Análisis de Immortal Redneck (PC, Switch, Xbox One, PS4)
Puede que los FPS de acción frenética estilo años 90 ya no peguen tanto como Call of Duty o Battlefield, pero la última reencarnación de Doom ha demostrado que todavía hay un público encantado por esta diversión directa en constante movimiento, muchos saltos, oleadas de enemigos descerebrados y nada de coberturas. Immortal Redneck de la desarrolladora española Crema, autores de juegos para Smartphone como Oh My Goat y Ridiculous Triathlon, es una buena opción para satisfacer nuestras ganas de disparar primero y preguntar después.
Immortal Redneck nos presenta una escueta historia –no necesita más- protagonizada por un redneck, el término que define en Estados Unidos a los trabajadores rurales, y despectivamente, a los aldeanos conservadores. Ese es nuestro protagonista, un redneck que hace el cafre en el desierto de Egipto hasta que sufre un accidente. Entonces es asaltado por extrañas criaturas que lo convierten en una especie de momia. ¿Qué le ha pasado? Las respuestas sólo las puede obtener a escopetazo limpio en tres laberínticas pirámides.
Jugablemente es todo lo que podíamos esperar de un título que se inspira en los clásicos, un poco de Doom, Quake, Serious Sam y Duke Nukem: control preciso y rápido, salpicado de humor chabacano con puñados de enemigos inspirados en la cultura egipcia. Lo más difícil está conseguido. El aspecto que puede definir que se adapte a nuestros gustos o no es otro: el orden aleatorio del mapa, la ordenación de catacumbas y pasillos.
Immortal Redneck toma elementos elementos roguelike como la muerte permanente, un tipo de desarrollo ha sido utilizado por otros juegos del género, pongamos Tower of Guns, y aunque en habitualmente nos gustan más los mapas creados por diseñadores –una campaña más tradicional-, no funciona mal dentro de un género donde lo importante es la acción y la resistencia, y la historia queda como algo secundario. Este progreso amplía la vida del juego, gracias a que se apoya en repetir partidas mejorando poco a poco nuestros parámetros o habilidades, así que no esperes llegar muy lejos en tus primeros intentos.
La mecánica consiste en ascender avanzar por pisos y liquidar todo lo que se cruza en nuestro camino, mientras conseguimos oro y pergaminos con potenciadores –más de 100 perks, que afectan positiva o negativamente a nuestro estado-. Algunos nos permiten añadir un segundo salto, ampliar la munición o cambiar la gravedad; si tenemos un poco de mala suerte, nos quedamos sólo con un arma con más potencia o consumimos el doble de munición. Con todo, la muerte llegará tarde o temprano, sobre todo al inicio, devolviéndonos al sarcófago inicial fuera de las pirámides. Eres inmortal, pero los errores se pagan.
Para evitar que Immortal Redneck nos quite todo el interés en repetir, entra en juego la mencionada generación aleatoria –cambia orden de salas, enemigos, recompensas…- y la compra de mejoras permanentes que nos deberían facilitar nuestro siguiente intento. Más salud, mejor defensa, más ataque, más probabilidad de críticos y otras muchas ventajas con múltiples niveles de efectividad –a precio cada vez más alto- dan forma a nuestro estilo de juego e impiden que aparezca la sensación de perder el tiempo.
La elección de unas deidades también modificará nuestras habilidades activas y pasivas, con diferentes sets de armas, un equivalente a elegir clase. Con dedicación, no tendrás problemas en llegar más lejos, acumular más dinero y adquirir mejores armas o fortalezas. De hecho, el juego anima a gastar los ahorros conseguidos, porque cada vez que entramos en la pirámide se paga como tributo todo el oro acumulado -¡no dudes en comprar ayudas!-.
Estas armas cubren las típicas y también otras un poco más estrafalarias. Comenzamos con lo más básico: una pistola, una escopeta y dinamita –equivalente a granadas-, pero hay más de 50 con inspiración fantástica, mágica o futurista. Salvo casos especiales podemos llevar nuestras tres favoritas, más que suficiente para exterminar tres decenas de enemigos diferentes en movimiento, resistencia y ataque. Guerreros, animales que embisten, cabezas demoníacas, criaturas que cuelgan del techo, arqueros o momias que lanzan rayos láser, cada piso que nos aproxima más a la cima de la pirámide los enemigos serán más duros y numerosos.
Después de varios reinicios empezarás a aprender las mejores estrategias contra cada monstruo y la arquitectura de las habitaciones más habituales. Aprovechan bien la agilidad del protagonista, capaz de correr –y con ello saltar más- para introducir múltiples plataformas que funcionan sorprendentemente bien o esquivar proyectiles con facilidad.
¿Crees que podrás recorrer el laberinto esquivando enemigos? Mala idea, una vez entras en una sala se bloquea y deberás eliminar a todos los enemigos de la zona. Puesto que está tan orientado al combate, una barra nos indica el porcentaje de rivales en pie y una visión especial destaca sus siluetas detrás de muros cuando llevamos un tiempo sin participar en el combate. Se evita así que des más vueltas de las necesarias buscando a esa última momia, o que te sorprenda por descuido. Immortal Redneck pone todo de su parte para que tomes un estilo ofensivo.
Gráficamente el juego roza un buen nivel tratándose de una producción independiente. Incluye todos los tópicos de esta ambientación –aunque también otras de aspecto más original-, diseños de enemigos un poco caricaturescos, y una buena cantidad de salas para minimizar la repetición de salas. La cañera banda sonora se inspira en ritmos egipcios y nuestra queja en este apartado va para los efectos de sonido, puesto que las armas carecen de la contundencia –a veces exagerada- de otros FPS, incluso la ametralladora gatling no transmite ese poder devastador que se le presupone.
Conclusiones
El único impedimento para disfrutar de Immortal Redneck lo encontrarías si no eres muy aficionado al progreso roguelike y por tanto, en la recolección de oro hasta potenciar al protagonista lo suficiente como para llegar lejos en la pirámide. Como FPS arcade es un genial tributo a los clásicos, derrocha acción y gráficos más que satisfactorios.
Hay decisiones acertadas para evolucionar el personaje y suavizar la dificultad, un amplio elenco de armas, enemigos y unas habitaciones que dan mucho juego al combate. Que no puedas saber qué incluye un pergamino antes de recogerlo –cuando hay algunos perjudiciales-, o la ausencia de un ataque básico e infinito tipo patada o simple pistola –sin munición esa partida estás condenado- ya nos han parecido más discutibles.
Hemos analizado este título gracias a un código de descarga facilitado por Crema Games.