Análisis de Dandara (PS4, Android, iPhone, Switch, PC, Xbox One)
Aquellos que gocen con las aventuras en 2D de desarrollo no lineal del tipo metroidvania van a quedar encantados con lo que nos ofrece la nueva producción del estudio indie Long Hat House. Su nueva obra lleva por nombre Dandara, título que llega a todas las plataformas actuales, incluyendo dispositivos móviles.
El argumento nos traslada hasta un mundo en el que sus habitantes viven oprimidos y, para liberarles, se alza la figura de Dandara (heroína basada en una mujer real del siglo XVII que luchaba por las libertades, por cierto).
Una historia que, sinceramente, no resulta ni demasiado inspirada o evocadora ni, menos aún, original, siendo uno de los aspectos más flojos (con diferencia) de todos los que se dan cita en esta producción.
Exploración peculiar
La fórmula de juego que ha servido a los desarrolladores para concebir este título se basa claramente en las andanzas de Samus Aran. Por lo tanto, estamos ante una aventura de desarrollo 2D en la que es necesario ir explorando escenarios enrevesados y de diseño laberíntico. Cada uno de ellos consta de varias secciones o salas que están unidos por su entrada correspondiente, muy similar a las mismas vistas en la saga Metroid.
Para orientarnos siempre podemos echar mano de un mapa (una vez que lo recogemos), el cual nos muestra tanto nuestra posición como la estructura básica de las zonas que vamos visitando… así como los campamentos. Estos puntos adquieren una importancia capital a lo largo de toda la aventura, dado que en ellos es posible guardar la partida, restablecer nuestra salud, mejorar las aptitudes de la protagonista o consultar un glosario.
Otra función importante que cumplen estos campamentos es la de rellenar nuestra Esencia e Infusión de un material llamado Salt. O lo que es lo mismo, recargar los reponedores de salud y energía de la protagonista. Este toque "Dark Soulesco" tan evidente no es el único que presenta la aventura, para nada. Como acabamos de comentaros, es posible ir mejorando las aptitudes de Dandara (salud, resistencia) a medida que progresamos, pero para eso es necesario acumular restos de Salt. ¿Y adivináis lo que sucede si besamos el suelo en mitad de nuestro viaje sin alcanzar un campamento? Sí, adiós a dichos restos. Por eso mismo debemos examinar con cuidado cada escenario y determinar si merece la pena seguir progresando o no sin regresar antes a uno de estos puntos neurálgicos que están diseminados por todo el mapeado.
Sin embargo y dejando de lado las evidentes influencias que el título toma prestados de las citadas franquicias de Nintendo y FromSoftware, es justo destacar una serie de características únicas y bastante originales que también presenta esta odisea. Y la forma de desplazarse de la protagonista es una de ellas, un aspecto que por cierto puede no terminar de convencer a ciertos usuarios, al menos hasta que se acostumbren a ella.
En lugar de poder desplazarnos con libertad bajo un scroll lateral multidireccional como sucede habitualmente en este tipo de títulos, en este caso Dandara no puede ni tan siquiera dar un paso. Entonces, ¿cómo se mueve? Pues a través de saltos que debemos ir estableciendo con el stick izquierdo y un botón. Pero existe otra peculiaridad: tampoco es posible ni desplazarnos en línea recta ni, tampoco, asentarnos en cualquier superficie. Suelos, paredes y techos alternan zonas a las que podemos adherirnos y otras que no, siendo necesario tener muy en cuenta esto último porque pueden jugarnos malas pasadas en los momentos más intensos de acción.
Y a fe que los hay. Los decorados suelen estar poblados por adversarios y trampas (amén de cofres secretos que también debemos ir descubriendo), siendo necesario esquivar éstas últimas… y liquidar a los primeros. Para tal fin podemos usar diferentes armas que es posible ir recolectando a medida que avanzamos en la aventura, y usar un escudo reflector cuando lo creamos conveniente… como durante los enfrentamientos contra jefes finales, que también los hay y nos deparan los mejores momentos del juego. Por desgracia, la variedad de unos y otros no es tan elevada como nos hubiera gustado, siendo uno de los escasas pegas que se pueden echar en cara a esta aventura.
Esta combinación de elementos (acción, exploración y "plataformas"), a los que se suman ciertos puzles pero muy escasos, dan como resultado una jugabilidad lo suficientemente atractiva como para satisfacer a un buen número de usuarios, sobre todo a aquellos que disfruten con la saga Metroid.
Técnicamente y siguiendo la moda que últimamente se ha apoderado (para alegría de muchos de nosotros) de este sector, especialmente de los juegos indies, la aventura goza de un estilo retro en 2D bastante acentuado… y atractivo, al menos en nuestra opinión. Es cierto que los diseños de los rivales no son los más sugerentes que hemos visto nunca y sus animaciones tampoco son como para tirar cohetes, pero la ambientación general, el diseño de los fondos y la estética en conjunto compensan dichas carencias.
El sonido tampoco se queda atrás y, sin alcanzar cotas sobresalientes, sí que ha sido muy cuidado. La banda sonora es de corte minimalista, pero sabe bien cómo pasar a un plano más central cuando la situación lo requiere. Y los efectos de sonido tampoco desentonan, especialmente lo producidos por alguna de nuestras armas.
Muy buenas sensaciones
Un nuevo e interesante exponente de los títulos de estilo metroidvania que por lo menos nos ofrece ciertas dosis de innovación. Absorbente jugabilidad, buen diseño de niveles, notable ambientación y un nivel de dificultad bien medido son los pilares sobre los que se cimenta esta producción. No alcanza el sobresaliente debido a ciertos defectos menores y, también es necesario recalcarlo, el modo tan poco habitual en el que se desplaza la protagonista puede atragantarse a ciertos usuarios. Sin embargo y a pesar de eso, se trata de una aventura muy entretenida y más que notable.
Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código enviado por Raw Fury.