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Dmitry Glukhovsky, el creador de la saga Metro

Charlamos con el inquieto escritor del universo Metro de videojuegos, éxito y política, entre otros muchos temas.

Dmitri Glukhovsky no se muerde la lengua. El autor de las novelas de Metro en las que se basan los videojuegos es un escritor joven, al que le vino el éxito aún más joven. Tiene menos de 40 años, lleva quince en la cresta de la ola, y está muy contento por lo bien que han salido los juegos de Metro 2033 y sus secuelas.

El pasado fin de semana tuvimos oportunidad de entrevistar a este ruso trotamundos en la Barcelona Games World, ciudad en la que vivió durante una época y que ha vuelto a visitar para dar una conferencia en la feria. Antes, Glukhovsky nos habló de sus perspectivas sobre Metro, el videojuego como fenómeno, la política actual y otras cosas.

Os recordamos que la nueva entrega de la saga, Metro Exodus, se lanzará el 22 de febrero en PS4, Xbox One y PC.

Antes de nada: ¿Eres aficionado a los videojuegos?

Sí. Antes sí que jugaba más, pero ahora con los niños, que son pequeños, me pongo con cosas más infantiles para ellos. Aventuras sencillitas, juegos de granjas… Menos matar a gente lleno de sangre y más plantar florecitas y acariciar conejitos.

Pero sí, empecé a jugar cuando empezó todo el mundo, con las 3D. Tenía el Wolfenstein 3D, que fue el primero en 3D que jugué. Con un monitor en blanco y negro, además, que le daba más realismo. Parecía una película de la guerra. Y luego pues Doom, Quake, Half-Life y demás. El primer Fallout, también. Era un gran fan de Command & Conquer, con el que me aficioné a las sagas de estrategia, y ahora de vez en cuando juego a Civilization. Son cosas que me llaman.

Dmitry Glukhovsky, el escritor y periodista creador de la saga literaria 'Metro', en la que se basan los exitosos juegos.

No me llama, por ejemplo, GTA. No soy anarquista, y éste es claramente un juego para anarquistas. Para gente que reprime sus instintos criminales, y yo no tengo muchos. Tampoco jugué a Red Dead Redemption; jugué un poco a BioShock… Me estoy quedando un poco atrás ahora.

¿Y a los anteriores Metro has jugado?

Sí, claro. Por suerte o por desgracia, he seguido el desarrollo desde el principio, así que cuando lo fui a jugar ya sabía dónde estaba todo. Además, obviamente, escribí el guión con los desarrolladores, así que me quedaban pocas sorpresas.

"Yo prefiero tener un pequeño producto de culto que un enorme éxito comercial"

Me imagino que también has estado involucrado con Metro: Exodus. ¿Te gusta lo que has visto?

Sí. Va a ser muy diferente; un desafío para todos nosotros. Estamos cambiado un poco de género. Los primeros eran, en cierto modo, películas interactivas, mientras que éste te da mucha más libertad para explorar. Tiene un componente mayor de mundo abierto, lo que supone nuevos desafíos. En los primeros juegos se podía perfeccionar la jugabilidad, compensar carencias con la increíble atmósfera y, en parte, con la historia. La historia tenía tanto peso y era tan dramática que, incluso si la jugabilidad no convencía a algunos, o si no tenía los valores de producción de los más grandes, se hizo un hueco en el corazón de muchos jugadores.

Nunca fue un exitazo desmesurado, pero yo prefiero tener un pequeño producto de culto que un enorme éxito comercial. Este juego tiene nuevos desafíos. Les está llevando bastante tiempo, teniendo en cuenta que es su tercer proyecto independiente en el mismo universo, y son bastantes más; han duplicado el tamaño del estudio. Si tienes todo esto en cuenta, creo que va a ser un juego sobresaliente, pero está en manos de los jugadores decidir si será un éxito o no.

Yo creo que hemos progresado. Cada juego ha ido a más: más grande, más atractivo, menos nicho y más interesante. Hemos ido adaptándonos en una industria donde se gastan miles de millones de dólares.

Incluso si no se lo compraron de lanzamiento, creo que mucha gente jugaron los primeros Metro a través de descuentos o incluso gratis. Seguro que tienen esa percepción de que el siguiente va a ser un buen juego.

