Metroid no será la saga más vendida ni famosa de Nintendo, pero es, sin duda, una de las más importantes, relevantes e influyentes de toda la historia de los videojuegos. No en vano, estamos hablando de una serie que creó todo un subgénero al que da nombre y cuyos juegos siguen siendo a día de hoy el principal referente para infinidad de estudios.
Por ello, en Vandal hemos querido homenajear a esta carismática cazarrecompensas espacial ordenando sus diferentes entregas de peor a mejor, una lista que nos ha dado bastantes dolores de cabeza ante la calidad que atesoran casi todas ellas tanto en su vertiente 2D como 3D, lo que nos ha servido como recordatorio de por qué la saga sigue levantando pasiones más de tres décadas después.
12. Metroid Prime: Hunters (Nintendo DS, 2006)
Abrimos nuestra lista con Metroid Prime: Hunters, una de las entregas más extrañas y flojas de la serie, lo que no significa necesariamente que estemos hablando de un mal juego, pero sí de un mal Metroid. Si bien se trata de uno de los títulos más espectaculares de Nintendo DS al ofrecernos toda una aventura portátil de acción en primera persona (todo un prodigio técnico en su día), su fuerte apuesta por el multijugador competitivo y la acción más desenfrenada acabaron por dar como resultado una campaña para un jugador poco interesante, con una estructura muy encorsetada, con un diseño de niveles meramente cumplidor y donde la exploración quedó relegada a un segundísimo plano. Sumadle unos controles no demasiado satisfactorios y una historia algo pobre, y entenderéis rápidamente que esté en lo más bajo de nuestro top. Eso sí, si lo valoráis únicamente como un juego de acción os queda una aventura muy entretenida, con mucho ritmo y con un multijugador sorprendentemente apañado.
11. Metroid: Other M (Wii, 2010)
Ahora nos toca hablar de Metroid: Other M, el que es, casi sin ninguna duda, el título más divisivo de la serie y uno de los que menos nos convenció. La apuesta de dejar la saga en manos de Team Ninja no sonaba del todo mal en un principio, pero los resultados finales dejaron claro que la licencia les vino muy grande. Su premisa de ofrecernos un Metroid 2,5D que combinara secciones en 2D y 3D con cambios de perspectiva lateral y en primera persona era muy interesante, pero entre lo guiado que estaba todo, el diseño de niveles tan simplón del que hacía gala, lo mal planteado que estaba el backtracking, lo terrible que era el guion y, sobre todo, el auténtico esperpento que hicieron con la figura de Samus al convertir a nuestra heroína en un personaje insoportable e incapaz de superar una serie de absurdos complejos, lo que nos acabó quedando fue un título muy lejos de lo que cualquiera podría esperar de una entrega de esta serie. Al menos, todo lo relacionado con la acción funcionaba genial y los jefes no estaban nada mal, dejando claro cuál es el verdadero fuerte de la desarrolladora.
10. Metroid II: Return of Samus (Game Boy, 1991)
Por suerte, ya hemos terminado con la parte más floja de la saga y a partir de aquí empieza lo bueno. No en vano, Metroid II: Return of Samus fue uno de los mejores juegos que nos dejó la mítica Game Boy original, una pequeña maravilla portátil que supo adaptar a la perfección la fórmula de la primera entrega a un terreno más modesto, dando como resultado una entretenidísima aventura en la que no faltaban ninguno de los ingredientes que han llevado a la serie hasta lo más alto. Puede que el paso de los años no le haya hecho demasiado bien y detalles como el hecho de no contar con un mapa hacen que sea extremadamente complicado orientarse por sus escenarios, especialmente cuando por las limitaciones de la consola costaba discernir diferencias visuales en ellos, pero pocas pegas le podemos poner a un cartucho con un diseño de niveles realmente bueno y que supo introducir habilidades sin las cuales ahora no entenderíamos la licencia. Además, nos narra una historia importantísima dentro de este universo y la manera en la que se estructura su desarrollo mientras buscamos a los Metroid para exterminarlos le confieren una personalidad muy marcada que lo diferencia del resto de entregas.
