Si hay algo por lo que Netflix está apostando fuerte últimamente es por la animación. Entre estas producciones, las adaptaciones de videojuegos se están convirtiendo en algo muy habitual y no hay más que echarle un vistazo a lo que nos espera en el futuro con cosas como Tomb Raider: La leyenda de Lara Croft, Devil May Cry, Onimusha o Captain Laserhawk (basado en Far Cry 3: Blood Dragon) para darnos cuenta de que esta tendencia se va a mantener durante un buen tiempo.
Probablemente, uno de los ejemplos más ilustres de este tipo de productos lo tengamos en la serie de Castlevania, la cual consiguió extenderse a lo largo de cuatro temporadas y se convirtió en un éxito de crítica y público por el tratamiento tan interesante que hizo de la legendaria saga de videojuegos de Konami. Buenos personajes, una animación que a pesar de empezar algo floja fue mejorando considerablemente con cada tanda de episodios, un guion atractivo y bien construido repleto de guiños y referencias al material original y unas secuencias de acción brillantes fueron sus principales cartas de presentación. Sí, no fue perfecta y adolecía de problemas de ritmo, pero supo contentar tanto a quienes llevan toda la vida empuñando el Vampire Killer y pegándole latigazos a Drácula como a aquellos que nunca habían tenido contacto con la licencia.
Ahora, Netflix vuelve a la carga con Castlevania: Nocturno, una nueva serie cuya primera temporada ya está disponible para todos los suscriptores y que llega rodeada de grandes expectativas. Y no solo por lo mucho que gustó su predecesora o el hecho de estar producida por el mismo equipo creativo, sino por ser también la adaptación de una de las entregas más aclamadas y queridas de la saga. ¿El resultado? Un buen arranque que, a pesar de sufrir un inicio lento y un ritmo irregular, sabe compensarnos con una espectacular recta final que lo deja todo bien preparado para la que apunta ser una segunda temporada intensa y muy emocionante a poco que cumpla con todo lo que nos han prometido.
Vampiros y latigazos en la Revolución francesa
Siendo un poco más concretos, la serie tiene lugar unos 300 años después de los hechos que tuvieron lugar en la original, llevándonos hasta la mismísima Revolución francesa, donde un joven Richter Belmont se gana la vida eliminando vampiros y ayudando a María y Tera en sus quehaceres diarios, dos parientes muy lejanos que lo acogieron tras sufrir una gran tragedia familiar durante su niñez.
Como bien podréis suponer por el marco histórico que sirve de ambientación, Nocturno adapta Castlevania: Rondo of Blood de forma muy, muy libre. Tanto que las similitudes entre serie y videojuego acaban en el año en el que tiene lugar (1792) y en la presencia de ciertos personajes, algunos de los cuales han sido completamente cambiados para la ocasión, como es el caso de Annette, quien ha pasado de ser la novia de Richter y una damisela en apuros a una esclava afroamericana que tras conseguir escapar de su amo vampiro entrena y desarrolla poderes con los que aniquilar monstruos. Aquí hay que tener en cuenta que la trama del juego era bastante olvidable y se quedaba corta de cara a realizar una adaptación de este tipo, por lo que resulta lógico que hayan apostado por tener una mayor libertad creativa.
Gracias a esto, sus guionistas han podido armar un relato sencillo, pero efectivo e interesante, en el que Richter y el resto de protagonistas se las verán y desearán para detener un diabólico complot vampírico que augura la llegada de un mesías que traerá la noche eterna, figura encarnada por la mismísima Erzsebet Báthory, un personaje histórico cuya leyenda ha sufrido múltiples cambios para entremezclarla con la mitología egipcia.
Si bien el primer capítulo es fantástico y hace un gran trabajo a la hora de presentarnos a sus héroes y villanos y la situación política y social de la Francia de aquel entonces junto a numerosas secuencias de acción que son una auténtica gozada por lo bien dirigidas, coreografiadas y animadas que están (por cierto, esta es una serie para adultos y el gore más visceral y las palabrotas están a la orden del día), la cosa no tarda en venirse abajo durante un ecuador comprendido entre el segundo episodio y el quinto.
Esto se debe a que el guion pierde muchísimo pulso y se va por derroteros un tanto extraños que impiden que la historia avance. Flashbacks larguísimos y mal dosificados, subtramas de personajes que no terminan de brillar ni aportar demasiado al conflicto principal que se está gestando y un Richter que queda en segundísimo plano durante todo este tramo de la serie. Por suerte, entre medias asistiremos a algunos combates geniales y se tocan temas como la religión, la política o la importancia de la libertad, enfrentando diferentes puntos de vista que dan algo de riqueza a la narrativa, aunque sea de forma un tanto superficial.
La buena noticia aquí es que a partir del sexto episodio el guion consigue centrarse en lo que realmente interesa, la tensión empieza a aumentar y los acontecimientos se precipitan a un ritmo vertiginoso, lo que acaba por llevarnos a un capítulo final brillante, repleto de acción y con unos giros geniales que nos ha dejado sin aliento, por no hablar de su escena final, la cual os va a dibujar una sonrisa de emoción en la cara a poco que seáis fans de la licencia.
Una promesa de futuro
No vamos a engañaros: estamos ante una temporada de presentación con todos los problemas que esto suele llevar asociado, pues lo que nos cuentan no deja de ser un mero preparativo para el plato fuerte que parece que llegará en la segunda tanda de episodios. Hace un buen trabajo a la hora de colocar todas las piezas sobre el tablero, abrir frentes y establecer el conflicto principal, dejándonos con la miel en los labios y concluyendo justo cuando va a empezar lo mejor.
A pesar de sus defectos y sus problemas de ritmo, nos ha hecho pasar unas horas muy entretenidas disfrutando de su animación, de sus fantásticas secuencias de acción, de lo bien construidos que están muchos de sus personajes, de su música (ojo a cierto temazo de los juegos que suena en uno de los mejores momentos de la serie) y de una historia que aunque tarda en arrancar, cuando lo hace te atrapa y no te suelta. Como decimos, lo mejor parece que está por llegar y si consiguen desarrollar bien la gran batalla que se avecina, estamos seguros que la espera por su segunda temporada merecerá mucho la pena. Mientras tanto, nos quedamos con esta promesa de futuro.