Espero… Cuando tienes 20 años, quieres que todo pase ya. Yo estaba decepcionado cuando, con 30 años, no estaba en la cima del mundo. Pero luego, te paras a pensar –y el año que viene cumplo los 40– que, quizás, es algo bueno. Porque si la fama te llega antes de que sepas lo que es bueno, de que entiendas lo que se espera de ti o de tu producto, quizás es demasiado pronto. Seguro que es horrible ser Justin Bieber. Cuando todo el mundo te conoces pasar a ser "el cabrón ese".

Sí, y luego viene la caída.

Eso es, como Macaulay Culkin. ¿De qué te sirve ser Justin Bieber? De nada. Para ser el niño ese para siempre, con dos canciones, pero ya.

Como puede ser, hoy en día, ser un youtuber, tener unos momentos de fama y luego bajar en popularidad.

Pasa mucho, y el mundo cada vez cambia más rápido. Creo que todo tiene que llegar en su momento, y con suerte, será el caso de Metro: Exodus. Como dices, quizás el éxito comercial no estuvo ahí, pero mucha gente lo ha jugado y ha compartido lo buenos que son.

He coincidido con dos personas ya en Barcelona que conocían la saga, y me han dicho: "ah, tú eres el tío de Metro. Y uno era un coreano y el otro era un piloto de guerra americano que había hecho una parada aquí. Y uno conocía el libro, pero el otro sólo conocía el juego.

Cuando THQ iba a cerrar lo regalaron, y eso fue una publicidad enorme para el juego. Eran grandes juegos, y creo que eso le sirve a la gente para que, cuando vean Metro: Exodus, piensen: "ah, están haciendo uno nuevo".

Espero que sí. Crucemos los dedos.

"Los videojuegos son arte y cultura, claramente"

La literatura, por ejemplo, es un arte, un bien cultural desde el principio de los tiempos. Los videojuegos, todavía en 2018, siguen con el debate de si son arte y si son cultura. ¿Qué piensas?

Yo creo que son arte y cultura, claramente. No todos los libros son culturales; hay libros que son puro entretenimiento. Un thriller policiaco o una novela romántica no necesitan ser arte. Quieren ser entretenimiento puro y duro, para entretenerte o emocionarte, pero sin necesidad de ser nada más. Igual con las películas. Tienes comedias, películas de serie B; tienes Tarantino y a Michael Bay. Todas son películas, pero algunas entretienen y otras son arte. Lo mismo con los videojuegos.

Hay videojuegos que simplemente quieren ganar dinero, otros que quieren innovar, otros que quieren que te lo pases bien, otros que quieren contar una historia… Generalmente, los estudios independientes –al no tener tanto dinero– intentan ser originales, destacar, o sorprender con la historia o su propuesta. Metro sigue teniendo algo de indie. Pero a veces, como en el caso de The Witcher, juegos raros de compañías pequeñas en mitad de la nada, pueden convertirse en una marca conocida. Igual con Rockstar. Empezaron con un equipo pequeño en Escocia y ahora son algo gigantesco.

Creo que la calidad, ser honesto y original, puede llevarte a ser una gran marca. Hay una oportunidad.

Los videojuegos están convirtiéndose, ahora más que nunca, en películas y series de televisión. ¿Alguien te ha propuesto adaptar Metro?

Sí, varias veces por productores de cine. Se le otorgaron los derechos de la película a los productores de Narnia y Breaking Bad, hace tiempo, pero no pudieron hacer un guión acorde y el acuerdo concluyó sin materializarse. Así que recuperé los derechos sin que el proyecto llegara a hacerse, por desgracia. Ahora mismo, estoy hablando con otros productores para hacer una película o una serie de televisión, y parece bastante activos a la hora de ofrecerle la historia a diferentes directores; algunos de los cuales han mostrado interés.

Pero es un proyecto demasiado grande. No tienes muchas sagas que puedan alcanzar esta relevancia. Dentro de los millones de licencias que hay, quizás una al año lo consigue. Es un mundo muy competitivo. Y si alguna vez me pasa a mí, será como ganar la lotería. Uno entre varios millones. Es lo que te decía: cuando tenía 20 años y me invitaron a Hollywood. Allí Lionsgate me ofreció un acuerdo, pero las condiciones no me convencieron, y yo estaba tan obcecado con mi camino al éxito que dije que no… y ellos hicieron Los juegos del hambre (risas).

Desde entonces, soy menos idealista y más realista.

Cuando me ofrecieron hacer un juego dije: "¡claro! ¡Por supuesto!"

Hace unas semanas, fuiste noticia porque diste tu opinión sobre Andrzej Sapkowski y The Witcher. Vendió los derechos por 9.500 dólares y ahora es una marca gigantesca, y The Witcher 3 está considerado uno de los mejores de la historia. ¿Cómo lo ves?