9. Metroid (NES, 1986)
Y llegamos al origen de todo, Metroid, el juego con el que Nintendo sorprendió al mundo entero hace 35 años y creó una nueva manera de entender los videojuegos de plataformas y acción 2D. En vez de apostar un título de desarrollo lineal, lo que aquí nos ofrecieron fue un título con un mapa que nos daba total libertad para explorar y por el que podíamos progresar poco a poco obteniendo habilidades que nos permitían llegar a lugares previamente inaccesibles. Sí, había mucha acción, pero lo principal era memorizar los escenarios e indagar hasta en el último rincón para encontrar secretos y hacernos más fuertes, algo a lo que hay que sumar un exquisito diseño de niveles, un backtracking muy bien estudiado y una serie de icónicos jefes que supieron cómo ponernos las cosas difíciles. Al igual que ocurre con Metroid II: Return of Samus, el paso de los años le ha hecho más mal que bien, pero incluso a día de hoy sigue siendo un título muy disfrutable, relevante y fundamental para entender por qué los videojuegos son lo que son en la actualidad.
8. Metroid: Samus Returns (Nintendo 3DS, 2017)
MercurySteam es un estudio español con un currículum un tanto irregular, pero si hay un juego con el que realmente lo han bordado es con Metroid: Samus Returns, un remake para Nintendo 3DS de Metroid II: Return of Samus que supo actualizar la icónica entrega de Game Boy con muchísimo acierto. Partiendo de la buena base que ya tenían con el diseño de niveles del original, el equipo de desarrollo mejoró el sistema de combate hasta el infinito, renovó por completo los jefes (las batallas contra ellos son de lo mejor de la saga), añadió nuevas secciones, incluyó multitud de mejoras de calidad de vida, introdujo nuevas habilidades y, por supuesto, rehizo de arriba a abajo su apartado audiovisual para sacarle el máximo partido a las capacidades de la consola. Arrastra algunos leves defectos del original (como la manera en la que está planteado el mapa en "niveles" individuales, lo que le quita peso al backtracking), pero en términos generales se trata de una joyita que ningún usuario de la portátil tridimensional de Nintendo debería perderse
7. Metroid: Zero Mission (GBA, 2004)
Seguimos con los remakes, esta vez con Metroid: Zero Mission, el título con el que Nintendo reinterpretó en Game Boy Advance la primera entrega de la serie. El resultado fue simplemente excepcional, dejándonos con una aventura que lucía un pixel art precioso, una jugabilidad pulidísima que hacía que el simple hecho de mover a Samus fuese todo un gustazo y un mapeado muy fiel al original pero convenientemente renovado. Además, introdujo una sección completamente nueva a modo de epílogo con la intención de reescribir la historia del primer juego dentro del canon de la saga. La cosa no acabó aquí y también contaba con interesantísimos extras como modalidades adicionales, nuevas áreas, habilidades, jefes y minijefes o la posibilidad de desbloquear la versión original del primer Metroid. Un título completísimo y todo un ejemplo de cómo hacer un gran remake de una de las obras más importantes e influyentes de la industria.
6. Metroid Prime 3: Corruption (Wii, 2007)
Hacer una trilogía de videojuegos y que sus tres entregas resulten ser obras maestras no es nada sencillo, pero esto es justo lo que Retro Studios consiguió con Metroid Prime, la subsaga con la que la desarrolladora llevó de manera impecable la fórmula de la serie a una jugabilidad 3D con vista en primera persona. Un buen ejemplo de esto lo tenemos en Metroid Prime 3: Corruption, una aventura magistral que trajo consigo un renovado sistema de control por movimiento al que no se le podía poner pega alguna y que concluyó por todo lo alto uno de los arcos argumentales más interesantes que nos ha dejado la serie. El último título de la trilogía equilibró a la perfección acción y exploración, dejándonos para el recuerdo unos mundos variadísimos, situaciones de todo tipo, nuevos poderes, espectaculares e intensos jefes, un apartado audiovisual apabullante que llevó a Wii al límite y, por supuesto, un diseño de niveles sobresaliente. Puede que la decisión de dividir el mapa en distintos planetas no conectados le restara algo de encanto a la exploración respecto a lo visto en sus predecesores, pero eso no quita que sea todo un imprescindible que nos hizo disfrutar hasta el último segundo que invertimos en él.
