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FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Pathea Games
Producción: PM Studios / Inc. / Pathea Games / Focus Entertainment / DMM Games
Distribución: Steam
Precio: 34.99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: -
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Análisis de My Time at Sandrock, 'crafteo' para los muy 'crafteteros' (PC, Switch, PS5, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4)

Después de triunfar con My Time at Portia, Pathea Games da el salto al desierto para ofrecer una nueva y simpática aventura con mucho corazón pero también ciertas flaquezas.
Análisis de versiones PC, Switch, PS5, Xbox Series X/S, Xbox One y PS4.

Puede que no sea de los juegos más aclamados y recordados, pero casi sin hacer ruido My Time at Portia ha ido construyendo una nutrida comunidad de amantes de la simulación social, la gestión de granjas y el crafteo. Tanto es así que cuando Pathea Games anunció su secuela no tardó mucho en recaudar más de medio millón de dólares en su campaña de crowdfunding. Más de cuatro años después, y tras pasar por un período de acceso anticipado, My Time at Sandrock está haciendo las delicias de los fans del género en PlayStation, PC, Xbox y Switch.

En Vandal hemos podido jugarlo ya en su versión 1.0 para contaros qué es capaz de ofrecer esta nueva entrega de aventuras, construcción y amistad. Eso si, un pequeño aviso antes de empezar: no hemos probado la versión de Nintendo Switch. Para este análisis sólo hemos jugado en PC con un equipo que supera con holgura los requisitos recomendados por Pathea Games, por lo que hemos visto su mejor cara a nivel técnico y gráfico. Somos conscientes de las críticas que está recibiendo el juego en la consola híbrida de Nintendo y del review bombing con la que la comunidad está transmitiendo su malestar, pero no lo hemos podido comprobar de primera mano.

El posapocalipsis amable

En My Time at Sandrock viajamos a una nueva región del mismo universo que su predecesor, un mundo en el que los humanos han sobrevivido a un cataclismo que convierte nuestra realidad en algo desconocido para ellos: se han sobrepuesto al apocalipsis asentando sus propias sociedades, creando sus propias culturas y religiones, y estudiando el mundo en el que vivimos ahora como si de una misteriosa civilización antigua se tratase. Todo ello lo enfoca desde una perspectiva amable, con una simpática mirada infantil sin dejar de lado temas adultos, y sin caer en el pesimismo propio de las ficciones posapocalípticas.

Además, esa ambientación propicia un acercamiento que le viene de perlas al núcleo jugable de My Time at Sandrock: en una sociedad en pleno desarrollo hacen falta constructores que den forma a las ciudades, vecinos que ayuden a quienes tienen alrededor y exploradores que se aventuren en las ruinas antiguas. Esas tres ramas (la social, la de crafteo y la de acción) se entrelazarán a lo largo de todo el juego para ofrecer contenido constante y variado durante las 80-100 horas que puede llegar a durar una partida normal (más si nos lo tomamos con calma o si somos completistas y queremos conseguirlo todo). Seremos los recaderos del pueblo, aceptando encargos de todo tipo para obtener recompensas, ganarnos el favor de los vecinos y avanzar en las diferentes tramas.

Obviamente, nuestra primera interacción con el juego consistirá en crear y personalizar a nuestro personaje. Las opciones del creador no son demasiado extensas.

Sistemas clásicos profundos y (demasiado) complejos

Y con esa premisa, la jugabilidad de My Time at Sandrock presenta el abanico de acciones y sistemas que podéis imaginar: crafteo, recolección de materiales y combates con acción directa conforman la estructura básica de su gameplay, algo a lo que se le suman cosas como diálogos con decisiones, decoración, personalización y un sistema social que nos permite entablar relaciones más o menos diferentes con cada uno de los vecinos de Sandrock. También hay mecánicas de exploración que permiten moverse con libertad por el completo y vertical escenario del juego.

Pero sin duda, el foco del gameplay está puesto en su sistema de creación de objetos, que distingue entre las herramientas básicas que usa nuestro personaje (armas, atuendos y demás) y las construcciones que nos solicita la comunidad de vecinos. Aquí hemos notado cierto enrevesamiento de los sistemas, con poca claridad en los materiales que debemos usar o los procesos necesarios para llevarlos a cabo. Contrasta la amabilidad y sencillez que transmite la atmósfera general con lo intrincado que pueden llegar a ser estos sistemas, cuya torpeza para ofrecer la información necesaria puede llegar a frustrar durante la partida.