Es su culpa. Es cierto que nació demasiado pronto y tiene esta diferencia de edad que no le permite entender la capacidad de esta industria. No es que él sea tonto; no lo es. Yo nací con los videojuegos. He jugado caso todo. Jugando a la NES, con el Mario, quizás cuando tenía nueve o diez años, y luego todos los juegos que te contaba antes. Es algo natural para mí; era parte de mi vida. Nunca he dudado de lo geniales que son los videojuegos.

He desperdiciado tanto tiempo en ellos, y me han dado tanta inspiración, que cuando me ofrecieron hacer un juego dije: "¡claro! ¡Por supuesto!". Y yo era más joven que los propios desarrolladores. Y me dijeron: "¿quieres formar parte del juego?"; y yo "¡claro! Os escribo el guión y lo que haga falta". Yo estaba encantado de participar, y ellos encantados de que yo participasen. Agradecieron mucho lo que yo aportaba a nivel narrativo.

Aparte de la ilusión que me hacía colaborar, desde un punto de vista comercial yo ya entendía que esto era el futuro. Negocié condiciones que me eran favorables también. No voy a decir que siempre ha sido un proceso sencillo; ha habido muchos problemas con la historia, con esto y con aquello, pero yo siempre les he ofrecido mi mayor respeto, y al final todo el mundo está contento.

No quiere decir que todo sea arcoíris y felicidad; de vez en cuando acabamos diciéndonos cosas, pero al final se encuentra el equilibrio. Nadie siente que lo están engañando. Yo siento que les debo algo, y ellos tienen una base literaria sólida para su proyecto, que les ayuda a sobresalir a la hora de crear una historia y un universo sin recurrir a cientos de especialistas como Activision o Take-Two puede hacer.

Creo que tenemos una simbiosis. Además, yo nunca les impongo nada. Ellos me dicen lo que piensan, yo les digo lo que pienso, y siempre estoy listo para hacer sacrificios, ellos también… Es un tira y afloja. Lo llamaría colaboración.

¿Cuándo salió la primera novela de Metro?

Salió como un proyecto online en 2002. En 2005 se publicó por primera vez como libro físico y en 2007 se reeditó con una nueva editora. De hecho, ellos encontraron la historia de Metro antes de que se convirtiese en un libro de papel. Fueron a la web en la que se publicó de manera gratuita, y así es como la descubrieron. La leyó el director de 4A porque le enviaron el link. Mi idea de publicarla gratis en internet al final salió bien, permitiéndole a cualquiera que la leyera.

En 2002, el mundo estaba más tranquilo, solo estaba la guerra de Afganistán y George Bush. Ahora tienes el mundo de 2018: Trump, Putin, el Brexit, populismo en todas partes... El mundo está mucho más inquieto de lo que estaba hace 15 años. El apocalipsis nuclear estaba muy lejos en 2002, y ahora parece que vuelve la Guerra Fría. Ahora el juego ya no parece tan de ciencia ficción. ¿Qué opinas de esto?

Toda buena historia tiene parte de predicción, y las mías no son diferentes. El principal tema de Metro 2033 es que la humanidad siempre repite sus errores sin aprender nada. Si desde finales de los 40 no hemos tenido otra Guerra Mundial no es porque hayamos aprendido algo, sino porque las bombas nucleares hacen que la gente se lo piense dos veces antes de ir a la guerra. En cuanto se consigan los medios para que un frente consiga poder destruir al otro frente sin que éste pueda devolver el ataque, todo se viene abajo.

El mundo va a sumirse en una nueva ola de inseguridad y comenzará una nueva carrera armamentística. La idea de no aprender de los errores del pasado es, exactamente, lo que está pasando ahora de nuevo. La búsqueda del nacionalismo, la búsqueda del populismo de derechas, de aumentar el ejército, de exhibir armamento, intentar anular otras naciones en lugar de recurrir al diálogo…

Desde fuera, desde el lado ruso. No es que Rusia no haya aprendido de sus errores del pasado; es que está inspirado con el pasado. Estéticamente, en lo que respecta a la propaganda, es obvio. Están utilizando imágenes del pasado para persuadir a la población. Es como una especie de Guerra Fría postmodernista, no la real. Y es que entonces el mundo estaba dividido en dos, con dos sistemas sociales e ideologías compitiendo. ¿Qué ideología tiene Putin? ¿Qué ideología tiene Trump? Trump no busca la libertad, busca el libre mercado. Hacer negocios no es una ideología.

