El año natural está a un paso de concluir y en Vandal Random nos apetece seleccionar algunas de las que creemos son las mejores películas de 2017. No es una tarea sencilla con el abrumador ritmo de estrenos cinematográficos que estamos viviendo semana tras semana, pues hay siempre hay mucho por descubrir, tanto en salas de cine como bajo la forma de producciones propias en las cada vez más abundantes plataformas de streaming. Hemos intentado confeccionar una lista variada y distinta, sin orden alguno, y somos bien conscientes de que aún queda películas muy buenas por estrenarse. Sin embargo, y dado que respiramos cine por los cuatro costados, nos apetecía usar esta entrada a modo de retrospectiva y pequeña guía de un año que nos ha puesto en bandeja una cosecha poco menos que excelente.
Los Meyerowitz: La familia no se elige
Pocos actores tienen encima un estigma tan lacerante como Adam Sandler. Si bien su carrera es un compendio de películas muy discutibles, muy pocos son conscientes del enorme potencial como actor que atesora. Los Meyerowitz, una película producida por Netflix, nos ofrece un hilarante drama neoyorquino plagado de frases ácidas, diálogos afilados e historias cotidianas. Con un reparto encabezado por Dustin Hoffman y Ben Stiller, el film de Noah Baumbach sabe tomarle el pulso a la sociedad judía de Nueva York, a través de conflictos familiares, humor a veces incómodo y un guión intrincado y estructurado como si se tratase de una obra de teatro.
Baby Driver
No mentiríamos si os decimos que Edgar Wright es uno de los cineastas más en forma y polivalentes del cine actual. Tiene un estilo definido, muy marcado y distinto, que hacen que sus películas cobren vida delante del espectador. Baby Driver, que podría ser definida como la Drive más millenial, nos narra la historia de Baby, un chico pegado a su iPod pese a sus problemas auditivos, que disfruta de una vida delictiva gracias a sus tremendas habilidades como conductor de coches en atracos. Audiovisualmente irreprochable, Baby Driver es una mezcla ecléctica y atrayente, que nos irá regalando minuto a minuto secuencias de acción montadas con un gusto inusitado, mientras por su metraje desfilan secundarios de la talla del venido a menos Kevin Spacey, Jamie Foxx o Jon Hamm.
Ya no me siento a gusto en este mundo
Una película no tiene que ser, por definición, épica, grande o colosal. A veces, la historias pequeñas, aquellas que te llegan por proximidad y cercanía en su relato o narración, son capaces de transportarte a ese espacio único que únicamente el cine puede ofrecer. Ya no me siento a gusto en este mundo de Macon Blair es una de estas cintas. El film, protagonizado por Melanie Lynsky y Elijah Wood, nos sumerge en una disparatada sucesión de desgraciados incidentes cotidianos, con una atmósfera tan deprimente como humorística. Esta comedia negra, que bien podría haber sido firmada por los hermanos Coen en sus inicios, es una pequeña joya a descubrir.
Dunkerque
Christopher Nolan es uno de los últimos grandes directores de cine clásico. Se resiste a pasar de una manera absoluta a las técnicas de filmaciones digitales, y sigue apostado en un mundo en el que el etalonaje y el montaje en celuloide son las tónicas imperantes en su día a día. Su relato sobre la dramática evacuación de las playas de Dunkerque en 1941, es la muestra fehaciente de que Nolan, pese a quien le pese, está un escalafón por encima. Rodada en 70mm y en formato IMAX, el film nos narra la huida contrarreloj de las tropas británicas y francesas del avance de las huestes nazis, que han cercado el lugar dónde millares de soldados esperan su evacuación. Con un montaje vertiginoso a través de tierra, mar y aire, Dunkerque nace en la supremacía de la narración aséptica, cruda y realista de la guerra por encima de la epicidad vacua imperante en el relato bélico. Un ejercicio de virtuosidad cinematográfica protagonizado por un Tom Hardy soberbio y un Harry Styles que además de cantar bien, se destapa como un gran actor.
Logan
¿Qué tiene Logan para ser considerada algo más que una simple película de superhéroes? Todo. James Mangold rubricó el capítulo final de la adaptación cinematográfica de Lobezno como si se tratase de un western fronterizo y crepuscular, narrándonos los últimos y agónicos compases de un héroe que vivió tiempos mejores, mientras protege a Charles Xavier y a una joven que acabará por convertirse en la última esperanza para los mutantes. La última película de Hugh Jackman como Lobezno es la culminación de las adaptaciones de Fox y Marvel, demostrándonos hasta qué punto la sobriedad y la oscuridad bien entendida pueden funcionar en un relato que adapta, de forma libre, uno de los mejores cómics de la historia. Una película que, a modo de curiosidad, cuenta con una versión en blanco y negro que merece la pena verse.
