Muchas han sido las noticias desde que el propio Miyamoto al fin reconociera (no con poco asombro entre los fans) que Kid Icarus debía volver a vestirse de gala, y decidiera volver a la palestra en forma de nuevo juego, después de veinte años de su último juego en 1992 en Game Boy.
Fue a mediados de 2009 cuando Miyamoto habló directamente a los fans: "Esperad, por favor. Estoy realmente sorprendido de lo popular que es (Kid Icarus)" declaró para Nintendo Power, lo que hizo que empezaran a circular los rumores sobre su posible regreso.
Desde luego que si Miyamoto dice "esperad", los fans esperan algo, y al final los rumores fueron confirmados, y se espera el lanzamiento de Kid Icarus: Uprising para Nintendo 3DS para volver a "levantar" a este personaje, aunque se aleje de el planteamiento de sus primeros dos juegos.
Pero para eso mismo estamos hoy aquí, para recordar cómo fue el juego que los fans reclamaban a Miyamoto, puesto que si bien hay opiniones para todos, lo cierto es que Pit fue un personaje que caló en los jugadores.
No era un juego de gráficos espectaculares, ni de jugabilidad precisa y milimétrica como sí fueron otras creaciones de Miyamoto, por eso quizás le siga sorprendiendo cómo juegos que para él no estaban entre sus favoritos (como Metroid y este Kid Icarus) fueran acogidos con tanto cariño y que los fans demandaran juegos de estos.
Nintendo R&D1, la creadora de clásicos instantáneos
Si algo tiene la compañía de Nintendo liderada por el legendario Gunpei Yokoi fue su capacidad para convertir en éxito cada juego que sacaba: Donkey Kong, Excite Bike, Balloon Fight y un tal Mario Bros fueron, entre muchos otros, los clásicos con los que esta compañía contribuyó a sentar las bases de los videojuegos modernos, teniendo su época dorada entre los años ochenta y principios de los noventa.
El juego de hoy fue un sencillo plataformas, con jugabilidad muy parecida a la de Metroid, pero cambiando el ambiente subterráneo del primero por una historia ambientada en la mitología Griega.
Kid Icarus fue lanzado en 1986 para el Famicon Disk System, y para NES en 1987 y una continuación para Game Boy que llegó a Europa en 1992, a la espera de su tercer juego en el primer trimeste de este recién estrenado 2012 y del que ya os hemos contado nuestras primeras impresiones.
Como podemos ver, las diferentes portadas con las que salió el juego en distintos territorios mostraban a nuestro querido personaje ataviado con la que sería su arma en el juego y mostrando los primeros esbozos de la aventura que nos esperaba: En una época en la que hombres y dioses convivían en armonía, el reino de la Tierra del Ángel estaba gobernado bajo la mano de dos diosas: Palutena, la diosa de la luz y Medusa, la diosa de la oscuridad.
Día y noche eran ellas dos, puesto que Palutena gobernaba ayudando a los mortales, Medusa los trataba con desprecio y jugaba con sus cosechas y a convertirlos en piedra. Furiosa, Palutena transformó a Medusa en un horrible monstruo y la desterró al inframundo.
Pero Medusa, una vez allí, aunó fuerzas y juntó a muchos monstruos que fueron a conquistar el hogar de Palutena. La guerra entre las dos resultó en la derrota total de Palutena y en su encarcelamiento. Derrotada y prisionera, la única esperanza la puso en el joven ángel llamado Pit, así que con sus últimas fuerzas otorgó a Pit un arco mágico de flechas infinitas.
De esta manera empieza nuestra aventura, salvar a la diosa Palutena recuperando además tres tesoros esenciales para destruir a Medusa. Para ello, su sistema de juego se basó en juegos que ellos mismos habían creado ya, algo que recogió la propia revista Nintendo Power al asegurar que: "Pit podía saltar como Mario, recoger items como Zelda y disparar a los enemigos como en Metroid".
El sistema de juego era, como vemos, bastante claro, y a esto se le unían unas pantallas con enemigos bastante variados y un sistema de plataformas en el que no solo consistía en avanzar como en los típicos plataformas, de izquierda a derecha, sino que muchas de sus pantallas se recorrían verticalmente, lo que dotaba al juego de una variedad notoria, aparte de la cantidad de enemigos diferentes que había en el juego.
El sistema era sencillo a más no poder: Pantallas típicas de saltos de plataforma en plataforma, diferentes grutas a explorar, disparando a los enemigos en tres direcciones. Pero sobre el control podemos decir que se tornaba algo "durillo" de controlar, puesto que los saltos en algunas ocasiones se tornaban en un acto de fe. Estaba lleno de guiños a otros juegos de la propia Nintendo y que solo podríamos ver si avanzábamos pantallas (muchos no le dieron esa oportunidad, es parte por lo mencionado de lo "duro" del control) y que podemos ver en este vídeo.
Kid Icarus se convirtió en un clásico, no solo por el carisma de su personaje, sino también por una banda sonora de la que muchos recuerdan desde la pantalla del título hasta la que despide el juego.
Pero el juego de NES fue continuado por una excelente secuela -y para muchos, mejor en todos los aspectos- lanzada en Game Boy y llamada Kid Icarus: Of Myths and Monsters, juego que recogió el mismo planteamiento de el primero y logró un juego redondo: el tosco sistema de control fue depurado, las fases, a pesar de contar con un reducido espacio para ver la pantalla, lograron cuajar de una manera más homogénea en todos los aspectos, incluidas unas músicas, de nuevo, dignas de mención.
Ahora, lanzado en la consola virtual y remozado en 3DS con el Kid Icarus 3D Classics para poder ser disfrutado una vez más, Nintendo a decidido que es hora ya de traer a Pit de nuevo con un juego propio y como protagonista (después de su cameo en Smash Bros) por lo que esperamos el Kid Icarus: Uprising con las manos abiertas, aunque poco tenga que ver con los originales; pero pedir un juego de plataformas 2D a Nintendo quizás habría sido demasiado, ¿o no?
Sea como fuere, gracias Nintendo por volver a traer a Pit de los años ochenta y noventa a la actualidad.