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Fecha de lanzamiento:
XSX, XBOne:
PC:
PS4:
Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Ground Shatter
Producción: Mode 7
Distribución: Steam
Precio: 20,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: -
Online: -
ANÁLISIS

Análisis Fights in Tight Spaces, no descartes la violencia (PC, Xbox Series X/S, Xbox One, Switch, PS4)

Peleas espectaculares a lo John Wick reconvertidas en combate por turnos en espacios reducidos. Esa es la ingeniosa propuesta de Fights in Tight Spaces, que acaba de salir de su acceso anticipado.
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Actualizado: 10:57 8/12/2021
Análisis de versiones PC, Xbox Series X/S, Xbox One, Switch y PS4.

Fights in Tight Spaces estrenó su acceso anticipado a principios de año dejando al mundo probar por primera vez su interesante propuesta: combate físico al estilo John Wick reconvertido en un juego de combate por turnos con cartas y con el aliciente adicional de, haciendo honor a su nombre, ambientarse en escenarios especialmente estrechos. Por aquel entonces la desarrolladora Ground Shatter y la editora Mode 7 dejaron clara su intención de lanzar la versión 1.0 antes de un año, algo que en ese momento no nos sorprendió, como ya dejamos claro en nuestras impresiones, por la solidez del juego y que efectivamente han podido cumplir: Fights in Tight Spaces ya ha ha dejado atrás su early access y está disponible como juego completo en Xbox Series X/S, Xbox One y PC.

Desde entonces el proyecto, que llega apadrinado por Bithell Games, creadores de John Wick Hex, con algo de financiación y apoyo adicional, no ha hecho más que crecer y ganar profundidad en detalles que pueden pasar desapercibidos a simple vista, pero que le dan al juego una capa de estrategia mucho mayor. Además, por supuesto, de haber recibido algunas grandes actualizaciones de contenido que le dan empaque a la experiencia general, como un nuevo modo daily, diferentes niveles de dificultad, un nuevo diseño para el avatar protagonista, mejoras de calidad de vida adicionales y traducción a nuevos idiomas como el español (aunque es automática, lo que trae consigo un buen número de fallos). Todo eso sumado a la sólida base con la que ya contaba hace de Fights in Tight Spaces uno de los títulos más interesantes de su género, además de una experiencia estimulante, atractiva y desafiante.

Estrategia contenida

Fights in Tight Spaces es un juego centrado en la acción más física, pero en lugar de apostar por un sistema de combate directo en tiempo real convierte los puñetazos, las patadas y las volteretas en cartas de varios mazos que representan diferentes estilos de pelea, desde el más básico hasta otros más elaborados con trucos especiales o centrados en movimientos de contraataque. Cada ronda nuestra mano se descarta por completo y recibimos nuevos naipes que nos obligan a improvisar para no sucumbir a los golpes de los rivales, que siempre comienzan en superioridad numérica.

Su núcleo jugable no ha cambiado en estos meses, lo que teniendo en cuenta su solidez y originalidad es una buena noticia; tenemos tres puntos de acción en cada ronda que podemos utilizar con las cartas que queramos, pero además hay un contador de combos que nos valora positivamente que nos quedemos quieto. El movimiento, que también está restringido a las cartas de nuestra mano, nos resta puntos de fluidez impidiéndonos jugar cartas que sólo se pueden canjear por puntos de combo. Tanto la reducción de espacio como de posibilidades (tres puntos de acción son poquísimos si nos paramos a pensarlo) nos obligan a pensar de manera ingeniosa para resolver la situación y acabar con los matones antes de que ellos acaben con nosotros.

A veces podemos vernos en situaciones límites como la de la imagen y tendremos que utilizar las cartas de forma creativa para zafarnos de los enemigos.

En ese sentido se agradece mucho que haya crecido tanto el número de cartas con respecto a sus versiones iniciales del acceso anticipado, ampliando no sólo la cantidad de posibilidades sino también la variedad de planes que podemos trazar. Se ha trabajado de una forma muy correcta el equilibrio entre cartas de golpes directos y otras más estratégicas que no nos prestan ayuda inmediata (no sirven para quitarle vida al contrario en ese mismo momento), sino que nos permiten realizar acciones como contraataques o bloqueos, pero también aumentar el contador de combos o multiplicar el daño de nuestro próximo ataque. Fights in Tight Spaces le ha dado mucha más profundidad al combate en su versión 1.0 apostando por este tipo de mazos, y ha conseguido hacerlo sin restar ni una pizca de espectacularidad a la acción.

Una de las buenas decisiones de esta versión final del juego es que se ha dejado atrás el encorsetamiento de los mazos por estilos, que siguen existiendo pero de una forma menos rígida: ya no se nos limita exclusivamente a jugar con un mazo u otro si no queremos hacerlo, sino que podemos conformar el nuestro escogiendo entre cartas aleatorias al principio de la run. Este es el punto de partida de las dailys, por ejemplo, un modo que nos reta cada día a sobrevivir a una mezcla de los más de 30 enemigos de diferentes facciones que hay en el juego, marcando nuestra puntuación en una leaderboard en línea que refleja a los mejores jugadores de la jornada.

Desafío en formato roguelite

A nivel de estructura estamos ante un roguelite puro y duro: tenemos una serie de misiones con un camino bifurcado en el que tendremos que escoger diferentes escenarios en los que batirnos a tortas con los enemigos de esa misión, cada uno correspondiente a una facción que dispone de sus propios especialistas con sus propias habilidades únicas que nos harán sudar la gota gorda. Para darle un poco más de consistencia a cada run, la versión definitiva dispone de varios modos de dificultad que nos permiten repetir un nivel cuando nuestra vida baja a cero, una manera muy acertada de mantener el progreso sin frustrar al jugador. Quienes prefieran un formato más exigente pueden escoger los otros múltiples niveles de dificultad que penalizan más el fallo ofreciendo una experiencia más desafiante.

