Casi cuatro décadas después de su estreno, Spaceballs, la irreverente parodia de Star Wars firmada por Mel Brooks, vuelve a la actualidad. La esperada secuela, titulada Spaceballs 2, ya ha comenzado oficialmente su rodaje con vistas a estrenarse en 2027. Amazon MGM Studios lo celebró con una foto en blanco y negro del elenco durante la lectura de guion, una instantánea que rinde homenaje directo a la presentación del reparto de Star Wars: The Force Awakens.
La secuela no solo trae de vuelta a figuras míticas como el propio Mel Brooks, Rick Moranis y Bill Pullman, sino que también incorpora nuevas caras que apuntan a renovar el humor para una generación diferente. En la mesa de lectura se sentaron nombres como Lewis Pullman, Daphne Zuniga, Josh Gad, Keke Palmer, Anthony Carrigan y George Wyner, lo que mezcla nostalgia con aire fresco.
Reparto y nostalgia
El momento para lanzar Spaceballs 2 parece inmejorable. Con el universo Star Wars expandiéndose en múltiples películas y series —la próxima gran cita será The Mandalorian & Grogu—, no faltará material para satirizar. Además, el género de la parodia vive un discreto renacer: el reboot de The Naked Gun con Liam Neeson superó los 100 millones de dólares en taquilla, mientras que Spinal Tap II: The End Continues fue recibida con relativa calidez por crítica y público.
Aunque la trama de esta secuela se mantiene bajo secreto, se ha confirmado que Lewis Pullman interpretará a Starburst, el hijo de Lone Starr y la princesa Vespa. Todo apunta a que el guion incluirá guiños a la nueva trilogía de Star Wars, con dinámicas inspiradas en personajes como Kylo Ren y Han Solo. Aun así, el abanico de referencias puede ampliarse: Marvel, DC, El Señor de los Anillos o incluso sagas recientes de ciencia ficción podrían ser objeto de la sátira.
Guiños y referencias
El regreso de un título como Spaceballs no es solo una oportunidad para reírse de los excesos de las franquicias modernas, sino también una prueba de que existe un hueco en el mercado para las comedias de gran formato. En un panorama donde el blockbuster suele estar dominado por superhéroes y secuelas, el humor irreverente puede ser un soplo de aire fresco si logra conectar tanto con los nostálgicos como con el público joven.
