Análisis Dead or School, un 'metroidvania' de acción estilo anime (PS4, PC, Switch)
Apocalipsis zombi. ¿Cuántas veces hemos visto esta historia en los videojuegos? Por supuesto un mismo tema puede ser tratado de muchas maneras, con argumentos entretenidos –o no-, adaptado a diversos géneros y dar como resultado un juego de más o menos calidad. Así pues, no es tanto la temática lo que hace a un juego bueno, sino qué se cuenta y lo que nos ofrece en la jugabilidad. Dead or School es una propuesta indie que intenta contar una aventura de este estilo y con una apuesta decididamente anime, pero desgraciadamente falla más de lo que nos gustaría.
¡Quiero ir al colegio!
Chicas jóvenes, espadas, armas, zombis, un punto picante… El cóctel ya de entrada nos recordará a multitud de historias de serie B que hemos visto, leído o jugado, desde School Girl/Zombie Hunter a Onechanbara -que por cierto pronto vuelve con un remake, Onechanbara Origin-. Aquí la historia nos habla de un brote vírico que transforma a gran parte de la población en mutaciones –zombis, para entendernos- lo que desata una guerra entre supervivientes y zombis por la supremacía de la superficie del planeta. El resultado: ganan los zombis y lo que queda de la humanidad se tiene que esconder en refugios subterráneos durante décadas.
Llegan nuevas generaciones que no han visto más que túneles y no conocen el color del cielo más que de rumores, la historia de la humanidad se está perdiendo. Hasta que la joven Hisako escucha en palabras de su abuela el significado de una escuela, ese centro en el que los niños juegan y aprende, un aparente paraíso y el mejor lugar en el que pasar su juventud. Esto lleva a investigar y ascender a los peligrosos túneles del metro de Tokio -e incluso más arriba-, donde encontraremos algunos supervivientes y por supuesto montones de zombis.
El argumento se sostiene con palillos pero se puede aceptar sin problemas. Dead or School no aspira más que a ofrecer un puñado de fan service anime acompañado de diálogos e ilustraciones sugerentes, y así por ejemplo el excesivo daño se refleja en el uniforme rasgado de Hisako. No es que sea un juego excesivamente violento –sus gráficos no dan para mucho- ni erótico, pero al menos hay que tolerar este tipo de tópicos porque en este juego están a la orden del día.
Tiros y ‘hack’n slash’ en 2D
Hay otras aventuras de zombis AA que se inclinan por la acción en 3D, pero Dead or School es una producción muy pequeña que incluso falló en conseguir su objetivo en la campaña de financiación en Indiegogo. Es por eso que hablamos de un hack’n slash 2,5D con toques metroidvania y personalización rolera, pero no pasa de los simples guiños a estos estilos. El objetivo es avanzar por el laberinto y encontrar ciertos personajes que nos puedan ayudar a desbloquear caminos –de ahí que, al igual que los metroidvania, en ocasiones debamos volver sobre nuestros pasos para avanzar por un lugar antes inaccesible-. La cuestión es que el diseño jugable es más bien pobre y los mapas apenas consisten en avanzar casi en la única dirección posible, con plataformeo mínimo. Ya no es sólo que la competencia del género sea altísima, que lo es, sino que Dead or School sabe a muy poco.
Muchos de estos defectos se podrían pasar por alto con un control preciso, pero tampoco es este el caso. La protagonista dispone de tres tipos de armas: cuerpo a cuerpo, un fusil y los explosivos. Ninguna de ellas es especialmente divertidas, pero es necesario combinar los ataques según el tipo de amenaza: las criaturas voladoras se eliminan desde la distancia, con los zombis básicos se ahorra munición utilizando la katana, el lanzacohetes va bien contra jefes o grandes grupos, etc. Sobre el papel la verdad es que no está mal planteado y podemos decir que su sistema de mejora o personalización de armas está elaborado. Igualmente la protagonista tiene un árbol de habilidades para, por ejemplo, subir la velocidad de los ataques con la katana.
El gameplay es tosco y mejorable, pero detrás se ha intentado que no parezca demasiado simple; no obstante, creemos que quizás una jugabilidad más arcade habría sido más satisfactoria. Las armas blancas se deterioran y la munición limita el derroche de tiros –no escasea, pero tampoco es un Metal Slug- hasta que pasamos por un punto de control. Los enemigos son de una inteligencia nula, y el único peligro es quedar atrapado entre un grupo numeroso o cruzarse con los zombis más resistentes y fuertes: apenas un patrón de ataque y en ocasiones quedan inertes, sin encarar a la protagonista. En definitiva, la única estrategia –y no por ello decimos que sea un juego necesariamente fácil- es calcular bien las distancias y elegir el tipo de arma que más se adapte a la situación, sea por su velocidad o potencia.
Una banda sonora cañera
Uno de los apartados que más llama la atención de Dead or School es la banda sonora, con una música intensa que va del rock a los ritmos electrónicos dependiendo de la situación y los enemigos. Nos ha gustado, aunque en la mayoría de veces la transición entre un tema y otro es demasiado brusca y resulta incómoda. Los gráficos 2,5D son más flojos, pero entran dentro de lo esperable para un juego indie: animaciones poco plásticas, una cámara excesivamente lejana de la acción que impide ver cualquier detalle y unas localizaciones que salvo raras excepciones no llaman la atención. La interfaz, como puede verse en las capturas, es demasiado intrusiva y se preocupa por mostrar el escote de la protagonista –con una gran ilustración en la esquina superior- que la comodidad; definitivamente, una declaración de intenciones de la auténtica prioridad de los desarrolladores.
Conclusiones
Quizás nuestra opinión de Dead or School suena demasiado dura, y la verdad es que se pueden extraer algunos puntos interesantes del juego: su duración ronda unas 15 horas, más de lo que se podría esperar, y aquellos fans interesados en un metroidvania simple en exploración o jugabilidad encontrarán aquí una aventura que en el fondo es bastante lineal y fácil de dominar. Ahora bien, sobran las alternativas mejores y apenas destaca en algo; hay mejores hack’n slash en 2D, mejores plataformas y mejores shooter. La falta de pulido se disculpa hasta cierto punto, pero Dead or School aporta poco al género y con el nivel actual de la oferta independiente, no se puede recomendar a la ligera.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código que nos ha proporcionado Decibel PR.