El legendario personaje de Conan el Bárbaro sigue sin encontrar hueco en el panorama televisivo contemporáneo, y según Robert Rodriguez, la culpa la tiene Netflix.
El cineasta ha señalado directamente a la plataforma de streaming como responsable de que el proyecto de serie que él mismo iba a liderar haya quedado en punto muerto. “Tenían los derechos. Les presenté la serie. Y luego... dejaron que caducaran”, lamentó en una entrevista reciente en The Joe Rogan Experience.
Estaba cargado de buenas ideas
La intención de Rodriguez no era menor: pretendía devolver a Conan a la gloria con una serie que recuperase el espíritu de las historias originales escritas por Robert E. Howard. Sin embargo, el proyecto nunca superó la fase de desarrollo. Aunque Netflix ha acaparado numerosos derechos de franquicias con potencial, como The Witcher o One Piece, el caso de Conan se suma a una lista de adaptaciones prometidas que nunca vieron la luz.
Desde su encarnación icónica en los años 80 con Arnold Schwarzenegger, Conan el Bárbaro ha sido un personaje difícil de resucitar. El intento más reciente fue el reboot de 2011 con Jason Momoa, que no logró el favor del público ni la crítica. Para Rodriguez, el problema reside en que nadie ha conseguido aún “capturar el espíritu de Conan de los libros”, algo que, según él, su propuesta televisiva sí iba a abordar con fidelidad.
Una acumulación de propiedades intelectuales que no van a ningún lado
Más allá de la anécdota, lo ocurrido evidencia un patrón en las estrategias de contenidos de Netflix: acumular propiedades intelectuales sin llegar a desarrollarlas. En el caso de Conan, no solo se perdió una oportunidad de revitalizar una saga con millones de seguidores, sino que se esfumaron también años de trabajo y planificación. La IP vuelve ahora al limbo legal, a la espera de un nuevo comprador.