Sandrock es la ciudad central, en la que ocurre todo y donde tenemos nuestro taller.

Sin embargo, puede que esa complicación de los sistemas pueda gustar y convencer a los más acérrimos de un género que desde fuera interpretamos como casual; quienes busquen una experiencia de crafteo pura y dura aquí van a encontrar una de sus mejores expresiones, porque se nota que My Time at Sandrock está construido desde una mirada que conoce bien la manera de proceder de este tipo de juegos. Es un título al que echarle horas, en el que perderse en sus detalles y al que jugar con una guía al lado para exprimir cada píxel.

Y además de la construcción, lo social y el crafteo, en My Time at Sandrock también vamos a encontrar momentos de acción que desde su simpleza ofrecen aperitivos de diversión intercalados entre tanta receta. Hay un sistema de combate en tiempo real mejorado, con marcaje de enemigos y diferentes movimientos según las armas que podemos ir creando y consiguiendo. No es nada del otro mundo, pero gusta tenerlo. La fuerza de este aspecto reside sobre todo en la variedad de enemigos que nos encontramos, incluyendo jefes, a lo largo de una aventura muy simpática: esa diversidad en su diseño nos invita a establecer diferentes acercamientos y le da vidilla al juego.

El combate es simple, pero divertido. Está lleno de estímulos visuales y se esfuerza por darle variedad al diseño de enemigos.

Humilde pero efectivo en lo audiovisual

En cuanto a su apartado artístico, My Time at Sandrock pone sobre la mesa una dirección muy similar a la del anterior juego: exceptuando la ambientación, que se pasa ahora a los entornos desérticos, esta nueva entrega continúa con el estilo chibi para sus personajes humanoides y guarda los diseños más originales para los enemigos antropomórficos y animales, que se presentan en formas caricaturescas, alocadas y surrealistas, sin miedo a la infantilización de su universo.

No podemos negar que en general esta saga tiene un apartado gráfico muy humilde, aunque este nuevo juego se vea considerablemente mejor que el anterior y haya un notable salto en la calidad de texturas e iluminación (no así en los modelados y animaciones, que siguen percibiéndose algo desfasadas). Puede gustarte más o menos su estilo, pero es evidente que hay un esfuerzo por darle más empaque a esta entrega. También es algo que notamos en la música y el diseño sonoro, aunque no tanto en los menús e interfaz, que de nuevo parecen inspirarse en tendencias anticuadas.

El diseño de los personajes no humanos es el más atrevido.

Conclusiones

Todas las virtudes de My Time at Sandrock, que no son pocas, parecen quedar ocultas detrás de un peaje que muchos no estarán dispuestos a pagar: sus sistemas de crafteo son poco intuitivos y pueden llegar a frustrar, su audiovisual es algo humilde y a veces el diseño general parece haberse quedado un tanto anticuado. ¿Merece la pena echarle ganas? Desde luego lo que ofrece es una aventura muy simpática, variada y con una cantidad enorme de contenido que postula a este juego como uno de los mejores exponentes de su género. En una industria plagada de Palworlds que aprovechan lo adictivo de estos sistemas de juego para atrapar a los usuarios en bucles tóxicos, se agradece que Pathea Games sea capaz de afrontar la fórmula desde el corazón y con una rotunda honestidad desprovista de complejos. Quizás eso no es suficiente para meterse en el bolsillo a las personas ajenas al género, pero está claro que convence a quienes disfruten de este tipo de propuestas.

Hemos realizado este análisis en PC con un código para Steam proporcionado por Pathea Games.

Redactor

NOTA

7.5

Puntos positivos

Una aventura divertida. simpática y con mucho contenido.
Sistemas profundos que encantarán a los fans del género.
Un salto notable en la calidad técnica con respecto a su predecesor.

Puntos negativos

Su manera de ofrecer la información no es demasiado clara.
Aunque se esfuerza por darle variedad al combate, se nota que no es su punto fuerte.
Gráficamente es un juego humilde, aunque con personalidad.

En resumen

'My Time at Sandrock' es un juego ideal para los amantes de los juegos de granjas y simulación. Aunque también propone una aventura de acción, esta parte es menos estimulante. En general, un excelente exponente de su género.