El reciente lanzamiento de Yooka-Laylee (aquí podéis leer nuestro análisis), nos ha puesto en bandeja el reportaje retro de esta semana. El juego de Playtonic Games nació con la vitola de ser "el sucesor espiritual" del mítico Banjo-Kazooie, el cartucho que para muchos supuso la cima de Rare en Nintendo 64. Quizás puede sonar algo exagerado, teniendo en cuenta que la compañía de los hermanos Stamper venía de firmar el magistral GoldenEye 007 y aún nos brindaría obras tan colosales como Perfect Dark y Conker’s Bad Fur Day (por no hablar de Jet Force Gemini o Donkey Kong 64). En cualquier caso, la primera aventura protagonizada por el oso Banjo y el ave Kazooie sigue ocupando un lugar muy especial en el corazón de todos los fans de las plataformas, y de los usuarios de Nintendo 64 en particular, y eso que su gestación no fue precisamente sencilla.
Todo se remonta a los tiempos de Super Nintendo, tras el lanzamiento del exitoso, y revolucionario, Donkey Kong Country y su secuela, Diddy’s Kong Quest. Después de firmar semejantes prodigios, en Rare eran conscientes de que necesitaban alumbrar algo aún más gordo, y mientras parte del estudio se dedicó a poner en marcha DK3: Dixie Kong's Double Trouble, otra parte de Rare, con el mismísimo Tim Stamper al frente, se lanzó al desarrollo de un ambicioso RPG que utilizaría la misma tecnología gráfica (ACM, Advanced Computer Modeling) utilizada en los DKC. El siguiente vídeo, incluido entre los extras del recopilatorio Rare Replay para Xbox One, lo cuenta bastante bien:
El proyecto se bautizó como Project Dream, e iba a estar protagonizado por un muchacho llamado Edison, atrapado en una isla repleta de piratas. Si queréis saber más sobre Project Dream, os recomiendo que le echéis un vistazo al reportaje que se curró nuestro compañero Juan Rubio en uno de sus imprescindibles "Lo que pudo ser". La versión corta de la historia es que el proyecto empezó a crecer en envergadura hasta sobrepasar las capacidades de Super Nintendo, por lo que Rare decidió trasladar al proyecto a Nintendo 64, dándole todo el protagonismo Banjo, un personaje que hasta entonces solo iba a ejercer de secundario. El elemento RPG dio paso a las plataformas y al juego que todos conocemos.
Solo dos apuntes antes de continuar con la historia de Banjo-Kazooie. En junio de 2015 el mismísimo Tim Stamper nos sorprendió a todos desde su cuenta de Twitter al mostrar una foto del prototipo de Dream para Super Nintendo. Al parecer se lo encontró dentro de una caja, junto una maraña de cables y algunos cartuchos de N64 con los sucesivos prototipos del juego para Nintendo 64.
Por otro lado, en diciembre de 2015 la propia Rare quiso celebrar el éxito de Rare Replay en Xbox One, compartiendo un pequeño documental donde se muestra la evolución de Project Dream desde los tiempos de Super Nintendo, con entrevistas a algunos de los veteranos del proyecto. Echadle un vistazo, porque es oro puro.
La tremenda ambición de Rare (su meta era hacer el plataformas más espectacular que se había visto hasta la fecha para Nintendo 64, superando incluso lo logrado por Nintendo con el fundacional Super Mario 64) les hizo sudar sangre durante el año y medio de desarrollo, tomando una serie de decisiones respecto a la jugabilidad que dieron lugar al nacimiento de la inseparable (literalmente) compañera de Banjo: Kazooie. El ave surgió de la necesidad de agilizar al oso.
En un principio la mochila del plantígrado iba a disponer de un par de alas para justificar el doble salto, pero la idea fue evolucionando, hasta que llegaron a la conclusión de que era más "lógico" que hubiera una criatura dentro de la mochila, que fuera ella la que ejecutara la acción del doble salto, así como la de correr más rápido. Y no podemos estar más agradecidos de que tomaran esa decisión, porque el juego no habría sido igual sin los piques entre los dos personajes.
Junto a la pareja de héroes se fueron incorporando una serie de personajes secundarios, absolutamente memorables (algunos de los cuales habían sido rescatados de Project Dream): la bruja Gruntilda, el topo Bottles, el carismático Mumbo Jumbo… El arranque del juego nos mostraba cómo la bruja, celosa de la belleza de Tooty (la hermana pequeña de Banjo), decide secuestrarla. Nuestro objetivo consistía en alcanzar el castillo de la hechicera, para lo cual debemos superar nueve mundos, en entornos abiertos, mientras recogemos piezas de puzle y notas musicales para ir accediendo a nuevos escenarios.
Una vez más, el talento de los grafistas y programadores de Rare nos dejó con la boca abierta, explotando la Nintendo 64 hasta límites insospechados en aquella época. También es justo mencionar el grandísimo trabajo de Grant Kirkhope, responsable de la banda sonora del cartucho. El tema inicial del juego, con Banjo tocando…el banjo, siempre estará en lo más alto del hit parade de Nintendo 64.
Por fin Banjo-Kazooie ve la luz en Estados Unidos el 29 de junio de 1998 (a Europa llegaría un par de semanas después, el 17 de julio), cosechando un descomunal éxito de crítica y público. Se llegan a vender 3,65 millones de cartuchos a nivel mundial (según los datos que arroja la web VGChartz), lo que anima a Nintendo y Rare a poner en marcha una secuela, Banjo-Tooie, que llegaría a las Nintendo 64 europeas en abril de 2001.
En septiembre de 2002, Microsoft "le roba la cartera" a Nintendo y se hace con Rare y todas sus IP (incluyendo Banjo-Kazooie) por 375 millones de dólares. Esto no impide que los personajes den el salto a Game Boy Advance por partida doble, bajo la distribución de THQ: en 2003 con Banjo Kazooie: La Venganza de Grunty, y en 2005 con Banjo-Pilot (un proyecto que iba a estar protagonizado por Diddy Kong hasta que Microsoft se hizo con el estudio británico).
Aunque Rare ya no volvería a ser la misma sin los Stamper, Microsoft no estaba dispuesta a desaprovechar el tirón de la pareja. En noviembre de 2008 ambos debutan en Xbox 360 con Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches) y un mes más tarde Microsoft lanza en Xbox Live Arcade un estupendo port HD del Banjo-Kazooie de N64. Una jugada que repetirían en abril de 2009 con la remasterización de Banjo-Tooie.
El último capítulo, hasta la fecha, de Banjo-Kazooie se escribió el 4 de agosto de 2015, cuando ve la luz el recopilatorio Rare Replay para Xbox One. Entre esta selección de clásicos de Ultimate: Play The Game (donde los Stamper hicieron historia en los 8-bit) y Rare están por supuesto Banjo-Kazooie y Banjo-Tooie (ambos en sus versiones para Xbox 360), además de Baches y Cachivaches.
Estamos más que seguros de que no será la última vez que veamos a Banjo y Kazooie en Xbox One. De momento, su legado ha servido de inspiración a Playtonic Games (un estudio formado por antiguos componentes de Rare) para crear su estupendo Yooka-Laylee. ¿Creéis que volveremos a ver al oso y el ave en plena forma? ¿Microsoft malgastó el talento de Rare, y un tiempo precioso, con todas aquellas chuminadas para Kinect? Esperamos vuestros comentarios…