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¿Cuál es el mejor juego de Resident Evil? - TOP 15

Volvemos a enfrentarnos a las aberraciones biológicas de Umbrella para decidir cuál es la mejor entrega de la exitosa y popular saga de terror y acción de Capcom.

Resident Evil es una serie que ya lleva entre nosotros un cuarto de siglo y en ese tiempo nos ha ofrecido todo tipo de aventuras de acción y terror que van desde auténticas obras maestras del género hasta experimentos más o menos fallidos que no terminaron de cuajar. Para celebrar este aniversario y el reciente lanzamiento de su última entrega, Resident Evil: Village, hemos querido echar la vista atrás y ofreceros nuestro propio "top" de la saga, ordenando sus diferentes títulos de peor a mejor, algo que nos ha costado mucho más de lo que en un principio podría parecer dada la calidad que atesoran muchos de sus juegos y los diferentes enfoques que se le ha dado a la serie con el paso de los años, con propuestas muy distintas que van desde el terror más puro hasta la acción más desenfrenada. Así que sin más preámbulos, ¡comenzamos!

15. Resident Evil Revelations 2 (2015)

Empezamos nuestro repaso por Resident Evil Revelations 2, un entretenido juego con el que Capcom se sumó a la moda de los títulos episódicos para ofrecernos, poco a poco, los diferentes capítulos de su historia antes de lanzar una versión completa con todos sus contenidos y un buen número de extras. Esta aventura contó con la peculiaridad de contar con dos parejas de personajes jugables, Claire Redfield y Moira Burton, y Barry Burton y Natalia, y cada uno de estos héroes contaba con sus propias características jugables, haciendo que la cooperación entre jugadores (o con la IA) fuese imprescindible para sobrevivir a los múltiples peligros que nos encontraríamos en nuestro camino. En líneas generales fue un título variado y entretenido que equilibraba muy bien las dosis de acción, los puzles y la exploración, aunque nunca llegaba a brillar demasiado en nada de lo que hacía. De hecho, controlar a Moira y Natalia era de todo menos divertido por lo limitadas que estaban en lo jugable, restándole mucho interés al papel del segundo jugador, a pesar de lo importantes que resultaban para avanzar. Sin embargo y pese a todo, una compra recomendable para el fan de la saga, especialmente si tenemos a alguien con quién disfrutarlo.

14. Resident Evil Zero (2002)

Resident Evil Zero se estrenó en GameCube como uno de los grandes exclusivos de la consola, un proyecto que comenzó su desarrollo para Nintendo 64 y que finalmente acabó dando el salto a la consola de 128 bits de la compañía. Su premisa, desde luego, era muy prometedora: una precuela argumental de la entrega original en la que controlaríamos a dos personajes que debían colaborar para sobrevivir a todo tipo de horrores y resolver intricados puzles. En cierto modo se podría decir que tuvo la mala suerte de llegar en un momento en el que la fórmula clásica de la serie estaba ya algo agotada tras años sin apenas evolucionar y las pocas ideas que introdujo con el objetivo de innovar no terminaron de funcionar del todo bien, como su nuevo sistema de inventario, donde desaparecían los baúles para que pudiésemos soltar objetos en cualquier lugar.

Además, la gestión de dos inventarios distintos se hacía muy tediosa y solía requerir que invirtiésemos bastante tiempo en el menú ordenando nuestras pertenencias, lo que rompía el ritmo de juego. Si le sumamos un diseño de niveles algo irregular y no demasiado inspirado, especialmente en su recta final, nos queda un Resident Evil entretenido que podría haber llegado mucho más lejos si no fuese por algunos errores clave. Eso sí, su primera hora sigue siendo uno de los mejores comienzos de toda la serie.

13. Resident Evil: Revelations (2012)

Resident Evil: Revelations tuvo el mérito de ser el primer gran Resident Evil para una consola portátil o al menos el primero que consiguió trasladar a una máquina de estas características (Nintendo 3DS para ser más concretos) la experiencia audiovisual y jugable que cabría esperar de cualquier entrega de sobremesa. En esta aventura nos tocaba acompañar a Jill Valentine en un viaje de pesadilla en el que debíamos investigar un gigantesco barco repleto de horripilantes criaturas. Entre sus principales características destaca el hecho de que se le dio una estructura narrativa que emulaba una serie de televisión y que, en cierto modo, se recuperó una ambientación más terrorífica y opresiva, aunque los disparos y la acción seguían estando a la orden del día con secuencias muy intensas y espectaculares. Eso sí, el diseño de niveles era demasiado básico y limitado, las nuevas criaturas no tenían ningún tipo de carisma ni conseguían transmitir miedo, las secciones en las que controlábamos a Chris Redfield estaban muy poco inspiradas y los controles podían hacerse algo engorrosos si no contábamos con el Botón Deslizante Pro para añadirle un segundo stick a la consola. Posteriormente, acabó llegando a prácticamente todas las consolas existentes, donde estos errores quedaban mucho más patentes, pero no cabe duda que se trata de un juego notable que supuso toda una experiencia en su plataforma original.

