Ante la posibilidad de un seísmo en suelo español, el geólogo Juan Vicente Cantavella —considerado una de las principales autoridades del país en materia de terremotos— ha ofrecido una serie de recomendaciones que pueden marcar la diferencia entre salir ileso o sufrir daños graves. Lo primero, según explica, es claro: si el temblor nos sorprende en casa, especialmente mientras dormimos, lo más sensato es no intentar salir corriendo. En esos segundos de pánico es cuando se producen muchos accidentes, ya sea por caídas, objetos que se desploman o escaleras que se convierten en trampas. La mejor opción es protegerse dentro del domicilio.
Mejor debajo de la cama
Cantavella sugiere que, en caso de estar en la cama, lo más recomendable es meterse debajo. Aunque parezca una medida improvisada, ofrece protección frente a posibles desprendimientos: desde estanterías y cuadros hasta, en el peor de los casos, tabiques o muebles pesados. "Lo más útil es cubrirse y esperar a que pase la sacudida", insiste. Buscar un refugio seguro dentro de casa es clave: una cama robusta, una buena mesa o una zona sin estanterías encima pueden salvar vidas.
Sobre el clásico consejo de colocarse bajo el marco de una puerta, Cantavella matiza que su eficacia depende de la estructura del edificio. “No todos los marcos son seguros”, aclara. Si no forman parte de un muro de carga, podrían no ofrecer la resistencia que la gente les atribuye. De ahí que el experto prefiera la opción de resguardarse bajo un mueble resistente, que reduce el riesgo de sufrir lesiones por caída de objetos. “Cubrirse siempre es más fiable que correr sin saber hacia dónde”, remarca.
Una vez finalizado el terremoto, el protocolo cambia. Si no hay daños evidentes, salir al exterior con calma puede ser prudente, sobre todo ante el riesgo de réplicas. Eso sí, antes de abandonar la vivienda, conviene cortar el suministro de gas y agua para evitar posibles fugas. Y, ya en la calle, mantenerse alejado de edificios es esencial: no por riesgo de derrumbe total, que en España es raro, sino por desprendimientos parciales, como cornisas, chimeneas o ventanas.
Por último, Cantavella pone el foco en la información. En un momento de confusión, es fácil caer en bulos o consejos erróneos que circulan por redes sociales. Por eso, recomienda seguir solo las indicaciones de fuentes oficiales como Protección Civil o el Instituto Geográfico Nacional. Como recuerda el experto, “lo que más mata en los terremotos no es el suelo que se mueve, sino lo que cae desde arriba”.
