En plena locura por los aranceles de Donald Trump y la manera en la que afectará a la alimientación, y tras ver cómo la salsa siracha parece haber vuelto locos a países como EE.UU, parece que el picor en las salsas -incluyendo las más locas producidas por el mercado- son la nueva tendencia.
Pero no todo el mundo las tolera igual. En Nueva Jersey se fabrica una salsa tan picante que incluso puede llegar a provocar la muerte debido a su alta concentración.
La salsa más picante del mundo se hizo en en Nueva Jersey y puede provocar la muerte de quien la consuma
La tolerancia al picante varía enormemente entre culturas. En países como India, Indonesia, México o Corea, la ingesta de picante es casi un deporte nacional, mientras que en Europa y Estados Unidos se mantiene una relación mucho más moderada, a menudo con una clara aversión a lo excesivamente picante. En Tailandia, por ejemplo, la comida callejera ofrece un desafío real a los turistas: el picante no solo se experimenta como un ardor temporal, sino como una experiencia extrema que puede provocar sudores fríos y hasta espasmos.
Este fenómeno tiene un culpable: la capsaicina, un compuesto químico presente en los chiles, que, curiosamente, también se utiliza en la medicina para fabricar cremas analgésicas. La escala que mide el picante, la famosa SHU (Unidades Scoville de Picor), fue ideada en 1912 por el farmacéutico Wilbur Scoville. Desde entonces, la escala ha evolucionado, y hoy en día, la variedad más picante conocida, la ‘Ghost Pepper’, alcanza 1 millón de SHU. En 2013, Ed Currie, un nombre reconocido en el mundo del picante, presentó el Carolina Reaper con un impacto de 1.641.183 SHU, y en 2023, el Pepper X alcanzó unos asombrosos 2.693.000 SHU.
Para contextualizar, el Tabasco que usamos comúnmente tiene 5000 SHU, y aunque muchos europeos consideran esta cantidad como límite, en México, el picante se mide en 20.000 SHU, mientras que el spray de pimienta usado por la policía supera fácilmente los 2 millones de SHU. En 2007, la empresa Blair’s Sauces and Snacks, con sede en Middletown, Nueva Jersey, alcanzó la cúspide de la locura picante al crear el Blair’s 16 Million Reserve.
Con 16 millones de SHU, esta salsa extrema es elaborada a base de cristales de capsaicina pura, envasada en botellas de 1 ml, numeradas y firmadas por su creador, Blair Lazar. Esta edición limitada es tan exclusiva que su precio puede llegar hasta los 1800 euros por botella. Y es peligroso.
La capsaicina pura es peligrosa. Incolora, sin olor y extremadamente hidrofóbica, su manipulación requiere precauciones rigurosas. Cualquier contacto con la piel puede provocar quemaduras graves, y la inhalación de su polvo puede dañar las vías respiratorias. En su forma más pura, es una sustancia que, según estudios, podría resultar letal si se consume en grandes cantidades, y el Blair’s 16 Million Reserve es un desafío mortal para los más audaces.