Además, en ciertos momentos el juego nos propone objetivos adicionales que se suman a la mera supervivencia dándole un reto extra al nivel. Son requisitos secundarios, a veces opcionales, que nos piden defender a cierto personaje o conseguir tal objeto moviéndonos por la cuadrícula. Si los cumplimos conseguiremos más puntos que se sumarán al contador de experiencia general que marca nuestro nivel en el juego y nos permite desbloquear nuevos mazos y cartas.

Independientemente del nivel de dificultad que escojamos, Fights in Tight Spaces es un videojuego especialmente riguroso por propia naturaleza: haciendo honor a su nombre los escenarios tienen, como mucho, una veintena de casillas, y están diseñados de manera que podemos vernos en un callejón sin salida en caso de que no sepamos jugar bien nuestras cartas. También se han añadido un buen número de cartas (en la versión actual hay más de 200) que nos ayudan a aprovechar mejor los escenarios, y el diseño de estos mismos ha evolucionado para facilitar la interacción con bordes, barandillas y otros elementos que nos pueden funcionar como herramienta rápida para acabar con un rival sin tener que reducirle la vida a cero.

Además de darnos un respiro necesario entre peleas, los eventos aportan un toque cómico que además podemos aprovechar para conseguir (o perder, si tomamos la decisión errónea) dinero o salud.

Eso sí, hay ciertos momentos en los que la inteligencia artificial de los enemigos deja algo que desear por no saber cómo reaccionar bien a nuestras acciones. Esto se suple con una profunda variedad de enemigos que, interpretando bien las reglas del juego, disponen de diferentes habilidades que aportan variedad de situaciones, como la de moverse cuando nosotros nos movemos o la de atacar automáticamente si nos colocamos a su alrededor. El problema con esto es quizás una cuestión de percepción, de ver algo ridículo que un compañero le propine un disparo a otro sólo porque has conseguido ponerlo en su trayectoria; en ciertos momentos esto encaja mejor que en otros, pero siempre se ciñen de manera adecuada a las normas, por lo que en realidad poco podemos objetar aquí.

Peleas mazo guapas

La estructura roguelite nos fuerza a pensar bien cada movimiento para mantener nuestra salud hasta el enfrentamiento final, aunque por el camino hasta ese último nivel no sólo nos encontraremos escenarios de pelea sino que también habrá gimnasios para mejorar y gestionar nuestro mazo, médicos para curarnos y aumentar nuestro nivel de vida máximo y eventos aleatorios con un toque rolero que nos darán recompensas especiales a veces imprevisibles. Mientras que el hilo argumental del juego está ahí como eje conductor algo desaprovechado, esta progresión por cada una de las múltiples misiones sí es más interesante y dispone de momentos escritos con humor que le sientan fenomenal al conjunto.

Por último, aunque con una importancia capital, el apartado audiovisual de Fights in Tight Spaces encaja a la perfección con su propia propuesta ofreciéndonos un estilo minimalista que recuerda a Superhot en lo gráfico y a la espectacularidad del combate de películas como John Wick en lo que respecta al movimiento. Es una mezcla explosiva que está llevada de una manera brillante y nos deja momentos para el recuerdo, sobre todo gracias a su mecánica de repetición que convierte en una coreografía inmediata todos los movimientos que hemos estado planeando a fuego lento. En los efectos sonoros y en la música encontramos también un muy buen trabajo, con temas de estilo vaporwave, aunque en ciertos puntos la banda sonora puede volverse algo repetitiva.

Las animaciones se lucen en momentos cinemáticos que revisten al conjunto de espectacularidad coreografiada.

Conclusiones

La propia premisa de Fights in Tight Spaces ya es llamativa por sí misma (¿peleas a lo John Wick en espacios reducidos reconvertidas en combate por turnos con cartas? ¿Dónde hay que firmar?), pero la forma en la que Ground Shatter ha hecho crecer el proyecto es digna de alabar. La versión definitiva de este original título demuestra que los avances realizados durante su acceso anticipado han trabajado conscientemente en una dirección, lo que da como resultado un videojuego con un diseño brillante, formidable en lo visual, profundo a nivel estratégico y amplia variedad de modos con múltiples aproximaciones para los diferentes estilos de público, desde las personas que busquen un duro desafío hasta quienes prefieran rebajar el reto apostando por la espectacularidad. Es una obra a la que echarle horas, algo para lo que viene genial su estructura roguelite y sus nuevos modos de juego, así como su diversidad de cartas y mazos; y que sin duda no tiene nada que envidiarle a otros grandes títulos de estrategia.

Hemos realizado este análisis en PC con un código para Steam proporcionado por Mode 7.

Redactor

NOTA

8.3

Puntos positivos

Estrategia profunda con combates gratificantes y espectaculares.
Desafiante en la medida que lo desees, adaptándose a cada jugador.
Visualmente brillante, con animaciones muy bien conseguidas.

Puntos negativos

En ciertos momentos la IA enemiga puede resultar un tanto básica.
Aunque es bastante buena, la banda sonora acaba volviéndose algo repetitiva.
La traducción al español es automática y está plagada de errores.

En resumen

Desafiante, variado, ingenioso… Un magnífico roguelite cargado de estrategia que reinterpreta con frescura la acción espectacular como profundas batallas por turnos.