Análisis Beyond Blue, una relajante aventura submarina (PS4, Switch, Xbox One, PC)
Se habla mucho de los videojuegos como arte, de su valor didáctico y de todo lo que pueden ofrecer fuera del mero entretenimiento, pero pocos tienen esa ambición de ir más allá. Hay algunos ejemplos, como el modo Descubrimiento de Assassin's Creed o Never Alone, el juego de E-Line Media sobre la comunidad Iñupiat. Son, precisamente, estos últimos quienes vuelven para ofrecernos otro juego de corte documental que, esta vez, se centra en la exploración de la vida submarina.
Un remanso de paz
Beyond Blue es un juego de exploración, con un fuerte componente documental, que nos pone en la piel de Mirai, una buza que, junto a su equipo científico, explora la vida marina. El juego se ambienta en un futuro cercano, y quiere contarnos cómo nuevas tecnologías permitirían conocer el fondo marino y sus criaturas de una manera imposible hasta el momento. No es ninguna aventura de ciencia ficción, y gran parte de la experiencia se centra en imaginar métodos de estudio que ya se usan hoy en día, y en contarnos la relación que los científicos establecen con las criaturas que siguen a lo largo de los años.
A nivel jugable es un título muy, muy sencillo, en el que vamos a nadar de un punto a otro en búsqueda de balizas que nos den nuevas tareas y nuevos animales que escanear. No hay ningún desafío, pero no es algo que busque. Es un juego diseñado para relajar, para sumergirse –nunca mejor dicho– y descubrir qué guarda la fauna marina. Además de los objetivos principales, también podemos escanear otras criaturas que simplemente pasen por allí. Tenemos una completa enciclopedia en la que podemos encontrar información detallada de todas las especies que escaneemos y, cuantos más especímenes escaneemos, más desbloquearemos sobre ellos, incluyendo animaciones para los modelos tridimensionales que podemos reproducir.
Queremos dejar claro que su valor didáctico, que es lo que Beyond Blue prioriza, está fuera de toda duda y, aparte de toda la información sobre la fauna marina que vamos consiguiendo, tenemos vídeos de imagen real que sirven como documental para ampliar la información. Eso no quita que nos gustaría ver un pelín más de ambición jugable. Hay, por ejemplo, tres luces: una blanca que simplemente ilumina, una ultravioleta y una infrarroja, y apenas nos animan a usar la dos veces. Con mecánicas como estas implementadas, se podría haber intentado al menos aprovecharlas algo más.
Entre inmersión e inmersión, podemos descansar unos minutos en nuestro batiscafo, donde la historia avanza. Tendremos conversaciones con dos compañeros de aventuras, cuya trama gira en torno a la exploración submarina, y, por otra parte, a nuestra hermana, centrada en sus problemas en casa y en la universidad. Hay toma de decisiones –o, más bien, podemos elegir respuestas–, pero la inmensa mayoría apenas influyente. En el batiscafo podemos contemplar algunos de los objetos que vamos recopilando, así como escuchar música a elegir de una relajante selección de temas.
La espectacularidad submarina
Teniendo en cuenta que jamás vamos a salir del agua en Beyond Blue, hace un notable trabajo gráfico, ofreciéndonos cierta diversidad de paisajes y momentos. Es un tanto irregular, y nos parece que el trabajo hecho para diseñar a los animales está muy por encima del hecho para diseñar las formaciones submarinas, pero aun así el conjunto está a un nivel más que decente. Hay algunas secuencias muy impresionantes, que nos han dejado con el sueño de poder disfrutarlas en realidad virtual ya que en una pantalla, por grande que sea, no podemos alcanzar a imaginar la magnitud que pueden alcanzar en la vida real.
Lo sonoro está a un nivel muy alto. Por una parte tenemos todos los efectos de sonido, que recrean sin abrumar la sensación de estar bajo el mar. Por una parte echamos de menos que tengan un poco más de fuerza, pero por otra parte entendemos que es un juego que pretende ser relajante. Aquí es donde entra la banda sonora. Tenemos una serie de melodías que acompañan con suavidad en todo momento, e incluso se vuelven más dramáticas cuando la situación lo requiere. Es probable que pase un tanto desapercibida, pero si prestáis atención veréis lo bien que hace su trabajo. En el batiscafo tenemos una serie de canciones adicionales, algunas vocales, que podemos escuchar únicamente durante los descansos.
En lo que respecta a la duración, la aventura principal puede durar unas tres horas, aunque si queréis escanear todas las especies seguramente tardéis un poco más. Una vez completado se desbloquea un modo libre para explorar a nuestro antojo. A todo esto tenéis que añadirle la duración de los documentales y la información sobre los animales, que nos parecen interesantes de ver, y que también amplían la duración.
Una experiencia didáctica y diferente
Creemos que los videojuegos son más que una plataforma de entretenimiento, y nos gusta cuando uno combina la diversión con una faceta más didáctica. Beyond Blue es muy simple en lo jugable, e incluso tiene mecánicas desaprovechadas, pero no todo tiene que ser frenético, intenso y competitivo; hay espacio para experiencias más relajadas, donde vamos a aprender y a desconectar durante unas horas. Pensamos que la fórmula tiene margen de mejora, pero también pensamos que si queréis un juego diferente, con el que descubrir cosas sobre la vida submarina y relajaros, Beyond Blue se merece una oportunidad.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por DeadGoodMedia.