12. Resident Evil 6 (2012)

Llegamos al que es, sin ninguna duda, el título más polémico de toda la saga. Para la sexta entrega Capcom quiso darlo todo con un juego tremendamente ambicioso que contaba con cuatro campañas, diversos modos extra, multijugador cooperativo y un apartado audiovisual a la altura de lo que cabría esperar de cualquier superproducción. Si bien había unas campañas que estaban mejor que otras, por lo general era un juego muy variado que siempre buscaba ponernos en situaciones de todo tipo y que se disfrutaba especialmente en compañía de otro jugador. ¿El problema? De Resident Evil solo le quedó el nombre al abrazar la acción de la forma más loca y desmedida, hasta el punto de parecer una película de Hollywood con muy poca chicha argumental y nada de terror. Como aventura de acción cooperativa cumplió notablemente, pero como entrega de la saga no se puede decir lo mismo. Por suerte, tras él Capcom se tomó un tiempo para replantearse la serie y nos dejó, unos años después, uno de sus mejores capítulos numerados con Resident Evil 7.

11. Resident Evil 3 Remake (2020)

Resident Evil 3 fue una entrega que, sin ser de las mejores de la serie, supo dejarnos huella por la intensa persecución a la que nos vimos sometidos por Nemesis, una incansable criatura que se encargó durante todo el juego de ponernos en tensión. Por ello, cuando se anunció su remake todo fueron vítores de alegría, especialmente al tener en cuenta que este partiría de la excelente base jugable que tuvo Resident Evil 2 Remake. Lamentablemente, y a pesar de ser un título entretenidísimo y divertido, como remake nos supo a poco, ya que perdió muchas de las cosas que hicieron tan especial al original: Nemesis se convirtió en un monstruo desaprovechadísimo con secuencias muy espectaculares, pero en las que apenas teníamos algo que hacer más allá de correr mientras todo explotaba por el camino, se perdieron las decisiones, no se recuperó el Modo Mercenarios, el diseño de niveles seguía siendo igual de básico y, por si fuese poco, se eliminaron secciones enteras del original, resultando en un juego ligeramente más corto y mucho menos rejugable. Como decimos, entretenido, divertido y espectacular, pero también una oportunidad perdida de haber hecho algo más grande y ambicioso con la base de la que se partía.

10. Resident Evil 5 (2009)

Tras el éxito de Resident Evil 4, Capcom tuvo claro que ese era el camino a seguir, lo que se tradujo en una quinta entrega que partía de su misma base jugable, pero que aportaba la posibilidad de jugar en cooperativo acompañados por un segundo jugador. Si bien a nivel audiovisual fue un título increíble en el momento de su lanzamiento, este se quedó lejos de alcanzar la grandeza de su cuarta parte con una ambientación en África mucho menos atractiva y con multitud de escenarios abiertos a plena luz del día. El diseño de niveles estaba menos inspirado, reciclando constantemente muchas de las situaciones que ya vivimos en su predecesor, y jugar en solitario podía hacerse un tanto cuesta arriba al tener que cuidar de Sheva, nuestra compañera, cuya IA no podía ser peor. Para rematar, se mantuvo la imposibilidad de apuntar y movernos al mismo tiempo, algo que se sentía un tanto arcaico en pleno 2009. Pese a todo, en cooperativo era un juego muy entretenido y con momentos muy tensos, y a nivel argumental es de los títulos más memorables y trabajados de la serie.

9. Resident Evil 3: Nemesis (1999)

Como dijimos al hablar de su remake, Resident Evil 3: Nemesis es un juego muy recordado dentro de la saga por la incesante y agobiante persecución a la que nos vimos sometidos por Nemesis, uno de los monstruos más carismáticos y emblemáticos de toda la serie, capaz de aguantar por sí solo el peso de la aventura con su mera presencia y las decisiones que teníamos que tomar cada vez que nos topábamos con él mientras buscábamos la forma de escapar de Raccoon City. Eso sí, distaba de ser un título perfecto, ya que la exploración perdió muchísimo peso en favor de un diseño de niveles mucho más lineal, "pasillero" y encorsetado donde primaba la acción sobre el resto de elementos, quitándole protagonismo a unos puzles que se quedaron en algo simplemente anecdótico. En cierto sentido se notaba que era una especie de Resident Evil 2.5 y que el 3 se lo pusieron a última hora para incentivar sus ventas, pero estos defectos no evitaron que sigamos recordando con mucho cariño esta pesadilla que vivimos en las calles de Raccoon City.

