Análisis de de Blob 2 (PS4, Xbox One)
Wii fue una consola realmente exitosa, hasta el punto de que se convirtió en la segunda consola diseñada por Nintendo en romper la barrera de los 100 millones de máquinas vendidas (Game Boy fue la primera). Sin embargo muchos piensan que su línea de software dejó mucho que desear, especialmente la ligada a los títulos editados por las compañías third party.
Por fortuna hubo varios juegos que sí que consiguieron destacar como Zack & Wiki o Muramasa: The Demon Blade, o incluso sagas de culto como No More Heroes o la que nos ocupa, de Blob. Justamente ahora y tras su paso por PC, THQ Nordic nos trae la remasterización para PS4 y Xbox One de la segunda parte de esta obra. Un título muy divertido y que supone una refrescante explosión de color, reedición que además llega acompañada de ciertas mejoras e innovaciones.
Saltos y locura en la ciudad Prisma
La trama que acapara esta aventura de plataformas 3D es bastante simple pero entretenida. Todo transcurre tiempo después de lo sucedido en la primera parte, si bien no es necesario haber jugado a dicha primera edición de la serie para disfrutar plenamente de lo que nos ofrece de Blob 2. El malo de turno, el Camarada Black, ha vuelto a concentrar a su ejército de aliados, los Inkies, para despojar de color a la ciudad de Prisma, lugar donde reside nuestro protagonista, Blob. Ya eso se une Papa Blanc y su secta de culto a la monocromía.
Blob es un personaje muy especial, ya que se trata de una especie de criatura de forma oronda que actúa como una esponja, pudiendo absorber una pequeña cantidad de pintura… que debemos usar para realizar multitud de tareas.
Sobre este objeto precisamente gira gran parte de la jugabilidad que da forma a esta aventura, dado que en la mayoría de las misiones es necesario dar color a determinadas estructuras que conforman los escenarios.
A lo largo de una docena de escenarios (como el centro de la ciudad o una zona de cataratas), todos ellos dotados de un tamaño considerable aunque sin llegar a límites desproporcionados, tenemos que ir avanzando a un ritmo bastante pausado… y eso que tenemos un tiempo límite para superar cada zona. Pero dado que mientras cumplimos los trabajos que se nos van encomendando así como una amplia cantidad de tareas secundarias obtenemos bonus de tiempo, dicha cuenta atrás apenas supone lastre alguno.
La inmensa mayoría de los objetivos que es necesario ir cumpliendo tienen que ver con rociar de color los grisáceos escenarios que ha dejado tras de sí Black y su ejército. Y para ello basta simplemente con tocar cada estructura, si bien es cierto que a veces es fundamental pintarles de un color determinado, por ejemplo, dotando así de una mayor gracia al asunto. Las fuentes de color suelen estar diseminadas por los diferentes entornos o, también, es posible robárselos a ciertos adversarios. ¿Y qué pasa si un color no primario no está disponible? Pues que podemos combinar varios de ellos y solucionado.
A esta mecánica de juego básica se suman otros ingredientes para dotarla de mayor interés, como por ejemplo las zonas plataformeras, siendo éstas tanto 3D como, en ocasiones, en plan 2D. Para alcanzar ciertos elementos de los fondos o incluso determinadas secciones debemos efectuar más de un salto así como hacer uso de ciertas aptitudes del protagonista, como colarse por pequeños huecos o incluso deslizarse por las paredes durante un breve espacio de tiempo.
La exploración también tiene su hueco y todos los escenarios esconden multitud de secretos y coleccionables, y algunos de ellos (las bombillas) son la llave que nos permite ir mejorando las aptitudes de nuestro protagonista. Ya os avisamos que si queréis completar cada nivel al 100%, tendréis que dedicar varias horas extra a la aventura. Tampoco queremos pasar por alto ciertas situaciones de acción en las que es necesario eliminar a los rivales que nos bloquean el paso, y eso incluye algunas batallas contra jefes finales que no están mal tiradas.
En conjunto, la jugabilidad que nos proporciona esta aventura es bastante disfrutable y relajada, ya que se desarrolla a un ritmo bastante pausado (con excepciones) y el nivel de dificultad es relativamente bajo salvo en determinados momentos puntuales. Esto último puede suponer un inconveniente para los usuarios más veteranos y habilidosos, dado que de Blob 2 no es un título que ofrezca un nivel de desafío demasiado elevado, más bien lo contrario, defecto que tampoco es demasiado grave.
Sin embargo, puede que el principal inconveniente que arrastra esta obra de THQ Nordic sea el cierto grado de monotonía al que puede terminar cayendo la aventura en sesiones prolongadas. Sí, es innegable que el título intenta ofrecernos una buena cantidad de misiones principales y secundarias e ingredientes variados. Pero muchos de ellos acaban repitiéndose más de la cuenta, restando algo de diversión a su desarrollo, al menos a largo plazo.
Ciertas novedades
Esta remasterización ha llegado acompañada de varias mejoras, comenzando por su renovado aspecto gráfico. Como ya sucedió en la versión de PC, los usuarios de PS4 y Xbox One pueden disfrutar de una mejora muy evidente en áreas como la resolución, el tratamiento de las texturas y antialiasing y demás mejoras de tipo técnico. Una optimización que, en suma, termina conformando un acabado más que digno para un título bastante veterano.
También hemos advertido una mejora en el seguimiento por parte de la cámara, uno de los defectos más importantes que fueron criticados en el título original. Es cierto que a pesar de eso de vez en cuando ésta nos juega malas pasadas, pero es justo señalar la pequeña mejora efectuada en este sentido. Y también hemos notado ciertas innovaciones en el plano jugable, pudiendo por ejemplo encoger el tamaño del protagonista, contemplar ciertos cambios en el diseño de algunas partes de los niveles o, incluso, emplear algún potenciador nuevo.
Pero la innovación más llamativa viene dada por el modo multijugador cooperativo a pantalla partida. En el título primigenio dicha opción ya estaba disponible, si bien el segundo jugador únicamente podía controlar una retícula que aparecía en pantalla. En este caso sí que se ha integrado dicha función propiamente dicha, la cual aumenta ligeramente la diversión que nos proporciona la aventura. A pesar de todo esto, puede que algunos usuarios echen de menos la inclusión de una mayor cantidad de novedades, sobre todo los que ya jugaron al original, pero tendrán que conformarse con lo que hay, que no es poco.
Plataformas 3D llenas de color
Aquellos que se perdieran el título original ahora pueden desquitarse con una buena adaptación para PS4 y Xbox One de un juego de plataformas repleto de situaciones cómicas, misiones que cumplir y diversión nostálgica. Además, esta edición presenta sendas novedades que van más allá de la pura puesta al día técnica, destacando el interesante modo cooperativo a pantalla dividida y el pequeño salto cualitativo efectuado en su vertiente técnica. Una aventura plataformera 3D bien diseñada y muy notable en líneas generales.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por THQ Nordic.