Wonder Woman
Cuando el universo DC parecía condenado a la extinción, sucedió lo imposible: Wonder Woman. El film de Patty Jenkins insufló de nueva vida a un género muy trillado, presentándonos los aciertos de Batman v Superman: El amanecer de la Justicia y todas las fortalezas del universo cinematográfico de Warner Bros. bajo una coraza amazónica muy atractiva, sólida y divertida. Gal Gadot ha hecho suya a la Princesa Diana, otorgándole vida a una heroína clásica fuera de tiempo que se ve envuelta en una fascinante historia que la llevará a las trincheras aliadas durante la Primera Guerra Mundial. Acompañada por un fantástico y polivalente Chris Pine, Wonder Woman adentra el género de los superhéroes a una vertiente feminista, determinante, valiente y divertida, gracias a la labor encomiable de Jenkins, capaz de mezclar cerebro y fuerza física en una cinta muy divertida.
John Wick 2
¿Quién dijo que el género de la acción había muerto? John Wick 2, secuela de la agradable sorpresa de 2014, nace como una película más refinada y perfeccionada. Protagonizada por Keanu Reeves, el film vuelve a colocarnos en un mundo de asesinos de élite, mafias de poder ilimitado y tiroteos coreografiados de forma sinfónica. La obra de David Leitch, cercana a lo que sería una novela gráfica nacida de la mente de un talentoso guionista, es la condensación perfecta de los tiempos que corren con el corazón de una cinta de acción de los años ochenta. Con semejante menú, poco más se puede pedir.
The Square
Ruben Östlund director de esa pequeña gran obra maestra titulada Fuerza mayor, nos regala una obra que nace a raíz de una crítica feroz al mundo del arte, el sensacionalismo de los medios y el convencionalismo social. The Square nos cuenta la historia de Christian (Claes Bang), un director de una galería de arte moderno, que acaba siendo el centro de todas las críticas después de que una campaña de marketing salga mal y se enemiste con una periodista (Elisabeth Moss). A través de diversos malentendidos y otros errores no forzados, el espectador no tardará en darse cuenta de lo vacuo y falso del mundo que lo rodea. Muy recomendada.
El sacrificio de un ciervo sagrado
Una de las características de una buena película radica en su capacidad para polarizar a la audiencia. Yorgos Lanthimos ya lo consiguió con Langosta, una cinta que era capaz de lo peor y lo mejor en un mismo segundo de su metraje. El sacrificio de un ciervo sagrado es un film más ambicioso si cabe que su anterior, y volviendo a contar con Colin Farrell en su relato, vuelve a trasladarnos a un espacio onírico retorcido y oscuro, en el que Farrell interpreta a un cirujano aparentemente feliz. Sin entrar en detalles concretos de la trama, Lanthimos conjuga un relato tan aleccionador como revelador, comentándonos cómo, sin importar el tiempo y las vueltas que demos para evitarlas, las consecuencias de nuestros actos siempre acabarán por golpear a nuestra puerta. Alegórica y retorcida.
Madre!
Madre! de Darren Aronofsky es una las películas más extrañas de los últimos años. Durante su metraje, es capaz de romper varias veces los convencionalismos establecidos por el propio cine como arte en las más recientes décadas, atrapando de forma inexorable al espectador en una narración que pese a que puede parecer obstusa y complicada, engancha. Con una soberbia Jennifer Lawrence y un correctísimo Javier Bardem, Madre! nos ofrece una extraña historia sobre una mujer y su marido, el cual comienza a invitar a decenas de personas a su casa con misteriosos motivos. Fundiéndose estilo y narración bajo una misma estructura, Madre! esconde entre sus planos una simbología oscura, torva y diabólica de la que es imposible escapar.
Déjame salir
No, no es la revolución del género. Y no, no es la mejor película de terror de los últimos años. Habiendo asimilado estos dos conceptos básicos, repetidos hasta la saciedad durante el estreno de Déjame salir, debemos decir que hablamos de un film entretenido, parcialmente original y exquisitamente estructurado La cinta de Jordan Peele nos cuenta la historia de un joven afroamericano que visita a la familia de su novia blanca, encontrándose ciertamente incómodo en un clima extraño, condescendiente y complaciente. Peele sabe cómo dilapidar los convencionalismos de una sociedad políticamente correcta con una película que tiene diversas lecturas, algún que otro momento memorable y una fotografía destacable.