8. Resident Evil 8: Village (2021)

Resident Evil: Village es una entrega muy particular dentro de la saga, ya que busca ser una especie de híbrido entre Resident Evil 4 y Resident Evil 7 para ofrecernos una aventura muy variada y repleta de sorpresas en la que siempre están proponiéndonos nuevos retos y desafíos que van desde el terror más clásico hasta la acción más loca y desenfrenada en un siniestro pueblo de montaña. Un título que nunca se queda quieto y que siempre hace sus mejores esfuerzos para que el jugador no se aburra y tenga una experiencia memorable, dejándonos por el camino con algunos de los momentos más espectaculares e intensos de la serie. Sin embargo, no se libra de algunos errores que le impiden llegar más lejos, como un diseño de niveles mejorable que deja la exploración en un segundísimo plano, secciones con buenas ideas pero muy desaprovechadas o unos puzles muy poco ingeniosos. Sea de un modo u otro, un buen juego más que disfrutable, pero que se queda lejos de los mejores de la serie.

7. Resident Evil (1996)

Puede que haya otras entregas mejores, pero la original, la que lo empezó todo en 1996 en las consolas de 32 bits, sigue teniendo un encanto único que muy pocos capítulos de la serie han sabido replicar. Una aventura sorprendente para su época, muy completa y en la que cada paso suponía un nuevo descubrimiento, un nuevo misterio que resolver o una nueva y temible criatura a la que abatir. La esencia más pura de la saga se encuentra aquí: una mansión perdida en mitad de la nada, multitud de puzles, escasez de munición que hacía que cada bala contase, un diseño de niveles realmente bueno, una ambientación terrorífica, monstruos clásicos, retorcidos experimentos en laboratorios ocultos y dos personajes jugables con ciertas diferencias en sus campañas. Sin duda, todo un mito y un icono de los videojuegos que marcó el camino a seguir para muchos desarrolladores.

6. Resident Evil 2 Remake (2019)

Resulta difícil pensar en un remake mejor que el de Resident Evil 2, pues Capcom no se limitó solo a coger el original y darle un nuevo aspecto gráfico, ya que la evidente mejora técnica vino acompañada por una jugabilidad completamente renovada acorde a los tiempos actuales mientras mantenía la misma historia, los personajes y las localizaciones que todos conocemos. Además, se aprovechó la ocasión para variar el recorrido e introducir todo tipo de novedades y secciones inéditas, consiguiendo la fusión perfecta entre nuevo y viejo para que los fans del original también pudiesen disfrutar de una experiencia fresca que los siguiese aterrorizando. Por desgracia, y al igual que ocurría en el título en el que se basaba, la segunda mitad bajaba el listón considerablemente y era mucho más floja que la primera, y la forma de gestionar los escenarios A y B para reducirlos a tan solo dos vueltas principales tampoco nos terminó de convencer. Sin embargo, no dejan de ser pequeño defectos para uno de los mejores Survival Horror que hemos jugado nunca. Todo un ejemplo de cómo debe hacerse el remake de un clásico.

5. Resident Evil – Code: Veronica (2000)

Puede que Resident Evil - Code: Veronica no recibiese toda la atención que merecía cuando se lanzó originalmente en Dreamcast, una consola que, lamentablemente, no disfrutó de una gran acogida a nivel comercial a pesar de la ingente cantidad de joyas que nos dejó en su corto periodo vida, pero si hay algo que podemos asegurar sin que nos tiemble el pulso al escribirlo es que se trata de una de las mejores y más impactantes entregas de toda la saga y, para muchos, el auténtico Resident Evil 3.

De entrada cabe destacar que se lanzó con apenas unos meses de diferencia del capítulo de Jill y Nemesis, suponiendo un salto técnico y gráfico apabullante que a muchos nos voló la cabeza por completo, abandonando finalmente los escenarios prerrenderizados y mostrando unos modelados de criaturas y personajes simplemente espectacular que dejaba a la altura del betún a cualquier otra cosa que habíamos visto previamente en la serie. Si a todo esto le sumamos un guion que avanzaba la trama general de la saga, una ambientación conseguidísima y terrorífica, una dificultad bastante alta pero bien equilibrada y un diseño de niveles que invitaba a la exploración y a quebrarse la cabeza con sus puzles, nos queda un Resident Evil de corte clásico imprescindible y brutalmente adelantado a su tiempo en lo que a gráficos se refiere.

4. Resident Evil 7 (2017)

Tras casi una década entera dando palos de ciegos con entregas que, a pesar de ser espectaculares y entretenidas, carecían del brillo por el cual la saga se había convertido en todo un referente de la industria, Capcom escuchó por fin a aquellos jugadores que pedían una vuelta a los orígenes, un regreso a la vertiente más terrorífica de la serie y menos peliculera. Y eso fue justo lo que nos dieron con Resident Evil 7, el juego que no solo devolvió a la saga al buen camino, sino a la propia Capcom, compañía que desde entonces no para de lanzar un juegazo tras otro.