5. Metroid Prime 2: Echoes (GameCube, 2004)
Continuamos con la vertiente tridimensional de la serie gracias a Metroid Prime 2: Echoes, la segunda entrega de la maravillosa trilogía de Retro Studios. Si bien se trató de una secuela muy conservadora a nivel jugable, con ella la desarrolladora rizó el rizo para hacer el más difícil todavía, creando dos mapas gigantescos completamente interconectados mientras viajábamos entre el mundo de la luz y el de la oscuridad. Es posiblemente la mayor proeza de toda la saga en lo que a diseño de niveles se refiere, una auténtica virguería que nos sigue dejando completamente alucinados por la manera tan perfecta y artesanal con la que están construidos sus escenarios. Además, es un juego especialmente complicado en el que todo está estudiado al milímetro, tiene batallas muy memorables y el backtracking y la progresión de nuestra heroína no podrían estar mejor planteados. Sin duda, una auténtica genialidad con un diseño de juego al que muy pocos títulos se atreven a mirar a la cara.
4. Metroid Fusion (GBA, 2002)
Llegamos al top 4 con Metroid Fusion, la secuela para GBA del mítico Super Metroid, un título que potenció la parte narrativa de la serie y que nos permitió conocer algo mejor tanto a Samus como a este fascinante universo. La fórmula es la habitual de las entregas 2D, aunque se añadieron interesantes novedades en forma de poderes y con las propiedades del nuevo traje de la protagonista. Además, a diferencia de otros juegos aquí se le quiso dar un enfoque mucho más terrorífico, planteándonos secciones brutalmente tensas y muy agobiantes en las que el temible SA-X (aunque luego descubriríamos que eran varios), una forma del Parásito X que adopta la forma y poderes originales de nuestra heroína, nos daba caza sin cuartel. Es una obra un poco más lineal y guiada que sus predecesores, pero tanto por su oscuro tono como por su espectacular diseño de niveles y sus virtudes jugables y audiovisuales, se trata de una de las aventuras más memorables y que más huella nos han dejado de todas las que hemos vivido en compañía de la mejor cazarrecompensas de la galaxia. Imprescindible.
3. Metroid Dread (Nintendo Switch, 2021)
Metroid Dread fue un juego soñado durante muchísimos años, un título que parecía que nunca se haría realidad, pero, por suerte, Nintendo y MercurySteam nos ofrecieron a finales de 2021 el ansiado Metroid 5. Con esta entrega, la saga volvió a sus raíces 2D para maravillarnos con una aventura de aroma clásico que destacó, entre otras muchas cosas, por la jugabilidad más ágil, pulida y satisfactoria de la saga, permitiéndonos controlar a una Samus capaz de encadenar todo tipo de acciones, apuntar en cualquier ángulo, moverse a toda velocidad y realizar vistosos bloqueos, entre otras cosas.
Esto se tradujo en unos combates divertidísimos y unos jefes sobresalientes que pueden presumir de ser de lo mejor de toda la serie, algo a lo que debemos sumarle un componente de tensión muy interesante al incluir secciones donde debíamos evitar que nos cazaran unos robots capaces de acabar con nosotros de un solo golpe. Para terminar de redondear, tanto su dirección de arte como su apartado audiovisual están entre lo mejor del catálogo de Nintendo Switch y el diseño de niveles es tan bueno que es capaz de plantear unos puzles fantásticos de cara a encontrar todos sus secretos. Un clásico instantáneo.
