Taylor Swift confirma que Scooter Braun ha vendido sus antiguos discos y másters

Los primeros trabajos y másters de Taylor Swift tienen un nuevo dueño. Esto supone un nuevo capítulo en el conflicto de Scooter Braun y Swift a raíz de la adquisición del primero de la discográfica Big Machine Records, una guerra abierta que se mantiene desde el año pasado y que podría acabar con Taylor Swift regrabando sus primeros cincos álbumes, un hecho que la artista ha confirmado en más de una ocasión. Según informa Billboard y la propia Taylor Swift a través de un comunicado oficial, Shamrock Holdings compró el catálogo Big Machine Label Group de Swift a Ithaca Holdings de Scooter Braun, lo que marca la segunda vez en apenas 17 meses que la propiedad de sus primeros seis álbumes cambia de manos.

Seis discos que se han vendido por una cifra estimada de 300 millones de dólares

Hagamos un poco de retrospectiva. En junio de 2019, Ithaca compró Big Machine Label Group, la discográfica en la que durante años permaneció Taylor Swift, que poseía las llamadas grabaciones maestras de los primeros seis álbumes de Swift. Lo hizo por una cifra cercana a los 300 millones de dólares, un montante de dinero nada despreciable. Según varios analistas y responsables de la industria musical, se estimaba que el catálogo de Taylor Swift valía al menos la mitad de esa cantidad, por lo que el trato era más que justo. Desde entonces, y a raíz de varios conflictos anteriores, Swift ha declarado públicamente su disgusto con el acuerdo y su intención de volver a grabar sus primeros seis álbumes tan pronto como sea legalmente capaz. De hecho, a comienzos de noviembre se cumplió el plazo legal, por lo que la cantante ya puede volver a grabar sus primeros discos y canciones.

Las noticias vuelan, y ante los rumores de que había sido la propia Taylor Swift la que habría comprado sus trabajos a través de un tercero o un intermediario en forma de fondo de inversión, la artista ha necesitado clarificar su posición en la transacción a través de un comunicado oficial. Según publicó Swift a través de un post en Twitter y otras redes sociales, el equipo de Braun le pidió que firmara un acuerdo de no divulgación antes de que pudiera pujar por sus propios trabajos. Todo se trató de una nueva treta del equipo legal de Braun. "Mi equipo legal dijo que este procedimiento no es absolutamente normal, y nunca vieron un NDA como este presentado a menos que fuera para silenciar a un acusado de agresión pagándole", comentaba. “Ni siquiera se ofreció un precio de salida a mi equipo. Estas grabaciones maestras no estaban a la venta para mí bajo ningún concepto", remarcaba la cantante.

Al parecer, Braun ya había vendido los derechos de estos discos a un tercero. Unas semanas más tarde, el equipo legal de Taylor Swift recibió una carta de Shamrock informándoles que habían comprado el 100% de la música. "Esta fue la segunda vez que mi música se vendió sin mi conocimiento", apuntaba la autora de reputation. "La carta me decía que querían informarme de todo antes de la venta para informarme, pero que Scooter Braun había requerido que no se comunicaran conmigo ni con mi equipo, o el trato se anularía", explicaba en el escrito. Al parecer, aunque se desconocen los términos exactos, parece que Braun seguirá beneficiándose de su catálogo durante muchos años, aunque no especifica cómo. "Tenía esperanzas y estaba abierta a la posibilidad de asociarme con Shamrock, pero la participación de Scooter en este trato no es negociable para mí", puntualizaba.

Como es habitual en este tipo de asuntos, Swift, quien ha sido tendencia en Twitter, confirmó en el mismo comunicado que, como prometió, comenzó a volver a grabar su música anterior. "Ya ha demostrado ser emocionante y creativamente satisfactoria", afirmaba. Si todo va bien, sus nuevas versiones podrían comenzar a llegar a aparecer en su tienda oficial y los distribuidores oficiales en los próximos meses. Para aportar veracidad a sus declaraciones, la cantante y compositora también incluyó en su tuit su carta del 28 de octubre a los directores de Shamrock señalando que no podría hacer negocios con ellos si continuaban involucrados con Braun en términos comerciales. "Es una lástima saber que ahora no podré ayudar a hacer crecer el futuro de estas obras pasadas y me duele mucho permanecer separada de la música en la que pasé más de una década creando, pero este es un sacrificio que tendré que hacer para mantener a Scooter Braun fuera de mi vida", concluía Swift en la carta.

Un negocio perfecto y el ejemplo de cómo funcionan las discográficas

Billboard habría ratificado la supuesta cifra de los 300 millones de dólares. Ithaca habría vendido el catálogo de Swift por una cantidad similar a este grupo, por lo que la empresa de Scooter Braun habría cubierto el coste de toda la adquisición de Big Machine Label Group realizada en 2019. Además, lo habría hecho conservando los derechos de las grabaciones de Thomas Rhett, Rascal Flatts, Lady A y Sheryl Crow, entre otros artistas. "Scott Borchetta nunca le dio a Taylor Swift la oportunidad de comprar sus masters, o el sello, directamente con un cheque en la forma en que aparentemente lo está haciendo por los demás artistas", comentaba el abogado Don Passman a The Hollywood Reporter sobre ese aspecto de la disputa.

¿Por qué no se le ha dado la oportunidad a la artista de comprar su propio trabajo? Se desconocen los motivos reales, más allá de las rencillas que han mantenido Scotter Braun y su entorno, encabezado por figuras como Justin Bieber, contra la cantante desde hace años. Galardonada con el premio a la Mujer de la Década concedido por Billboard, Swift reiteró además que los partidarios de Braun ejemplificaron "la definición del privilegio masculino tóxico en nuestra industria". "Defenderlo con el típico, 'Bueno, él siempre ha sido amable conmigo' es un error; por supuesto que es amable contigo; si estás con él en una habitación, es porque tienes algo que él necesita", concluía.

Desde entonces, Swift ha lanzado dos álbumes, Lover en 2019 y folklore en 2020, elaborados y compuestos bajo un nuevo acuerdo con Universal que le permite poseer en su totalidad sus trabajos y discos. Como os comentábamos en Vandal Random hace unas semanas, , folklore fue el primer álbum en vender un millón de copias en los Estados Unidos en 2020.

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