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The Witcher en Netflix: la precuela de los videojuegos - crítica e impresiones

El complemento perfecto para los jugadores de la obra de CD Projekt RED que se quedaron con ganas de saber más. Netflix da vida a brujos, hechiceras, princesas... y monstruos, en esta serie que va a dar mucho que hablar.

Hemos cabalgado a lomos de Sardinilla. Hemos salvado a princesas que se habían convertido en pájaros, hecho el amor con hechiceras, derrotado a sapos gigantescos en las alcantarillas de Novigrado y bebido orujo de mandrágora con vampiros superiores. Hemos tenido la oportunidad de ser Geralt de Rivia y vivir sus aventuras gracias a la saga de videojuegos creada por CD Projekt RED pero, ¿quién es el brujo? ¿Cuáles son sus orígenes, sus primeros pasos en la Senda? ¿Por qué se le conoce por el apodo del carnicero de Blaviken? ¿A qué se deben sus cabellos blancos y esos ojos amarillentos, como el de los felinos? Es el momento de tomar asiento en nuestra butaca, en nuestro sillón favorito, y permitir que sea Geralt de Rivia, el Lobo Blanco, Gwynbleidd como se le conoce en la Lengua Antigua, quien nos cuente su historia.

"Como siempre, los primeros que le prestaron atención fueron los gatos y los niños"

El último deseo.

Algo empieza

The Witcher en Netflix se presenta como el complemento idóneo para los fans de la saga desarrollada por CD Projekt RED, para esos jugadores que se quedaron con ganas de saber más y para esos lectores que sienten curiosidad por ver la historia del escritor Andrzej Sapkowski cobrar vida en la pequeña pantalla. La producción, capitaneada por Lauren S. Hissrich, despliega ante nosotros el Continente, una amalgama de reinos e intrigas, de magia y monstruos: si bien The Witcher 2: Assassins of Kings y The Witcher 3: Wild Hunt representaron una magnífica puerta abierta a este universo, es cierto que el estudio polaco no pudo detenerse tanto como hubiese querido en extender el trasfondo que soporta a cada uno de los personajes creados por Sapkowski. Ellos mismos lo han admitido: sin ir más lejos, les habría gustado explorar de una forma más pormenorizada la historia de Ciri, nuestra Leoncilla de Cintra. Básicamente, The Witcher llega de la mano de Netflix como una precuela, como una respuesta a la pregunta de: ¿Y qué pasó antes de los videojuegos?

The Witcher es una adaptación de una saga compuesta por siete libros, y es por eso que cuenta con algunas diferencias respecto a la obra original. Sin embargo, a grandes rasgos y en términos generales, es una propuesta interesante y atractiva para los interesados en conocer más sobre este mundo, bellamente expuesto gracias a un trabajo de fotografía y escenografía excepcional para una serie de televisión.

Esta primera temporada, que queda conformada por 8 episodios, es una toma de contacto inicial con los dos primeros libros: El último deseo y La espada del destino. Ambas novelas están estructuradas en base a una serie de relatos cortos que se ocupan de, a su manera, versionar algunos cuentos clásicos y tradicionales como puede ser el de Blancanieves de los hermanos Grimm o La Bella y la Bestia de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont.

A través de estos relatos conocemos al personaje de Geralt de Rivia: somos testigos de su psicología, su terrorífico aspecto, el código moral bajo el que él mismo se rige – no es que los brujos posean ningún tipo de manual de principios, pero nuestro Geralt no es un brujo cualquiera – y las aventuras a las que se ve expuesto; al mismo tiempo, veremos cómo las vidas de Yennefer de Vengerberg y de la princesa Cirilla se ven entrelazadas con la del brujo. La serie de Netflix ha apostado igualmente por adoptar una estructura similar a la de estos dos primeros libros: cada episodio es un pequeño cuento de hadas y monstruos, donde a cada paso que damos conocemos un poco más de este mundo y de los personajes que lo componen. Son pequeñas historias autoconclusivas que se enmarcan, a su vez, dentro de un hilo narrativo aún mayor, que cobrará forma y sentido a medida que nos sumergimos en sus dominios.

El Continente

En los videojuegos, gracias a los enfrentamientos de Vernon Roche contra el comando Scoia’tael de Iorveth, nos quedó claro que los humanos y los elfos no pueden ni verse. Tanto en los libros como en la serie de Netflix, tenemos la oportunidad de conocer los motivos que explican esta enemistad, este conflicto que es un ingrediente más para los tiempos del odio en el que se desenvuelve la historia de la saga. Gracias a la producción creada por Lauren S. Hissrich, podemos ser testigos de cuál es el funcionamiento de este mundo: un universo donde conviven monstruos, humanos, elfos y enanos gracias a un cierto fenómeno, un cataclismo conocido como la Conjunción de las Esferas. Dicha convivencia no es, en absoluto, armónica y apacible: los no-humanos viven en ghettos en las ciudades, cuyas calles son testigos de los sangrientos pogromos; los elfos son perseguidos y aniquilados; los monstruos masacrados y extinguidos… y los humanos se matan los unos a los otros mientras los hechiceros manejan los hilos de la política desde sus respectivos tronos. Este es el contexto de Geralt de Rivia, un mundo donde los elementos fantásticos quedan maravillosamente entretejidos con temáticas tan actuales como pueden ser el sexismo, el racismo o la xenofobia, que igualmente quedarán patentes en la producción de Netflix.

