Hwang Dong-hyuk, creador de 'El Juego del Calamar', uno de los mayores éxitos de Netflix en lo que refiere a audiencias, crítica e impacto cultural, imaginó la terrorífica historia de Seong Gi-hun (Lee Jung-jae) como una única temporada, con una introducción, nudo y desenlace coherentes y sin edulcorantes.
Pero en esta era televisiva y cinematográfica nada se acaba si da dinero y visitas, por lo que 'El Juego del Calamar' renovó por nuevos episodios para seguir con una segunda temporada, y la cosa aun fue más allá cuando se tomó la decisión creativa de dividir dicha temporada en dos partes, bautizando a la última como 'temporada 3'. Los últimos episodios de Hwang Dong-hyuk son imperfectos y víctimas del alargamiento artificial, pero son a la vez los más crudos y salvajes de la serie.
Ya hemos visto los últimos episodios de 'El Juego del Calamar' y son lo más salvaje de Netflix, pero no son perfectos - Crítica
'El Juego del Calamar 3' sigue justo donde lo dejamos en la anterior temporada, con Seong Gi-hun hundido y su revolución frustrada que obliga a los jugadores a retomar con normalidad los juegos y actividades que esta secta de criminales desarrolla en una misteriosa y desconocida isla surcoreana. A nivel narrativo, los últimos episodios de la obra de Hwang Dong-hyuk continúan con la misma estructura que el resto, estableciendo las mismas rutinas entre los personajes con un relato que evoluciona según avanzan las pruebas orquestadas por el Líder (Lee Byung-hun) y su gente.
Si bien todo apuntaba a que la temporada 2 rompía el círculo de 'El Juego del Calamar', mediante esa revuelta iniciada por el personaje de Gi-hun, los últimos episodios no se diferencian del resto en lo que atañe a metodología, llevando a los integrantes de la competición al sometimiento -democrático- de juegos infantiles letales cuyo objetivo es el de reducir progresivamente el número de jugadores activos para aumentar el dinero del premio final.
En ese sentido, esperábamos que la tercera temporada fue diferente en planteamiento al resto de episodios teniendo en cuenta, sobre todo, que es el cierre total de la serie y de la obra principal de Hwang Dong-hyuk -y decimos principal porque ya hay spinoff sobre la mesa-. La serie, por el contrario, opta por mantener sus códigos, lo que hace que la trama vuelva a desarrollarse de manera paulatina; sin prisa, pero sin pausa. Ahora bien, los nuevos juegos son realmente brutales y se añaden una serie de elementos que hacen que estos se tornen aun más macabros, llevando a los protagonistas al límite.
Cualquiera que venga a 'El Juego del Calamar' por el pan y circo va a quedar más que satisfecho, pero aquellos que busquen respuestas y unos episodios diferentes en los que se palpe una clara evolución narrativa que reste foco a los juegos para ponerlo en los secretos que hay detrás de toda esta organización, van a quedar muy decepcionados, y es que da la sensación de que Hwang Dong-hyuk ha arriesgado muy poco en ese sentido guardándoselo todo para el final, alargando la historia lo máximo posible con subtramas que no acaban aportando absolutamente nada.
'El Juego del Calamar 3', en conjunto, es un cierre inesperado para una de las obras más importantes de los últimos años dentro del panorama televisivo. Con una historia original -guardada en un cajón durante una década- acabando pervertida por los manierismos de Netflix para estirar su despedida lo máximo posible con la finalidad de atrapar al público, al precio y coste que sea. La brutalidad de los últimos episodios se ve descompensada por la poca originalidad de los libretos y su estancamiento, con una estructura tan marcada que convierten lo visto en la temporada 2 en algo anecdótico.
Hwang Dong-hyuk se despide con sangre y crudeza, pero sin el imaginario esperado que tan desprevenido cogió al público allá en 2021, cuando 'El Juego del Calamar' apareció en el streaming convirtiéndose, de la noche a la mañana, en un fenómeno de masas y en un referente a seguir. Aun así, estamos hablando de una de las mejores series del panorama del entretenimiento actual, por lo que la serie continúa preservando calidad aun a pesar de sus imperfecciones y poco atrevimiento.