La Guerra del Planeta de los Simios
Cuando en 2011 se decidió iniciar una nueva trilogía basada en El Planeta de los Simios, saltaron las alarmas. Los resultados del remake de Tim Burton -innecesario pero artísticamente provechoso- hicieron mucho daño en el imaginario colectivo, lastrando la licencia a varios niveles y destrozando el legado de la cinta original, que también contó con secuelas deleznables. Pero en una de estas sorpresas que acaba por depararnos Hollywood, los films de Ruper Wyatt y Matt Reeves acabaron por cimentar una de las mejores producciones cinematográficas de los últimos años. Si El Origen del Planeta de los Simios y El Amanecer del Planeta de los Simios ya nos parecieron muy buenas -especialmente en el caso de la segunda-, La Guerra del Planeta de los Simios supone el broche de oro. El film narra el anábasis de César (Andy Serkis) y sus simios tras entrar en guerra contra un grupo de militares fanáticos liderados por un general interpretado por Woody Harrelson. Austera y efectiva, la película de Reeves es quizás la mejor de la trilogía, así como uno de los mejores blockbuster de la década, capaz de permitirse el lujo de hacer guiños a la obra maestra de Coppola Apocalypse Now y encontrar su propia personalidad y sitio.
Okja
Bong Joon-ho, director de The Host y Rompenieves, ha producido y conducido para Netflix una película que podría tomarse como un canto simple e infantil al ecologismo pero que en su interior esconde algo más. Si bien su tono de fábula y relato moralizante es innegable, Okja, que cuenta con actrices y actores como Tilda Swinton y Jake Gyllenhaal en su reparto, nace como crítica satírica a la industria alimentaria y los hábitos de la actual sociedad de consumo. Bong Joon-ho nos traslada, con su habitual pulso narrativo, al idílico mundo de una joven niña coreana que vive junto a un enorme cerdo, genéticamente alterado, durante diez años. Tras vivir en libertad durante todo ese tiempo, y ser tratado como uno más de la familia, Okja debe partir de nuevo a las manos de la corporación que le dio la vida para ser usado en una granja de cría y reproducción para dar a luz a una nueva raza de animales diseñados para abastecer a legiones de adictos a la carne. Divertida, incómoda y entretenida.
A Ghost Story
La premisa de A Ghost Story es sencilla. Tras un desgraciado accidente de coche, un músico -Casey Affleck- regresa a la casa en la que vivía con su mujer -Rooney Mara- para intentar recomponer su vida. Que no os engañen ni el envoltorio ni el título: no hay terror ni nada parecido. David Lowery construye, a través de un conjunto de imágenes y sonidos únicos y una fotografía excelente -a cargo de Andrew Droz Palermo-, el relato de los mejores y peores momentos de un vida, invitándonos a pensar sobre lo volátil e intangible de la vida, así como de lo duro del olvido. Una historia sobrenatural, preciosa, que aborda con especial gusto temas tan delicados como el luto, el recuerdo y la soledad.
Blade Runner 2049
Cuando se hace una secuela tan tardía, y más de un clásico tan grande como Blade Runner, la situación puede ser bien incómoda. Un proyecto así no podía caer en las manos de cualquiera, y tras varios años de rumores, y de la mano de uno de los mejores directores del momento y Hampton Fancher -guionista del film original basado en la obra de Philip K. Dick-, Blade Runner 2049 se materializó. Treinta años después de la historia recogida en el film original, y en un mundo aún más agonizante, un nuevo blade runner interpretado por Ryan Gosling descubre un secreto que podría cambiar el status quo del que actualmente gozan replicantes y humanos. Pronto, sus pesquisas lo llevarán a buscar al ex-blade runner Rick Deckard (Harrison Ford). Denis Villeneuve imprime su propia personalidad al futuro distópico ya retratado por Ridley Scott, ofreciéndonos una película irreprochable, profunda y casi perfecta en la solemnidad de su relato, Blade Runner 2049 -que tiene en su haber el trabajo de fotografía más complejo y soberbio de Roger Deakins- es una digna continuación a la que el tiempo pondrá en su lugar.
