Análisis de Life is Strange 2 - Episodio 1: Roads (PS4, Xbox One, PC)
Tan sólo días después de que Telltale Games declare su bancarrota, es un tanto irónico ver la secuela de un juego que, claramente, se basaba en su fórmula para conseguir el éxito que el estudio americano parecía haber dejado detrás. Quizás con la presión de ser ahora los cuentacuentos de la industria, Dontnod Entertainment se lanza con esta secuela que empieza con un prometedor primer capítulo.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
Life is Strange 2 - Episodio 1: Roads es un juego centrado en la narrativa y la toma de decisiones, y que mantiene pero simplifica un poco –por no decir bastante– el desarrollo de la aventura original. Aquí pasamos a descubrir una historia nueva, ambientada en el mismo universo de la primera temporada pero con unos protagonistas y una trama completamente nuevos.
En este caso vamos a conocer la historia de Sean Díaz y su hermano Daniel, dos descendientes de mexicanos que viven en Estados Unidos, y que os sonarán si habéis completado Las increíbles aventuras de Captain Spirit. Como sabéis, el racismo hacia los mexicanos es un problema más que actual en el país americano, con las amenazas de construir un muro y demás que el presidente Trump ha realizado.
Para no destripar nada sobre la historia, no vamos a entrar mucho en detalle, pero la verdad es que el detonante de todo nos parece forzadísimo. Entendemos que es una obra de ficción, que hay una crítica social y demás, pero esperábamos algo más. Al menos, este capítulo hace un trabajo excelente a la hora de presentar a sus personajes, y confiamos en que la historia no haga más que mejorar.
Esta serie transcurre en el mismo universo que la serie original y el mencionado spin-off, por lo que algunas personas pueden tener poderes sobrenaturales que se desatan bajo presión. Nuestro protagonista no es uno de ellos, y la única novedad en el apartado jugable es poder darle indicaciones o comentar cosas con nuestro hermano pequeño, que nos acompaña prácticamente en todo momento.
Esto supone, obviamente, deshacernos de las posibilidades que abrían las habilidades de Max. A nosotros nos parece una pérdida notable: se pierden los puzles y se pierde el poder rebobinar para tomar otras decisiones. Los puzles le daban variedad al desarrollo, y las decisiones estaban tan bien diseñadas que incluso rebobinando y viendo ambas consecuencias nunca sabías qué hacer.
Las decisiones, además, nos han decepcionado un poco. No han habido momentos de pensar "qué hago", de quedarte minutos frente al televisor porque no eres capaz de decidir. Incluso algunas decisiones más importantes te acaban dando la sensación de no importan, y que tanto A como B van a llevarte al mismo sitio.
La tecnología al servicio del vínculo emocional
Antes hablábamos de Telltale, y si hay un error que no ha cometido Dontnod, es estancarse en la tecnología. Con el Unreal Engine el estudio francés da un salto enorme en lo visual, con personajes mucho más vivos, humanos y creíbles. Los gestos faciales, las animaciones corporales y, por supuesto, el excelente doblaje nos ayuda a empatizar mucho más con ellos.
Gráficamente nos ha gustado mucho, evolucionando para ofrecernos gráficos de 2018 sin perder esa esencia artística que tanto nos enamoró en la primera temporada. Como decimos, vuelve a repetir un grandísimo equipo de actores de doblaje, que esta vez, además, viene acompañada con una grandísima traducción de los subtítulos al castellano. Diálogos humanos y creíbles, lejos de traducciones absurdas copiadas del inglés que jamás diría nadie fuera de una película, y que nos ayudan a conectar con los personajes.
No falta tampoco el siempre acertadísimo tratamiento de la música, con esos momentos emotivos y pausados en los que paramos un momento para respirar. Ahora se complementan con momentos en los que nuestro protagonista se para a dibujar, con un pequeño minijuego que amplía los garabatos que va recogiendo en su libreta. Eso sí, creemos que en esta segunda parte no están tan bien medidos, y no llegan a tener el impacto emocional al que estábamos acostumbrados.
A través de todos estos detalles es donde el juego más destaca. Consigue crear unos personajes con los que empatizamos, de los que nos preocupamos, con una relación que avanza y que nos atrapa. Envuelto, además, en una crítica social que, seguro, va a exponer problemas de los que no todos son conscientes.
Una historia por descubrir
Life is Strange 2 - Episodio 1: Roads es un buen episodio, si bien nos ha dejado un tanto fríos. La historia de Sean y Daniel nos ha gustado mucho y agradecemos el salto visual, pero tiene momentos un tanto forzados en lo narrativo, y jugablemente es un paso atrás –o incluso dos– con respecto a la primera entrega. Se pierden los puzles, desaparecen los poderes del protagonista, se simplifican las decisiones y, en general, se vuelve más simple.
Dontnot Entertainment demuestra que siguen teniendo mucho talento para crear personajes de los que nos preocupamos y fusionar lo humano y lo sobrenatural, aunque no esperéis las posibilidades y la variedad que ofrecía la fórmula original. No sabemos si esto va a cambiar en el futuro pero, si no, vamos a perder esa ambición que separaba Life is Strange de otros juegos similares.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Koch Media.