SCUF es una marca muy conocida entre los jugadores más exigentes o entre jugadores profesionales de esports ya que fundamentalmente se encarga de crear mandos de alta calidad para consolas y PC pensando, precisamente, en dar más opciones a los jugadores a nivel de personalización además de adaptarlos para un entorno más competitivo.
Dentro de estos mandos encontramos el SCUF Reflex, una versión avanzada del DualSense de PlayStation 5 (que también podemos utilizar en Windows, MacOS y Android) que lleva a la venta unas semanas y que hemos podido probar durante unos días para contaros lo que nos ha parecido este nuevo mando que creemos que está especialmente recomendado para los profesionales de los deportes electrónicos o para aquellos jugadores que le dediquéis muchas horas a los juegos multijugador más competitivos.
Creando nuestro propio mando desde que vamos a comprarlo
La experiencia de tener un SCUF Reflex empieza antes de que tengamos el mando en nuestras manos ya que, al comprarlo a través de su web, podemos personalizar unos cuantos aspectos del mando comenzando por poder seleccionar los colores del cuerpo, de los botones, del panel táctil y un largo etcétera e incluso podemos elegir algunos diseños de lo más llamativos ya creados por la propia SCUF.
Más allá de los cambios a nivel visual nos encontramos con las modificaciones que podemos hacer a nivel técnico en el mando, seleccionando la forma que queremos para los sticks (si cóncava o convexa) así como su altura, además de poder escoger un cambio de interruptores para los gatillos R1, L1, R2 Y L2 escogiendo unos de acción rápida con velocidad de clic de ratón (perdiendo por el camino los gatillos adaptativos claro, por lo que nosotros decidimos conservarlos) o deshabilitar la retroalimentación háptica (si queremos quitarla por el motivo que sea, por ejemplo, para reducir peso).
Además, el mando viene especialmente preparado para que podamos desmontar su parte delantera y sustituir los sticks en cualquier momento.
Palancas traseras y personalizables para mejorar la experiencia de juego
El mando a nivel de diseño y aspecto es igual que el DualSense y en la parte trasera encontramos la diferencia más llamativa con respecto al Dualsense original ya que tenemos cuatro palancas o botones de acción rápida que podemos reasignar con libertad y colocar en estos botones traseros cualquiera de las acciones de los botones círculo, triángulo, cuadrado y cruz, así como R3, L3, R1 y L1, dejando fuera del conjunto los gatillos adaptativos R2 y L2, algo que probablemente se ha hecho para no perder los gatillos adaptativos pero que nos parece un error ya que si pudiéramos mapear las dos palancas podríamos obtener esa acción de clic en shooters o juegos competitivos mientras conservamos los gatillos adaptativos, de esta forma tenemos que escoger entre una cosa u otra a la hora de comprar el mando.
Podemos "mapear" o asignar estos botones con bastante facilidad y además guardar tres perfiles diferentes, alternando entre ellos de forma muy sencilla pulsando un quinto botón en la parte central trasera del mando, guardando configuraciones diferentes, por ejemplo, para shooters, juegos deportivos, de lucha... Además hay que destacar tanto el buen tacto y comportamiento de estos botones mientras jugamos como que si por lo que sea queremos extraer cualquiera de estas palancas y dejar, por ejemplo, solo dos, o una podemos hacerlo de forma bastante sencilla.
Una muy grata experiencia de uso y pequeños inconvenientes
Utilizando el mando en juegos como NBA 2K22, eFootball 2022, Elden Ring, Astro's Playroom y otra gran variedad de títulos lo cierto es que nos hemos encontrado muy cómodos, ya que la forma es exactamente idéntica a la del DualSense, aunque en nuestro caso hemos añadido a la configuración del mando una superficie antideslizante en las empuñaduras del mando que es muy cómoda y agradable al tacto y que además realiza muy bien su función, mejorando de forma notable el agarre del DualSense sobre todo ahora que entramos en el verano, nos morimos de calor por culpa de la ola de altas temperaturas que estamos sufriendo y, por ende, sudan más nuestras manos.
Los inconvenientes que le encontramos al SCUF Reflex empiezan por los botones, todos ellos con un buen tacto pero que no cuentan con la simbología de PlayStation que es probable que muchos conozcamos ya de memoria pero que se agradecería que estuviera presente. Además, aunque el mando mejora las posibilidades del DualSense y nos da una experiencia personalizada, su precio no está al alcance de todo el mundo.
Un DualSense Pro para jugadores muy exigentes o profesionales
Parece que Sony está trabajando en su propio DualSense Pro pero, mientras llega y vemos lo que podría tener, el mando definitivo para jugar en PS5 es el SCUF Reflex, con esta marca demostrando de nuevo por qué tiene tanto prestigio entre los jugadores profesionales.
Sus palancas traseras totalmente configurables, la posibilidad de añadir superficie antideslizante a las empuñadoras, las posibilidades de personalización o el cambio de sticks son aspectos muy destacables de un mando que también tiene sus fallos que os hemos contado en estas líneas.
Desde luego, para jugadores profesionales estamos ante un mando muy especial que es, sin duda, un periférico muy deseable para ellos y, repetimos, actualmente no hay mando mejor para PS5. ¿Quiere decir esto que el SCUF Reflex sea un mando para todo el mundo? Pues bien, aquí cada uno tendrá que elegir, pero dado su precio a partir de los 219,99 euros, nosotros nos inclinamos a pensar que es un producto premium, con una calidad incuestionable dedicado a un público muy específico dentro de los jugadores de PlayStation 5.
Hemos realizado este texto gracias a un SCUF Reflex cedido por SCUF.