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Producción: Blizzard
Distribución: Microsoft
Precio: 9,99 €
Jugadores: 1
Formato: Digital
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Análisis Warcraft Remastered Battle Chest, redescubriendo una trilogía legendaria de la estrategia en tiempo real (PC, PC)

Blizzard remasteriza las dos entregas originales de Warcraft y actualiza Warcraft 3 Reforged con importantes novedades.
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Actualizado: 17:57 19/11/2024
Análisis de versiones PC y PC.

En aquel entonces no lo sabíamos, pero hace 30 años Blizzard lanzó al mercado Warcraft: Orcs & Humans, un juego de estrategia en tiempo real que hizo historia. No fue el primer título del género, pero sí el que lo cambió todo, popularizándolo y estableciendo las bases sobre las que se sustentarían los grandes nombres que llegarían a posteriori, una hazaña que la saga repetiría varias veces en el futuro con sus dos secuelas y con el que es, sin lugar a dudas, el MMORPG más importante y exitoso que se ha hecho nunca: World of Warcraft.

Si bien no parece que Blizzard tenga la intención de deleitarnos con Warcraft 4 algún día, ahora este mítico estudio nos invita a echar la vista atrás para recordar y celebrar el legado de la serie con Warcraft Remastered Battle Chest, un pack que trae consigo las nuevas remasterizaciones de Warcraft: Orcs & Humans y Warcraft II, así como las versiones originales de ambos títulos y el controvertido Warcraft III Reforged, juego que acaba de recibir una enorme actualización con múltiples mejoras. Pero ¿merece la pena?

Redescubriendo los orígenes de una saga mítica

Para responder a esta pregunta vamos a ir por partes analizando qué es lo que nos ofrece cada juego. De entrada, ya os vamos adelantando que el que más sale ganando aquí es Warcraft I Remastered. Sí, sigue siendo el peor de la trilogía, pero las enormes mejoras que ha recibido respecto a su versión original hacen que ahora sea una obra infinitas veces más disfrutable.

Warcraft Remastered Battle Chest cuesta 39,99 euros, aunque también podemos adquirir los juegos por separados y el precio del pack se adapta según los que ya tengamos.

El objetivo de Blizzard aquí ha sido el de intentar equiparar la experiencia de juego a la de su secuela, pero sin alterar su núcleo y manteniendo intactas sus misiones e historia, así como el equilibrio de ambas facciones. Para ello, se han introducido numerosas mejoras de calidad de vida que afectan tanto a los controles como a la interfaz e incluso la velocidad de las partidas.

Probablemente lo más destacado sea el hecho de que ahora, por fin, podemos seleccionar a más de una unidad a la vez, crear grupos y dar órdenes contextuales con el clic derecho para que, por ejemplo, las unidades se muevan al lugar designado o hagan una tarea concreta, como extraer oro de una mina. Quizá no lo recordéis, pero para hacer estas cosas en el original teníamos que dar órdenes individuales a cada unidad seleccionando previamente la acción que queríamos que hicieran como si fuese una aventura gráfica, algo tremendamente engorroso y con lo que resulta muy difícil lidiar a estas alturas, por lo que un cambio tan simple como este ha hecho que el título haya ganado enteros.

Para lidiar con estas limitaciones, la versión de 1994 hacía gala de una velocidad de juego extremadamente lenta que a día de hoy puede resultar desesperante, pero que era necesaria porque nos daba el tiempo que necesitábamos para dar todas las órdenes y gestionar nuestro ejército. Al desprenderse ahora de este problema, la remasterización ha aumentado bastante la velocidad general de las partidas para equipararla a la de su secuela directa, algo que, sinceramente, se agradece muchísimo y ha ayudado a que nos lo pasemos realmente bien redescubriendo este clásico. Además, nos parece un acierto que se haya añadido una opción para que podamos ajustar la velocidad a nuestro gusto, por si nos apetece recrear con mayor fidelidad la experiencia de antaño.

Tanto Warcraft 1 como 2 están ahora traducidos al español, a diferencia de los originales incluidos en este Battle Chest.

