se mantienen durante todo el juego, y esto es destacable teniendo en cuenta que podemos interactuar de muchas maneras con todo lo que nos rodea.

Si bien no estamos ante un referente gráfico, sí es un juego muy sólido técnicamente, y con una gran dirección de arte.

Es uno de los mejores usos reciente que hemos visto del CryEngine (casi no parece un juego hecho con este motor), a 30fps muy estables en consola, y su único gran defecto son los tiempos de carga que hemos mencionado antes, que al menos son muy breves cuando nos matan y tenemos que cargar partida. Los escenarios están repletos de detalles, la recreación de la estación espacial es totalmente convincente, y su ambientación art déco, que recuerda a la de BioShock, es muy atractiva.

El sonido también tiene mucha personalidad, con una banda sonora arriesgada y diferente, pero que funciona por cómo es utilizada, y además tiene un correcto doblaje al castellano, que ayuda a disfrutar de la experiencia, al ir pudiendo escuchar sin problemas las grabaciones y comunicaciones de audio que abundan en la historia.

Otro gran juego de Arkane

Tras los dos excelentes Dishonored, Arkane Studios vuelve a demostrar que le tienen tomado el pulso a este tipo de aventuras, y se han marcado otro gran juego, lleno de buen hacer, grandes ideas y mucha personalidad, pese a que puede recordar a otros títulos similares. Si te gusta la ciencia ficción y las aventuras profundas y exigentes, que te ofrecen una enorme cantidad de posibilidades para jugar como quieras, estamos seguros que Prey no te va a decepcionar.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Bethesda.

Redactor

NOTA

8.6

Puntos positivos

Una aventura profunda y exigente, que pide dedicación por parte del jugador, pero que da mucho a cambio.
El diseño de escenarios, soberbio.
Las enormes posibilidades que ofrece, tanto a la hora de combatir como de explorar.

Puntos negativos

Los prolongados tiempos de carga entre zonas.
Un tramo final al que quizás le sobran unos cuantos paseos.
La historia es interesante, pero nunca llega a ser brillante.

En resumen

Una aventura absorbente y muy completa, que va a encantar a los amantes de juegos como Deus Ex o BioShock.