En su día, estaba claro que los soviéticos, los rusos, querían justicia incluso si había que imponerla. Y los americanos querían libertad, ser los dueños de su vida. Ésta era la principal diferencia entre el Este y el Oeste. Ahora, Putin quiere matenerse en el poder a toda costa y hacerle un corte de mangas a EE.UU., cueste lo que cueste. Amañando elecciones, con la guerra de Siria. Quiere respeto. Todo el país tiene que servir a su necesidad de ser respetado. Y Trump sólo quiere que todo el mundo vea lo guay que es. Impresionar.

"El mundo se adapta a los complejos de inferioridad de Putin y Trump"

Y el mundo entero tiene que adaptarse y servir a los complejos de inferioridad de dos hombres, básicamente. Una puta locura. Pero mientras juegan a esto, obviamente, tienen que disfrazarlo de ideología: Make America great again. Referencias al pasado. La gente conoce estas referencias; a los niños les enseñan estos ejemplos. Logros, batallas… Hacer que algo recuerde a la Guerra Fría, pero sin serlo, porque eso ya es cosa de pasado.

Pero Rusia está muy bien conectada con Occidente de manera financiera y política. Todos los líderes políticos rusos tienen su piso en Miami, en Londres y en Marbella. No son como los soviéticos de antaño. Son hombres de negocios que usan Rusia como una empresa privada para enriquecerse. Pero estéticamente, lo hacen como si fuese el retorno de la Unión Soviética. Es como Fujimori en Perú. Algo corrupto, que quieres que parezca algo diferente, pero al final simplemente es para llenarte los bolsillos. Y lo de Trump es una historia aparte.

En español tenemos un dicho recurrente: "cualquier tiempo pasado fue mejor". Pensando que tu vida era mejor cuando tenías 10 años, o cuando tenías 20...

Sí, el césped era más verde... [risas]

Finalmente, desde los 80 y hasta principio de los 2000, las películas eran el medio dominante. Ahora parece que las series de televisión están recuperando fuerza, como en los 70 o los 60. ¿Crees que en algún momento los videojuegos podrían convertirse en la principal fuente de entretenimiento?

Los videojuegos ya son bastante más populares que antes. Antes sólo los jugaban los adolescentes, que, de manera natural, están más abiertos a nuevas formas de entretenimiento. Ahora esos adolescentes tienen 40 años y no tienen tanto tiempo para jugar. Quizás los fines de semana, con los niños, en tu pedazo de tele… Pero ya no tienen ese estigma que tenían nuestros padres, el "niño, qué es eso, a qué estás jugando".

Yo juego con mis hijos constantemente. Compartes cosas con ellos, te lo pasas bien con ellos. Esto ya es algo popular y lo hacen muchas familias. Ahora es algo como ir al cine. Lo haces puntualmente, con tus amigos, con tu familia, una cita con tu novia… Pero cuando os vais a vivir juntos empezáis a ver la tele. Por eso en el cine hay tantas películas para adolescentes, porque todavía no han llegado a ese punto de la vida. Quieren aventuras y historias de amor superficiales porque es en el punto en el que están. Crecerán y tendrán sus dramas, amores, traiciones, niños, problemas en el trabajo… Y buscarán cosas diferentes a meterla en caliente por primera vez.

Cuando un adolescente que la vida no es A, B y C, y que la vida está repleta de controversia, que sientes lo que no deberías, que no haces lo que deberías… y Netflix y HBO abren las puertas con contenidos adaptados a gente más adulta.

Pero al igual que la radio no mató a los periódicos, y la tele no mató a la radio, e internet no mató a la televisión; todos se unieron para crear nuevas formas de entretenimiento. No es ninguna tragedia que los medios más antiguos no hayan mantenido su fuerza; simplemente se han adaptado a los nuevos tiempos.

Los videojuegos, creo, no serán la mayor fuente de entretenimiento, pero han crecido muchísimo y ya generan miles de millones de dólares.

¿Sabes qué juego es Fortnite? Tiene ya más de 200 millones de jugadores. Eso no existía antes. Es la mitad de la población de Europa.

Sí, y es genial. Yo no soy lo suficientemente viejo todavía para decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero sí para decir que pronto será mejor que ahora.

Hemos realizado esta entrevista en la Barcelona Games World, en un encuentro organizado por Koch Media, la distribuidora de los juegos de Metro.

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