2. Super Metroid (Super Nintendo, 1994)
¿Se puede decir algo que no se haya dicho ya de Super Metroid? A estas alturas lo dudamos mucho, pero nunca está de más volver a recordar que se trata de uno de los mejores juegos de la historia. Da igual los años que pasen, es una obra atemporal que nos sigue fascinando como la primera vez por más veces que lo rejuguemos. Volver a él es casi como volver a casa, un viaje con el que la serie y el género alcanzaron su plena madurez, dejándonos completamente boquiabiertos a mediado de los 90 con absolutamente todo lo que hacía, desde su impresionante diseño de niveles hasta su apabullante apartado audiovisual. Una maravilla de SNES en la que cada paso era un nuevo descubrimiento, un nuevo misterio, un nuevo peligro, una nueva habilidad o una nueva mecánica. Una sorpresa constante magistralmente ejecutada y enormemente rejugable en la que todas las piezas encajan a la perfección para dar como resultado uno de los títulos más influyentes, estudiados y aclamados de todos los tiempos. Super Metroid es pura historia de los videojuegos, una obra maestra sin igual con la que solo una nimia cantidad de títulos han conseguido medirse más de un cuarto de siglo después y que cualquiera que sienta un mínimo de interés y pasión por este hobby debería probar al menos una vez en su vida.
1. Metroid Prime (GameCube, 2002)
Probablemente muchos os hayáis llevando las manos a la cabeza al ver a Super Metroid en el segundo puesto en vez de en el primero y no vamos a ser nosotros los que os quitemos la razón, ya que decidirnos entre este juego y Metroid Prime ha sido una de las elecciones más difíciles y complicadas a las que nos hemos enfrentado nunca, pues ambos son tan rematadamente buenos que, al final, decantarse por uno u otro acaba siendo una mera cuestión de gustos y preferencias personales que depende casi exclusivamente de si somos más afines a la vertiente 2D o 3D de la saga. Sin embargo, dejar nuestro top en un empate técnico habría sido hacer trampa, así que finalmente hemos querido darle el trono a la inigualable obra maestra de Retro Studios.
Al fin y al cabo, lo que consiguieron con este juego fue poco menos que brujería, especialmente si tenemos en cuenta la cantidad de sagas que se descalabraron por completo al intentar hacer la transición de las 2D a las 3D. Pero este no fue el caso, pues la compañía acertó de lleno a la hora de trasladar la fórmula y las mecánicas de la serie a un entorno tridimensional.
En apariencia podía parecer un juego de acción en primera persona, pero Metroid Prime es puro Metroid. Sí, veíamos la acción desde los ojos de Samus, pero los combates no eran más importantes que la exploración e incluso el plataformeo, dejándonos así con una completa genialidad en la que se respiraba la esencia de la saga por todas partes. Y todo ello por no hablar de detallazos tan buenos como el hecho de que la cámara cambiase a la tercera persona al convertirnos en Morfosfera, algo que funcionaba inesperadamente bien y resultó ser todo un acierto.
Es más, para ser la ópera prima de Retro Studios, el diseño de niveles nos dejó totalmente sin habla y sigue dejando en evidencia a la inmensa mayoría de juegos existentes: intricado, vertical, elaboradísimo, con secretos magistralmente escondidos y con unas conexiones entre zonas que nos hacían querer levantarnos del asiento, soltar el mando y aplaudir ante lo satisfactorio que hacía el backtracking. La progresión de Samus también estaba muy bien medida y novedades como el visor de escaneo para recopilar datos, encontrar pistas y reconstruir la historia por nosotros mismos como si fuésemos auténticos arqueólogos solo contribuyeron a agrandar todavía más su leyenda. Resumiendo: un juego simplemente perfecto al que es imposible hacer justicia con solo palabras y cuya influencia sigue muy presente en infinidad de producciones actuales.