Si bien esta vez se apostó por una vista en primera persona, la estructura del juego era heredera directa de los primeros títulos de la serie, con una siniestra mansión repleta de monstruosas criaturas que tendríamos que explorar resolviendo puzles, encontrando llaves y buscando la manera de avanzar mientras la inquietante familia Baker nos intentaba dar caza con sus retorcidos juegos. Una auténtica maravilla a la que solamente se le pueden achacar (como a muchas otras entregas) una recta final algo más insípida y menos inspirada, pero no por ello mala. Y por si no fuese suficiente, podía jugarse de principio a fin en realidad virtual con PS VR para hacer que la experiencia fuese más aterradora e inmersiva si cabe.

3. Resident Evil 4 (2005)

Hablar de Resident Evil 4 no es hablar de un juego cualquiera. No en vano, estamos hablando de una obra que revolucionó por completo el ocio electrónico y del que muchos siguen bebiendo a día de hoy gracias a esa cámara al hombro en tercera persona por la que tanto se caracterizó, una perspectiva y un sistema de control que han replicado infinidad de títulos a posteriori. Pero más allá de lo revolucionario que resultó, el título también nos dejó para el recuerdo una sobresaliente aventura de acción donde el terror quedó bastante diluido, pero que era capaz de mantenernos siempre en tensión con su frenético y variadísimo desarrollo, repleto de multitud de situaciones e ideas que raramente se repetían mientras intentábamos sobrevivir y proteger a Ashley, la hija del presidente (y, sinceramente, uno de los personajes más inútiles y cargantes que hemos conocido nunca en videojuego alguno). Sumadle buenos extras, multitud de secretos y un apartado audiovisual y artístico que sigue manteniendo el tipo 15 años después y entenderéis fácilmente el motivo por el que lo hemos situado el tercer puesto de nuestra isla.

2. Resident Evil 2 (1998)

Resident Evil 2 no solo fue una de las mejores secuelas jamás realizadas, sino también uno de los mejores Survival Horror que se han hecho nunca. Partiendo de la base y la fórmula jugable de la primera entrega, Hideki Kamiya y su equipo amplió su escala y ambición hasta niveles insospechados para ofrecernos una tensa aventura repleta de monstruos, puzles, llaves, secretos, extras y momentos memorables. La comisaría donde se desarrolla su primera mitad es uno de los mejores y más míticos niveles que se han diseñado nunca para videojuego alguno, su campaña dividida en dos personajes y dos escenarios distintos nos invitaba a darle, como mínimo, cuatro vueltas para verlo todo (y eso sin contar los modos secretos adicionales) y su apartado audiovisual nos dejó totalmente alucinados. Si el primer Resident Evil puso las bases, su segunda entrega las perfeccionó y las llevó más allá de lo que nadie había imaginado, terminando así de consolidar y popularizar tanto la serie como el género.

1. Resident Evil Remake (2002)

Si os somos sinceros, no nos ha resultado nada fácil quedarnos con un solo juego para coronar nuestra lista, ya que, si por nosotros fuera, le daríamos el primer puesto a todos los que hemos seleccionado como nuestro top 3. Pero al vernos en la obligación de elegir, si tuviésemos que destacar uno ese sería Resident Evil Remake, un título que podríamos describir como el Resident Evil perfecto.

Estrenado originalmente como un juego exclusivo de GameCube, este remake nos permitió volver a disfrutar de su misma historia y escenarios con auténticos graficazos. Eso sí, no se conformó solo con ello, ya que también amplió la trama principal con secciones completamente nuevas que difícilmente podían resultar más atractivas y terroríficas, se añadieron nuevos enemigos y se incluyeron nuevas mecánicas que añadían más emoción y tensión a la partida, consiguiendo que nunca nos sintiésemos realmente a salvo, a excepción de las habitaciones seguras. Además, se aprovechó la ocasión para sumar infinidad de nuevos y sorprendentes modos (incluyendo uno con enemigos invisibles) y extras desbloqueables que nos invitaban a rejugarlo una y otra vez.

Añadidle a todo esto la esencia tan "pura" que tenía, con la mítica mansión Spencer, sus inolvidables jefes y puzles, sus dos campañas según el personaje seleccionado y lo desafiante que resultaba en todo momento ante la escasez de munición y recursos que teníamos, los pocos huecos de nuestro inventario y lo vulnerables que resultaban los personajes, y probablemente coincidiréis con nosotros en que este es el juego que mejor define y ejecuta lo que significa ser un gran "Resident Evil".

Redactor