Este no es un mundo de cuento de hadas, sino uno zafio y cruel donde las princesas se convierten en monstruos por culpa de maldiciones, donde los elfos viven recluidos en las montañas. Con detalles como estos, resulta cada vez más evidente que los monstruos más temibles no son las kikimoras o las estriges: sino los propios humanos y sus ambiciones. Este será un punto crucial para entender el planteamiento de la historia de The Witcher según la lente de Netflix: los peores monstruos son los que nosotros mismos creamos.

De brujos, destinos, hechiceras, princesas y bardos

Son tres personajes los que protagonizan la obra de Sapkowski y, por tanto, la producción de Netflix: Geralt de Rivia, que en la serie queda encarnado por Henry Cavill (El Hombre de Acero), estará acompañado por Freya Allan (Into The Badlands) en el papel de la princesa Ciri de Cintra y por Anya Chalotra (The ABC Murders) como la hechicera Yennefer de Vengerberg. Estos tres personajes serán los que carguen sobre sus hombros el grueso del peso de la historia: tres huérfanos, como los describió el propio Sapkowski. Ya los conocimos en The Witcher 3: Wild Hunt pero, en la serie de Netflix, podremos saber de dónde vienen, cuáles son sus orígenes. En definitiva: es el momento de que los jugadores y espectadores sepan cómo sus vidas quedaron ligadas por algo tan caprichoso como es el mismo destino.

El personaje de Geralt de Rivia, a cargo de Henry Cavill, hace gala del mismo humor huraño que podíamos esperar del brujo: silencioso, práctico, oscuro. Porque este, después de todo, es un mundo oscuro donde la bondad brilla por su ausencia. Ese es el Geralt que encontramos en la producción de Netflix, y que encaja adecuadamente con la idea que tenemos del personaje. Incluso la voz de Henry Cavill se adapta a la ronquera y gravedad del tono con el que hablaría el brujo. El principio del fin es el nombre del episodio con el que arranca The Witcher, y nos invita a conocer uno de los relatos más famosos de la saga: El mal menor, que encontramos en El último deseo. Es en este episodio donde tendremos oportunidad de conocer otra máxima de la saga: existe el mal menor, y existe el mal mayor. Con la serie de Netflix podremos conocer las diferentes facetas de Geralt de Rivia, que aunque se resiste a elegir ninguno de los dos males, al final descubrirá que todas y cada una de las decisiones que toma le llevarán a decantarse por uno o por otro. Conoceremos también un poco más de ese código ético tan propio de Geralt cuando le veamos abordar la cuestión de la estrige: mientras otros se inclinan por matar a la criatura… nuestro brujo de cabellos blancos querrá intentar salvarla. También se nos presenta cómo funciona su trabajo: cómo elige las pociones adecuadas, que cambian su organismo para convertirlo en una máquina de matar; las Señales de Brujo, formas primarias de magia, serán también sus ayudantes a la hora de salir victorioso. En Geralt no podemos esperar ver un héroe de cuento: Lauren S. Hissrich ha sabido respetar la esencia de este complejo personaje, y darle su sitio en la amalgama de grises que es la realidad. El Geralt de Henry Cavill no es ni blanco, ni negro; simplemente es un profesional.

Yennefer de Vengerberg no es la hechicera altiva, soberbia y cruel que tenemos oportunidad de conocer en The Witcher 3 o en los comienzos de la saga. Al menos, no lo es al principio. Lauren S. Hissrich ha puesto mucho cuidado y mimo a la hora de construir el personaje de la hechicera de Vengerberg, y eso queda patente en la magistral interpretación de Anya Chalotra. Gracias a la narrativa escogida por el equipo de guionistas, podremos conocer la historia de Yennefer desde el comienzo de la serie. En los libros, por desgracia, los lectores tuvimos que esperar a profundizar más en la saga para, con cuentagotas, ser conscientes del duro pasado de este maravilloso personaje. Los espectadores de Netflix tendrán la vida de Yennefer puesta en bandeja, y serán testigos de un desarrollo de personaje meticuloso y atento que no deja detalles en el tintero. Tal y como afirma la propia Anya Chalotra, interpretar a Yennefer ha sido "todo un reto" en su carrera, teniendo en cuenta que encarna al personaje desde que "tiene 14 años, con una infancia muy oscura, hasta los 70 años". Con su presencia queda claro que Netflix no ha sentido ningún tipo de duda o temor a la hora de incluir en su catálogo una historia adulta, amarga, cargada de dolor y floreciente como la rosa con espinas que es Yennefer.

