Mike Flanagan ha sabido erguirse como uno de los grandes maestros del terror contemporáneo. Hace poco nos deleitó con Misa de medianoche, una de las mejores series en términos absolutos jamás vistas en Netflix, plataforma en la que ha ido creciendo poco a poco con producciones como La maldición de Hill House. Ahora, tras varios bandazos en su concepción, la plataforma de streaming estrena The Midnight Club (El club de la medianoche), una serie que se basa en las historias escritas por Christopher Pike en los años noventa y que lleva obsesionando a Flanagan desde hace décadas. En Vandal hemos podido ver esta ambiciosa adaptación de misterio y horror en adelanto y os contamos qué nos ha parecido en una crítica sin spoilers.
Flanagan es un maestro del terror y en The Midnight Club lo demuestra
The Midnight Club, uno de los estrenos más importantes de Netflix para el terrorífico mes de octubre, se basa de manera más o menos fiel en la novela escrita por Christopher Pike, publicada en el ya distante 1994. Pike, de 66 años, tiene una dilatada carrera en esto del terror para adolescentes, con un buen puñado de novelas, antologías y sagas de las más variadas condiciones, muchas de ellas auténticos éxitos de ventas. El club de la medianoche es quizás su joya de la corona, y través de sus páginas descubrimos la historia de un grupo de jóvenes que viven en Brightcliffe Hospice, una casa destinada para pacientes con enfermedades terminales. Entre sus paredes, todas las noches los protagonistas se reúnen cuando el reloj marca la medianoche para contar historias de miedo, entablando una amistad inquebrantable y forjando una serie de vínculos únicos.
Flanagan ha confesado que ha estado obsesionado con este proyecto desde que era adolescente, mucho antes de que se interesase por la literatura de Stephen King, deambulando una y otra vez por sus páginas de cara a contar este conjunto de historias relatadas por distintos adolescentes. Es precisamente el punto más sólido de toda la serie: la forma en la que se construyen e intercalan las secuencias de terror y el desarrollo de personajes. El reparto de El club de media noche está encabezado por un nutrido grupo de chicos y chicas como Adia, Igby Rigney, Ruth Codd, William Chris Sumpter, Aya Furukawa, Annarah Shephard y Sauriyan Sapkota, así como con la participación de una veterana del género, Heather Langenkamp (Pesadilla en Elm Street), que se encarga de interpretar a la enigmática doctora que está al frente del hospicio.
Hay que destacar que la cuarta colaboración de Flanagan con Netflix es una obra de carácter distinto al de otras producciones previas, a veces ligera y excesivamente condescendiente con el espectador, pero que sabe hacer énfasis en los temas que importan. De arranque lento y de exposición algo confusa en sus primeros dos o tres episodios, pronto la serie encuentra su sitio, demostrando que es algo más que una simple colección antológica de historias de distinto grado de terror o género. Pronto pasaremos desde relatos de asesinos en serie que escuchan las voces de sus víctimas a brujas capaces de ver el futuro, guiños a las historias de detectives del cine clásico de los años cuarenta o a las misiones imposibles de desarrolladores de videojuegos en cuyas manos está el destino de la Tierra. Todos y cada uno de los relatos encajan como piezas de un puzle alrededor de un misterio mucho mayor, el que oculta la propia residencia en la que son tratados los pacientes protagonistas, y desvelan pequeños detalles sobre las personalidades de sus narradores, como sus miedos y fobias.
El poder sanador de la historias
A veces, Flanagan, showrunner y director del primer capítulo, demuestra estar más cómodo ahondando en los traumas y las historias que sufren los adolescentes en su aciaga realidad, otorgándoles más espacio y desarrollo dentro de las cuatro paredes de las habitaciones y pasillos del hospital que a las historias de su club secreto. Y no es algo que criticar. Más bien al contrario. A veces da más miedo el terror a la muerte por no reaccionar a la medicación que la criatura que parece acechar en la esquina de un dormitorio o el supuesto fin del mundo. En estos lares, The Midnight Club se hace grande, y al igual que ya demostró su responsable con Misa de medianoche o la infravalorada Doctor Sueño, las creencias religiosas, la superstición o incluso la propia ficción -en este caso, a través de relatos escapistas de tintes terroríficos- se superponen en una búsqueda constante de esperanza en pos de un lugar mejor, como elementos sanadores en momentos de necesidad.
Si bien todo lo relatado -y nunca mejor dicho- son unas credenciales dignas de mención que elevan la serie por encima de otras producciones menores, no todo brilla en The Midnight Club. Su creativo principal ha sido criticado por su ritmo plomizo, por su tendencia a la excesiva exposición de sus temas y tramas y a su casi obsesiva recreación del contexto previo a sus historias. Todas estas muestras de autoría vuelven a estar presentes en la miniserie de Netflix, con algún que otro episodio de torpe realización. Esto genera una suerte de embudo en la historia y el transcurso de los primeros episodios: si sois capaces de continuar tras los dos primeros capítulos, la serie os conquistará por completo. Puede suponer un elemento disuasorio para un tipo de público que buscará relatos de terror y sustos fáciles -que los hay, incluso de manera absolutamente paródica-, pero que recompensa gratamente la paciencia.
The Midnight Club es una serie un tanto atípica, que en sus evidentes bases de terror y misterio, sustenta una historia sobre la vida y la esperanza en tiempos difíciles. Flanagan vuelve a construir, en base a grandes personajes y un guion lleno de valía, una trama sólida y con enjundia, capaz de encandilar a los más escépticos. No es su mejor proyecto en términos formales, ni llega a la altura de sus joyas previas en Netflix, pero sí atesora la ilusión que él mismo ha relatado previamente y condensa, diríamos que a la perfección, el carácter sanador de las historias en nuestras vidas.
El club de la medianoche estrena todos sus episodios el 7 de octubre. Hemos visto El club de la medianoche al completo al completo gracias a un acceso anticipado de Netflix y a la cortesía de la agencia PR Garage.
