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Fecha de lanzamiento:
PS4, Switch:
PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Aksys Games
Producción: Aksys Games
Distribución: Koch Media
Precio: 49,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: -
Online: -
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Análisis de Little Dragons Cafe (PS4, PC, Switch)

Mantén el éxito de un restaurante en lo nuevo del creador de Harvest Moon, un juego orientado al público más juvenil.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versiones PS4, PC y Switch.

Mezcla un poco de gestión, aventura, personajes con problemas que necesitan solución, y añade un toque del diseñador Yasuhiro Wada, creador de Harvest Moon. Déjalo reposar y tendrás Little Dragons Café, un cóctel interesante, a ratos encantador, pero también poco profundo que quizás sepa a poco para los más jugones que esperaban un título con algo más de sustancia.

Si habéis seguido las noticias desde su anuncio conoceréis la extraña historia que nos propone: somos uno de los jóvenes –chico o chica, a elegir- que vive junto a su madre, regente de un pequeño restaurante. Tras el tutorial, en el que nos explican en qué consiste llevar un local de este tipo, la madre cae en coma en extrañas circunstancias.

Cuando parece que nos dirigimos a un fatal desenlace, un nuevo personaje nos revela que la cura se encuentra en cuidar y alimentar a un pequeño dragón, lo que significa que de la noche a la mañana estos niños pasarán a mantener el local familiar. No sólo eso: conocerán a pintorescos personajes, ampliarán el menú de la carta y aumentarán el prestigio del negocio, a la vez que exploran nuevas localizaciones para conseguir más ingredientes con los que tener siempre un plato caliente.

Little Dragons Café consiste básicamente en dos fases diferenciadas: mantener a los clientes contentos y la recolección de ingredientes en el campo. Durante las horas libres, por así decirlo, podremos recoger frutos de los árboles, pescado y otros alimentos en matorrales o el huerto de nuestro restaurante. A medida que avanza el juego esto será insuficiente, así que la extensión para investigar se irá ampliando según superamos obstáculos. Estos recursos naturales son finitos, y una vez agotados deberás esperar un tiempo a que reaparezcan.

¿Podremos ser lo suficientemente responsables para salvar a nuestra madre?

Otro de los beneficios de explorar el terreno es encontrar hojas de recetas; con cuatro pedazos descubriremos los pasos a seguir de un nuevo manjar, permitiendo sumar un nuevo plato a nuestra cocina. Eso sí, para que aparezca en el menú del día primero es necesario cocinarlo y actualizar el listado de platos.

Tenemos huerto, animales y plantas para recolectar ingredientes, pero pronto necesitaremos ampliar nuestros límites.

En cuanto a las tareas del restaurante, la cocina en sí es bastante sencilla: se trata de un minijuego de ritmo con pulsación de indicaciones, como podría ser el de un juego musical. La calidad de la comida dependerá del estado de los ingredientes y nuestra precisión con este minijuego, aunque ya os advertimos que no es nada complejo conseguir la comida con puntuaciones altas y que los clientes queden satisfechos, lo que consigue más reputación y gente con ganas de probar nuestras dotes culinarias.

En general este es el desarrollo del juego, que podría compararse ligeramente a la fórmula de un Atelier, salvo que está todo simplificado, pues no es un RPG profundo, no hay combate –apenas unas bestias que nos molestarán de vez en cuando-, y las mecánicas son tan superficiales que se echa en falta algo que exija más de habilidad o desafío. No obstante, tenemos que aclarar que el juego está claramente orientado a un público juvenil que disfrutará más con las historias de superación de estos hermanos que en participar en aventuras épicas para salvar el mundo.

Al principio los clientes llegarán con cuentagotas, pero eso cambiará según mejora el prestigio del restaurante.

Relacionado con la historia, pero luego no tanto en la jugabilidad, tenemos a nuestro dragón recién salido del cascarón. Se podrá alimentar –de hecho, debes hacerlo periódicamente- y nos ayudará a alcanzar algunos rincones del terreno o superar ciertos bloqueos. Lamentablemente tampoco aporta mucho más que su papel en la historia y la libertad de exploración sobrevolando la isla.

Aunque los aspectos jugables son escasos y repetitivos –recolectar, investigar nuevas zonas, gestionar el restaurante- eso no significa que sea extremadamente fácil. Y no lo es porque algunas tareas se hacen más engorrosas de lo que deberían, sobre todo cuando el juego avanza y se necesita una mayor producción de ingredientes, o cuando nuestros ayudantes en la cocina a veces nos obstaculizan más de lo que deberían. El control no está del todo pulido y también nos causará alguna incomodidad.

La calidad depende del minijuego y los ingredientes utilizados.

Visualmente es un juego agradable, con unas texturas que imitan dibujos con lápices de colores, pero las pobres animaciones y el constante pop-up en la decoración, en escenarios tan desangelados, es demasiado evidente con el vuelo del dragón que termina por estropear un conjunto que en ciertos momentos puede ser más llamativo. Además hay constantes pausas por cargas, que si bien no duran mucho, aparecen al entrar y salir del restaurante, y antes de abundantes diálogos –muy acusado en las primeras horas-; se convierten en una molestia.

La música acompaña bien, según sea un momento alegre –casi siempre- o secuencias un poco dramáticas. No son grandes melodías pero cumplen su papel de ambientar este "cuento". Por cierto, nos llega con textos en español, así que es perfectamente recomendable para todos los públicos.

Los gráficos son suficientes para su estética, pero la aparición súbita de elementos estropea el conjunto.

Conclusiones

Gran parte de las críticas a Little Dragons Café, como la repetitividad de su fórmula, la simpleza de sus mecánicas y fallos de diseño o control pasarán bastante inadvertidos para los más jóvenes, que es en realidad el público al que va dirigido. No decimos con esto que los niños no sepan reconocer un juego sobresaliente de otro más corriente, sino que sabrán divertirse más con sus puntos fuertes: los personajes, las historias que nos cuentan y la simulación de llevar un negocio familiar.

El público más exigente tampoco tendrá muchos problemas en disfrutar de esta agradable aventura que se aleja de los valores habituales que encontramos en gran parte de los lanzamientos -la competitividad, la violencia-, por lo que tener algo un poco diferente en el mercado es como mínimo interesante. Está lejos de ser perfecto, pero tampoco aspiraba a ello.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 Pro con un código que nos ha proporcionado Koch Media.

NOTA

7

Puntos positivos

Entretenido, pese a sus fallos.
Personajes interesantes.
Apto para niños.

Puntos negativos

Jugabilidad no muy variada.
Algunas mecánicas se hacen engorrosas.
Pequeños fallos gráficos y número de cargas.

En resumen

Una aventura con toques de gestión y exploración que, pese a sus fallos, los más jóvenes sabrán disfrutar.