Freya Allan afirmó en la pasada Heroes Comic-Con de Madrid que era la candidata idónea para interpretar a la princesa Ciri: después de haber visto cinco episodios de The Witcher, no nos cabe duda de ello. Aniñada, jovial y con un carácter heredado de su abuela Calanthe (Jodhi May), esta es la Leoncilla de Cintra que se aparece ante nosotros, un enfoque acertado para presentar a un personaje al que veremos crecer con el paso del tiempo: tanto física como mentalmente. Ciri es una princesa que deberá aprender a valerse por sí misma, mientras se enfrenta a sus mayores temores a una edad tan temprana. Gracias a Netflix, aprendemos de dónde viene Ciri, a qué se debe su carácter y forma entender el mundo. Además, seremos testigos del trágico suceso que tiene lugar cuando todavía es una niña, y que será el responsable de marcar uno de los puntos de inflexión en su vida. El primero de muchos golpes que tendrá que soportar este personaje. Pero estos son los primeros pasos de Ciri, un personaje que, sin duda, dejará a los espectadores con ganas de saber más conforme avancen a través de los episodios de esta primera temporada. Hay que señalar que la historia de Ciri es la que presenta más disonancias respecto a la obra de Sapkowski, incluyendo las decisiones que toma el personaje de Cahir Mawr Dyffryn aep Ceallach (Eamon Farren) para ir tras los pasos de la princesa. De esta forma, si bien es cierto que en términos generales Netflix cumple con la línea marcada por Sapkowski, también es importante señalar que esta historia es la que más diferencias exhibe.

Jaskier es el Sancho Panza del caballero de la triste figura que es Geralt de Rivia

Digna de mención es también la interpretación de Joey Batey del poeta y trovador Jaskier. El carácter amargo y taciturno de Geralt queda perfectamente compaginado con el alegre y frívolo temple del bardo. Al fiel acompañante del brujo lo conocemos en el segundo episodio, Cuatro marcos, como si se tratara de una incipiente estrella del rock armado con su flamante laúd. La dulce voz de Batey nos hace pensar que ha nacido para interpretar a Jaskier, un personaje que por desgracia apenas conocemos en profundidad en los videojuegos. En la saga escrita por Sapkowski alcanzamos a descubrir a Jaskier más allá de su fama de mujeriego, y todo apunta a que Netflix también pondrá la lupa encima de estos personajes. Aunque los comienzos de su amistad son un poco turbulentos, Jaskier es el Sancho Panza del caballero de la triste figura que es Geralt de Rivia, el Quijote particular de Sapkowski.

Algo termina

¿A los lectores? Sólo puedo decirles que aborden la serie con la mente abierta si quieren disfrutar de esta producción. Pueden esperar encontrarse con diferencias que les harán fruncir el ceño y que, tal vez, no encajarán en su cabeza según los libros que han leído. Hay que recordar que The Witcher no deja de ser una adaptación televisiva, y que los guionistas han de tomarse ciertas licencias para que el conjunto cobre sentido audiovisual. A pesar de las libertades creativas que haya podido tomarse Lauren S. Hissrich, lo que es innegable es que en estos primeros episodios denotan haber entendido bien cuál es la esencia de Geralt de Rivia, de su mundo y de sus personajes. Y eso ya es premio suficiente.

¿A los jugadores? Sólo me queda señalar que The Witcher es la opción perfecta si quieres enterarte de qué va la saga de videojuegos, desarrollados por CD Projekt RED. Todas las preguntas que pudo suscitaros The Witcher 3: Wild Hunt se podrán resolver sin mayores problemas en la producción de Netflix. Igualmente es necesario advertir de lo siguiente: no esperéis ver a personajes como Iorveth, Vernon Roche, Olgierd von Everec o Dettlaff, ya que éstos son originales de CD Projekt RED y en ningún momento aparecen en la saga de libros. Hay que tener presente que The Witcher en Netflix es una precuela, una puerta al pasado, y que en esta historia exploraremos en profundidad a algunos viejos conocidos… pero también tendremos oportunidad de conocer a nuevos personajes.

The Witcher se ha convertido en su propio pináculo de lo que es la fantasía épica

The Witcher de la mano de Netflix es una producción pensada para los amantes del género de la fantasía épica, donde la magia y los caballeros se entremezclan con las grandes batallas, que deciden el devenir de un decadente mundo medieval. Pero The Witcher no es un Juego de Tronos, un El Señor de los Anillos. A pesar de estar englobado en el mismo género, Netflix ha sabido dotar a la serie de un toque tan particular y cargado de originalidad que los espectadores no se quedarán con la sensación de que están viendo lo mismo "otra vez". The Witcher da un golpe sobre la mesa y se aleja por completo del concepto que podríamos tener en mente sobre este tipo de producciones, convirtiéndose en su propio pináculo de lo que es la fantasía épica. Los ocho episodios de la primera temporada de The Witcher ya están disponibles en Netflix.

Colaboradora