Por otra parte, la interfaz ha sido completamente rediseñada, ofreciéndonos la información que necesitamos de un modo mucho más claro y añadiendo opciones para que la podamos configurar a nuestro gusto. Y sí, también podemos activar barras de vida de las unidades y edificios para seguir la acción con mayor facilidad, entre otras cosas.

En lo que respecta a su apartado audiovisual, los gráficos han sido, según Blizzard, redibujados a mano manteniendo un estilo visual similar al del original. Si bien la mayoría de unidades son reconocibles (a excepción del elemental de agua que ha pasado de tener formas femeninas a ser algo abstracto) y nos permiten apreciar claramente sus detalles, creemos que la renovación visual se ha quedado un poco a medias.

Más allá de lo que nos pueda gustar o no su acabado artístico, destaca negativamente el hecho de que se hayan perdido las animaciones de las pantallas en las que nos explican las misiones, por no hablar de que sus desarrolladores no han terminado de acertar a la hora de adaptar las proporciones del pixel original, por lo que todo se ve ligeramente más achatado de lo que debería.

De manera indirecta, las mejoras en los controles hacen que ahora Warcraft 1 sea un tanto más fácil que el original.

Sumadle a todo esto que se ha eliminado por completo su modo multijugador y que no hay una opción para configurar las teclas de acceso rápido a nuestro gusto, y entenderéis que como remasterización hay todavía un amplio margen de mejora. Al menos, nos dejan escoger entre los gráficos originales y los remasterizados en tiempo real con tan solo pulsar un botón y desde el menú podemos decidir si queremos escuchar las nuevas remezclas de la banda sonora o mantener el audio de siempre.

A pesar de los inconvenientes mencionados, las mejoras que se han introducido son lo suficientemente importantes como para hacer de esta la mejor versión para disfrutar a día de hoy de este clásico, un título que, a pesar de haberse quedado un tanto obsoleto en muchos frentes, sigue siendo divertido y cuenta con una campaña con misiones muy variadas en las que poner a prueba nuestras dotes como estrategas construyendo bases, recolectando recursos y mandando a nuestras tropas a guerrear.

Una secuela que puso el listón muy alto

A diferencia de la entrega original, Warcraft II es un juego tan bueno y disfrutable a día de hoy que no ha necesitado tantas mejoras y retoques, ya que se sigue jugando perfectamente en la actualidad, con o sin remasterización. A fin de cuentas, estamos hablando de un RTS que mejoró en todos los sentidos posibles e imaginables a su predecesor, dejándonos con una obra mucho más grande, ambiciosa y con más posibilidades jugables que introducía hasta batallas navales.

Warcraft 2 supuso una mejora gigantesca respecto a la primera entrega y esta remasterización nos ha recordado lo tremendamente divertido que sigue siendo.

Por lo tanto, la mayoría de novedades las tenemos en la introducción de nuevas opciones para la interfaz (incluyendo la posibilidad de activar las barras de vida) y en la renovación de sus gráficos, los cuales han recibido el mismo tratamiento que en Warcraft I Remastered para así darles un aspecto visual muy similar a ambas entregas. Por supuesto, se mantiene la posibilidad de cambiar entre los gráficos de siempre y los remasterizados siempre que queramos, algo que también se aplica a la banda sonora.

Como podréis suponer, Warcraft II Remastered incluye tanto el juego base como su expansión y esta vez sí se ha mantenido su modo multijugador, aunque faltan opciones que sí están presentes en la versión de Battle.net, como la gestión de los jugadores de las salas. También se echa de menos un sistema de partidas clasificatorias con sus correspondientes marcadores, un sistema de emparejamiento rápido y la posibilidad de personalizar las teclas de acceso rápido a nuestro gusto. De igual modo, las partidas online que hemos disputado no nos han parecido del todo estables, con algunos picos de lag y ciertas desconexiones puntuales. Algo que sí que nos ha gustado es que los mapas personalizados de la versión original son compatibles con la remasterización, aunque pide a gritos un gestor interno para descargarlos desde el propio juego.

