Paramount ejecutó ayer un movimiento maestro. La saga Misión Imposible, una de las más exitosas de Hollywood, anunció que Misión Imposible: Sentencia Final, la octava y última entrega de la saga, se emitiría en YouTube de manera gratuita. Un movimiento inesperado, sobre todo teniendo en cuenta que la película ya había completado su ciclo en cines, con una recaudación cercana a los 600 millones de dólares, pero aún no estaba disponible en ninguna plataforma de streaming.
La expectación alcanzó niveles máximos, hasta que Paramount decidió, con su habitual sentido del humor y marketing afilado, jugar con nosotros y promocionar, de paso, la versión de alquiler digital. Cuando llegó el momento, el canal de YouTube comenzó la emisión, claro, pero no como nadie esperaba. En lugar de la película, lo que los espectadores encontraron fue el guion transmitido en código Morse, letra a letra, durante horas y horas, ante un público atónito que esperaba ver a Tom Cruise en acción.
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La transmisión duró varias horas y el vídeo se eliminó poco después (aunque es probable que reaparezca más adelante), tras acumular unas 135.000 visualizaciones de espectadores que creían enfrentarse a la película, no a un ingenioso ejercicio de marketing. Paramount, en la descripción del vídeo, justificó esta maniobra con un toque de humor: “Ahora mismo se está transmitiendo en directo y de forma segura la película completa, pero la Entidad se ha infiltrado en las principales plataformas de streaming, por lo que esta transmisión en directo se ha visto comprometida. El guion completo ha tenido que transmitirse en código Morse para evitar ser detectado. Necesitamos tu ayuda para descodificarlo”.
Para los que no tenían ganas de descifrar puntos y rayas, Paramount ofreció la solución: la película está disponible en alquiler digital a través de su propio servicio PVOD en Estados Unidos. Y sí, algunos valientes incluso conectaron un decodificador de Morse al stream, confirmando que todo el guion estaba ahí, tal como prometían. Una forma original de darle publicidad a la producción, en la que una IA intenta dominar el mundo infiltrándose en los más variados estamentos y gobiernos.