Al final, se trata de una buena versión para disfrutar de este clasicazo, un RTS fantástico que no se libra de ciertos problemas de equilibrio (los orcos son considerablemente superiores a los humanos en esta entrega) y de algunos fallitos propios de la época, como un pathfinding bastante torpón, pero que nos ha sorprendido redescubriendo lo divertido y adictivo que sigue siendo, tanto en su campaña para un jugador como en su modo competitivo online, algo que ahora se ve potenciado gracias a las mejoras de calidad de vida que se han introducido.

Warcraft Reforged 2.0, un buen primer paso para arreglar uno de los mayores fiascos de Blizzard

Finalmente nos toca hablar de Warcraft 3 Reforged, uno de los lanzamientos más decepcionantes de toda la historia de Blizzard. En su análisis original ya os comentamos todos los motivos por los que no convenció a nadie esta remasterización de este importantísimo clásico de 2002, el cual añadió más facciones y todas ellas completamente diferenciadas en lo mecánico, héroes que podían subir de nivel y equiparse con objetos (lo que serviría como base para el mod del que nacerían los MOBA), un apartado gráfico completamente 3D, misiones variadísimas, un multijugador legendario, una historia apasionante que expandió a lo grande el trasfondo de este universo y más.

Warcraft 3 Reforged es una de las grandes manchas en el historial reciente de Blizzard, pero su versión 2.0 introduce importantes mejoras que van en la dirección correcta.

Sin embargo, Reforged no supo estar a la altura de su legado e incumplió muchas de las promesas que hizo la propia Blizzard, como secuencias de vídeo rehechas o ajustes y novedades en la historia para que todo encaje mucho mejor con lo vivido en World of Warcraft. Sumadle un remozado gráfico que dejaba que desear y que incluso dificultaba la visibilidad de las partidas, numerosos errores de programación, ausencias sangrantes como la imposibilidad de reasignar teclas o la imposibilidad de jugar partidas clasificatorias y entenderéis rápidamente el desastre que fue, algo doblemente grave si tenemos en cuenta que la compañía retiró de Battle.net el cliente del juego original, forzándonos a pasar por Reforged sí o también.

Algunos de estos problemas se han medio arreglado con parches, aunque el ritmo al que Blizzard ha estado actualizado el título deja que desear. Por suerte, con el lanzamiento de este Battle Chest, la compañía acaba de estrenar su versión 2.0 con un gigantesco parche repleto de mejoras y novedades que supone un buen primer paso en la dirección correcta, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.

Una de las novedades más llamativas la tenemos en la inclusión de versiones en alta resolución de los elementos gráficos clásicos, incluyendo unidades, edificios, héroes, efectos, entornos e iconos, permitiéndonos configurar los gráficos del juego seleccionando de manera individual qué cosas queremos ver con su aspecto clásico y cuáles con el de Reforged, una idea que nos parece muy interesante.

Las versiones HD de los elementos clásicos son simples versiones reescaladas de los originales.

El problema aquí es que estas versiones en alta resolución de los elementos clásicos no han recibido mucho cariño y Blizzard lo único que ha hecho es reescalarlas a la alta resolución, quedando muy lejos de lo que mostraban algunas de las imágenes promocionales que se han publicado junto a esta actualización, donde se ven estos mismos elementos más definidos y con un mayor detalle. Además, hemos detectado algunos problemillas con la iluminación en estos elementos clásicos.

En cuanto a los gráficos de Reforged, se han actualizado las texturas de los terrenos y se ha desactivado por defecto la vegetación, lo que le ayuda a darle un aspecto más acorde con la versión original y nos ayuda a leer mejor lo que ocurre en pantalla. Sigue sin ser perfecto y en nuestro caso preferimos jugar con el aspecto clásico, pero es un avance.

Por otro lado, por fin se añade una opción para reasignar teclas (es increíble que hayan tenido que pasar casi 5 años para integrar esto), aunque hay algunas acciones que no nos han dejado personalizar y que deberían estar. Continuando con las opciones, hay que celebrar que ahora podamos activar en la interfaz medidores para poder ver la tasa de imágenes por segundo, las acciones por minuto, temporizadores e incluso el ping, algo que se agradece bastante.

Hay muchas mejoras de calidad de vida relacionadas con la interfaz que nos han gustado bastante y que no se entiende que no estuviesen de lanzamiento.

De hecho, hay muchas pequeñas mejoras relacionadas con la interfaz, como que ahora podamos configurar su tamaño o que se nos muestre cuántos aldeanos tenemos trabajando en una mina de oro, cosas pequeñas pero que aportan más de lo que parece y nos permiten disfrutar mejor de las partidas con una experiencia más personalizada.

El multijugador también ha sido actualizado con un nuevo sistema de partidas clasificatorias basado en la experiencia que obtengamos, se ha ajustado el sistema de emparejamientos y se han añadido más servidores. En nuestra opinión, se echa en falta alguna opción para reconectarnos a una partida en curso que estuviésemos jugando y a veces nos ha ocurrido que hemos jugado una partida en la que no nos han contado los resultados, pero en términos generales estamos satisfechos con estas mejoras. Finalmente, cabe señalar que se ha incluido la posibilidad de jugar con las bandas sonoras de Warcraft y Warcraft 2, un buen guiño nostálgico para los fans más veteranos de la saga.

Si nos lo preguntáis, nosotros nos seguimos quedando con los gráficos clásicos.

Como veis, son cambios a mejor que están bien encaminados, pero todavía queda mucho para que Reforged sea esa versión definitiva de Warcraft 3 a la que Blizzard aspiraba, ya que una campaña tan rematadamente buena como la de este juego merece recibir las mejoras y novedades que nos prometieron antes de su lanzamiento. Además, la decisión de unificar clientes e impedirnos acceder a la versión original de esta maravilla desde Battle.net nos sigue pareciendo algo injustificable, ya que sigue funcionando perfectamente en equipos actuales. De hecho, debería estar incluida en el Battle Chest, al igual que ocurre con Warcraft 1 y 2, donde nos permiten escoger entre los clientes de sus remasterizaciones y de las entregas originales.

Conclusiones

Warcraft Remastered Battle Chest es un pack muy difícil de valorar. Por un lado tenemos tres clásicos legendarios de la estrategia en tiempo real que, aunque solo sea por sus campañas y por interés histórico, ningún amante del género se debería perder. Y si encima te apetece competir en los modos multijugador de Warcraft 2 y 3, aquí tienes una compra que te va a dar infinitas horas de diversión.

Sin embargo, en la otra parte de la balanza tenemos unos trabajos de remasterización que están "bien", pero que distan de ser perfectos. A nivel artístico el redibujado gráfico de las dos primeras entregas no siempre acierta igual de bien con todas las unidades, faltan algunas opciones y Reforged, aunque ha mejorado notablemente, sigue sin terminar de ser lo que nos prometieron inicialmente.

Lo más positivo lo tenemos, sin duda, en las mejoras de calidad de vida y en los controles que ha recibido Warcraft 1, el juego que más ha salido ganando con esta remasterización al ser el que más necesitaba estos retoques para ser igual de disfrutable en la actualidad que sus secuelas. Sea de un modo u otro y aun con sus carencias, si os gustan los RTS y nunca habéis tenido la oportunidad de descubrir los orígenes de esta icónica saga, aquí encontraréis una buena opción para sumergiros sin complicaciones en las siempre apasionantes y divertidas guerras de Azeroth.

Hemos escrito este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Blizzard.

Redactor

NOTA

7

Puntos positivos

Warcraft 1 ha mejorado mucho en lo jugable.
Las mejoras de calidad de vida de Warcraft 2.
Warcraft 3 Reforged 2.0 es un buen paso en la dirección correcta.

Puntos negativos

La remasterización gráfica de Warcraft 1 y 2 es un tanto irregular.
La ausencia del multijugador de Warcraft 1 y de partidas clasificatorias en Warcraft 2.
Warcraft 3 Reforged sigue necesitando más trabajo.

En resumen

Un pack con las remasterizaciones de tres juegos de estrategia legendarios que, aunque imperfectas, aportan valiosas mejoras de calidad de vida.